Las esposas de los presidentes de Estados Unidos han jugado en muchas ocasiones un papel importante en las carreras políticas de sus maridos. Algunas de ellas intentaron ser más que una mera anfitriona de la Casa Blanca, posicionándose como férreas defensoras de causas sociales, abanderando campañas o creando sus propias fundaciones apartadas del gobierno. Este es un repaso a algunas de estas figuras.
Melania Trump (2016-presente)
Melania Trump nunca quiso que su marido fuera presidente. Emigró a Estados Unidos para ser modelo y acabó emparejada con el magnate Donald Trump que en noviembre de 2016 fue elegido para ocupar el puesto 45 de la lista de presidentes de Estados Unidos y que el próximo 3 de noviembre se juega su reelección frente al demócrata Joe Biden. Durante su estancia en la Casa Blanca, Melania ha impulsado alguna iniciativa social, como la lucha contra los opiáceos o el ciberacoso a menores. Una iniciativa, esta última, que ha generado numerosas críticas en el país en este tiempo al contrastar con el tono incendiario de su esposo en las redes sociales, donde suele arremeter, insultos incluidos, contra sus críticos.
A diferencia de su antecesora Michelle Obama y de otras primeras damas, Melania Trump ha ocupado titulares más por sus polémicas que por sus acciones. Sus miradas serias, su rostro inmóvil o retirar la mano de la de su marido en público en multitud de ocasiones son algunos de los motivos de las críticas de la prensa, aunque sin duda es el desacertado estilismo elegido para algunas ocasiones lo que más ha llamado la atención. Desde lucir un abrigo de 46.000 en un viaje a Italia a subirse a unos tacones para acudir a la zona afectada por el huracán Harvey, pasando por el mensaje desafortunado de su chaqueta —“La verdad es que no me importa, ¿a ti?” — al visitar un albergue de niños inmigrantes, algunos de ellos separados de sus padres por la política de tolerancia cero de Donald Trump.
Michelle Obama (2008-2016)
Michelle Obama no fue una primera dama al uso. Esta abogada y activista supo hacer de su naturalidad y su carisma su mejor herramienta para convertirse en un icono desde que pisó la Casa Blanca junto a su marido y padre de sus dos hijas, Barack Obama. Incluso después de su marcha, Michelle Obama sigue siendo casi en un emblema, centrada en numerosas causas sociales como la lucha contra la obesidad o la educación de las niñas por todo el mundo.
Hilary Clinton (1993-2001)
Durante su estancia en la Casa Blanca junto a su marido, el expresidente Bill Clinton, Hillary se centró especialmente en la reforma sanitaria. Se le habilitó una oficina en el ala Oeste de la Casa Blanca, además de contar con los espacios en el ala Este destinados a las primeras damas desde la Segunda Guerra Mundial. Su implicación política fue tal que llegó a ser secretaria de Estado, senadora de Nueva York y candidata demócrata a las elecciones de 2016, que perdió precisamente contra Donald Trump.
Barbara Bush (1989-1993)
Barbara Bush, mujer de George H. W. Bush impulsó la alfabetización y lanzó la Fundación Barba Bush para fomentar la lectura y el aprendizaje de los niños desde pequeños. Logró la aprobación de la Ley de Alfabetización Nacional en 1991 y durante su estancia en la Casa Blanca realizó numerosas tareas de voluntariado en favor de diversos asuntos sociales. Hoy sigue siendo una de las mujeres más admiradas de Estados Unidos.
Nancy Reagan (1981-1989)
Cuando se convirtió en primera dama en 1981, Nancy Reagan fue criticada por haber liderado una costosa renovación de la Casa Blanca, pero después pasó a ser una figura muy querida por miles de estadounidenses. Centrada en combatir el abuso de las drogas y su lucha por la investigación del alzhéimer, Nancy Reagan fue para muchos la primera dama de Estados Unidos más influyente dentro y fuera del país.
Rosalyn Carter (1977-1981)
La mujer del expresidente Jimmy Carter centró sus esfuerzos en la salud mental. Rosalyn utilizó su protagonismo como primera dama para exponer la importancia de las enfermedades mentales y otros trastornos. Gracias a sus esfuerzos, logró que se aprobaran varias leyes para mejorar los centros dedicados a tratar con este tipo de enfermedades y romper el estigma que acompañaba a estos problemas.
Betty Ford (1974-1977)
Casada con el republicano expresidente Gerald Ford, Betty fue una mujer progresista y defensora apasionada de la igualdad de derechos ante la ley y promovió la igualdad de género, los derechos de los homosexuales, el aborto libre y el consumo de marihuana. Después de que Gerald Ford dejara la presidencia, su esposa fundó el Centro Betty Ford para tratar el abuso de sustancias y las adicciones y reducir así el estigma social. La que fue modelo de grandes almacenes y bailarina en la compañía de danza estadounidense más antigua antes de convertirse en primera dama, popularizó también la concienciación sobre el cáncer de mama al anunciar su mastectomía.
Lady Bird Johnson (1963-1969)
Durante el mandato del presidente Lyndon B. Johnson, Claudia Taylor Johnson, más conocida como Lady Bird Johnson, se esforzó por la protección y preservación del medioambiente y consiguió que el Congreso aprobara la ley Lady Bird Johnson, una normativa para el embellecimiento de las autopistas. Pionera del ecologismo, recaudó cientos de miles de dólares para llenar Washington de jardines naturales y sustituir los anuncios de carretera. La ex primera dama siempre fue considerada una buena influencia para su marido. De hecho, cuando Johnson se convirtió en el candidato demócrata a la vicepresidencia en 1960, The New York Times afirmó: “Lyndon nunca hubiera podido hacer esto sin la ayuda de esa mujer”.
Jackie Kennedy (1961-1963)
Además de icono de estilo y de representar casi el tótem de la elegancia, Jackie Kennedy puede presumir de ser de las primeras damas que más acercó la Casa Blanca al pueblo gracias al tour televisado que realizó por las diferentes salas de la Casa Blanca, que ella misma se encargó de restaurar y redecorar. El patrimonio siempre le interesó, siendo una ferviente defensora de la conservación de los bienes históricos
Eleanor Roosevelt (1933-1945)
Anna Eleanor Roosevelt fue una mujer con un marcado pasado que dejó huella en Estados Unidos y en la historia de la lucha por la igualdad, por la causa social y la política. La llamaban “la primera dama del mundo” porque creía en sus sueños y en el futuro, a pesar de las crisis. La esposa del trigésimo segundo presidente de los Estados Unidos, Franklin D. Roosevelt, el primero que consiguió ser elegido cuatro veces, protagonizó uno de los momentos más complicados para Estados Unidos por La Gran Depresión del 29. Participó en la sombra de la política intervencionista que impulsó su marido para sostener a las capas más pobres de la población y llevó a cabo programas sociales sin dejar de luchar por los derechos de las mujeres. Su papel en la historia no acabó con la muerte de su esposo en 1945. Fue también presidenta de la comisión que redactó la Declaración Universal de los Derechos Humanos, aprobada por Naciones Unidas tres años después.
Dolley Madison (1809-1817)
Esposa del cuarto presidente estadounidense James Madison, Dolley se alzó como el modelo a emular por sus sucesoras del siglo XIX, al ejercer de excelente anfitriona en las fiestas de la Casa Blanca, cuidar la decoración de la residencia oficial y aconsejar con perspicacia a su marido. De hecho, sus acertadas acciones contribuyeron a elevar la popularidad de este y aún hoy se la considera una de las más queridas primeras damas.
Source link