El presidente ruso Vladímir Putin anunció este miércoles que Rusia ya tiene una nueva arma estratégica en su arsenal, el misil hipersónico Avangard, capaz de superar el escudo antimisiles estadounidense y que completó su último ensayo antes de entrar en servicio.
“Rusia tiene un nuevo tipo de arma estratégica. El nuevo sistema Avangard es invulnerable para los actuales y los previstos sistemas de defensa antiaérea y antimisiles del enemigo. Esto es un gran éxito y una gran victoria”, aseguró.
Putin, que lleva varios meses acusando a Estados Unidos de provocar el inicio de una nueva carrera armamentista similar a la que llevó a la caída de la URSS, decidió terminar el año presentando en sociedad un nuevo armamento, que se sumará a la tradicional tríada nuclear: submarinos atómicos, aviación estratégica y misiles intercontinentales.
Además, reveló que Moscú comenzó a desarrollar dicha arma en 2003, es decir justo después de que Washington abandonara unilateralmente el tratado de defensa antimisiles.
“Este es un magnífico, un excelente regalo de Navidad para el país. Los Avangard garantizarán la seguridad del país durante décadas”, resaltó en un mensaje que recordaba los tiempos rancios de la URSS en los que el lanzamiento de un nuevo cohete paralizaba el país y el gasto en armamento era prioritario.
Sin previo aviso, Putin acudió al Centro Nacional de Mando para supervisar el lanzamiento del Avangard, que recorrió unas 3,700 millas desde la base militar de Dombarovski en el sur de la cordillera de los Urales hasta el polígono de tiro de Kura en la península de Kamchatka, en el Extremo Oriente ruso.
“El ensayo ha sido un completo éxito. Este es un importante acontecimiento. Somos los primeros en tener este tipo de arma estratégica. En 2019 el nuevo sistema estratégico intercontinental Avangard entrará en servicio en las Fuerzas Armadas”, dijo al presidir una reunión del Gobierno a su regreso del centro de mando.
El líder ruso dio las gracias a los diseñadores del Avangard, a los participantes en el ensayo y al Ministerio de Defensa por su “excelente” trabajo, que calificó de “arduo” y que obligó a adoptar decisiones “innovadoras”, desde el punto de vista tecnológico.
En las breves imágenes ofrecidas por la televisión rusa se puede ver como el misil es lanzado desde un silo subterráneo cubierto por la nieve con rumbo a Kamchatka, para lo que tuvo que recorrer toda Siberia.
“Durante el vuelo a velocidad hipersónica la ojiva realizó una maniobra vertical y horizontal y alcanzó su objetivo en el polígono militar en el momento previsto”, señala la nota oficial.
Según sus creadores, el Avangard, compuesto por un cohete balístico intercontinental equipado con una o varias ojivas hipersónicas capaces de maniobrar antes de alcanzar su objetivo, puede burlar cualquiera de los sistemas antimisiles actualmente existentes en el mundo, incluido el estadounidense.
El Kremlin anunció que con esta prueba se terminan los ensayos de este armamento estratégico, que será suministrado en breve a las Fuerzas Armadas de este país, que crearán con ese fin una división especial con base en los Urales.
Según los militares rusos, en julio comenzó la producción en serie de los Avangard, que fueron mencionados por primera vez por el propio Putin en el discurso sobre el estado de la nación el pasado 1 de marzo.
Entonces, Putin destacó la capacidad de los Avangard de alcanzar las más densas capas de la atmósfera y de superar en 20 veces la velocidad del sonido.
“Se dirige al objetivo como un meteorito, como una bola de fuego. La temperatura en su superficie alcanza los 1,600-2,000 grados centígrados”, aseguró.
También declaró que Rusia había desarrollado armas “sin parangón” -el misil aerobalístico Kinzhal con un alcance de más de 1,243 millas ya está en servicio-, capaces de alcanzar cualquier punto del globo, aunque negó insistentemente que este país se vaya a ver involucrado en una carrera armamentista.
El miércoles, insistió en que, aunque este año anunció un recorte en el presupuesto de defensa tras más de una década de ingente gasto en rearme, Rusia seguirá produciendo armamento de nueva generación para el Ejército y la Armada rusos.
La pasada semana en su rueda de prensa anual acusó a EEUU de aumentar el riesgo de una guerra nuclear en el mundo al dar la espalda al tratado de eliminación de misiles de medio y corto alcance, conocido como INF, y denegarse a negociar una prórroga del START-3, que limita el armamento estratégico ofensivo.
Citando la doctrina militar rusa, Putin mantiene que el Kremlin sólo recurriría a ese arsenal estratégico si es atacado con armas nucleares o con armamento convencional que ponga en peligro la supervivencia del Estado.
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