La tenacidad de Marcus Rashford ha dado fruto. El futbolista del Manchester United ha logrado, como cabeza visible del movimiento popular de lucha contra la pobreza infantil en el Reino Unido, que el primer ministro británico, Boris Johnson, haya aceptado su propuesta de ofrecer menús escolares gratuitos a los alumnos más vulnerables, una medida que beneficiará a 1,7 millones de niños en los próximos 12 meses.
El deportista ya convención en dos ocasiones anteriores al Gobierno: en la primera ola de la pandemia, cuando todos los colegios fueron cerrados, y durante las vacaciones de verano. Se puso en marcha entonces un programa de vales canjeables en los principales supermercados del país (unos 22 euros semanales por alumno). La popularidad de Rashford, su propia historia personal, y la convicción de muchos diputados conservadores de que esta batalla ante la opinión pública solo la podían perder, han logrado una tercera victoria. Downing Street rechazó en un primer momento prorrogar las ayudas durante el pasado half term (vaciones de una semana bimestrales) del 26 de octubre, lo que provocó una ola de descontento y protesta en el país. Rashford apostó por no tirar la toalla y luchar por nuevas ayudas para el periodo navideño.
A través de las redes sociales, el futbolista se dedicó a anunciar todos los establecimientos, Ayuntamientos, colegios y demás instituciones que ofrecían alimentos a los más necesitados. La respuesta fue colosal y puso al Gobierno contra las cuerdas. Johnson ha reaccionado finalmente con el compromiso de un paquete de ayudas de casi 190 millones de euros.
“Después del partido de ayer [contra el Everton], tuve una gran conversación con el primer ministro para comprender mejor el plan propuesto y acojo con gran satisfacción las medidas que se han tomado para combatir la pobreza alimentaria infantil en el Reino Unido”, escribió el jugador de 23 años en Twitter.
A pesar del éxito, Rashford es consciente de que “todavía hay mucho más por hacer”. “Mi preocupación inmediata son los aproximadamente 1,7 millones de niños que se pierden las comidas escolares gratuitas, la provisión en vacaciones y los vales de Healthy Start porque sus ingresos familiares no son lo suficientemente bajos, pero la intención que ha mostrado el Gobierno es positiva y debe ser reconocida”, anunció.
“Los pasos que se den hoy mejorarán las vidas de cerca de 1,7 millones de niños en el Reino Unido durante los próximos 12 meses, y eso hay que celebrarlo”, añadió. Además, el internacional inglés agradeció a los comercios locales, profesores, trabajadores sociales y de ONG, voluntarios y trabajadores esenciales que se hayan unido para lograr este objetivo. “Quiero aprovechar este momento para reflexionar sobre lo que ha ocurrido durante las últimas dos semanas. Estoy muy orgulloso de nosotros como colectivo”, apuntó. “Ayer me fui a la cama agradecido pero consciente de que todavía quedan muchas cosas por hacer”, concluyó.
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