Hendiduras de muebles en su alfombra puede ser desagradable e irritante. Si tiene una alfombra de pelo suave, puede evitarlas o reducirlas colocando posavasos o tapas de frascos debajo de las patas de cualquier mueble. También puede comprar ruedas especiales que reducirán las hendiduras. Estos distribuirán el peso de los muebles para disminuir las marcas. Sin embargo, si tiene hendiduras en la alfombra, hay varias formas de deshacerse de ellas antes de que marquen permanentemente la alfombra. Esta práctica guía le mostrará cómo eliminar sangrías de diferente gravedad utilizando métodos ecológicos y elementos cotidianos.
Paso 1: uso de cubitos de hielo
Si las hendiduras son pequeñas y suaves, deje un cubito de hielo en el área de la alfombra afectada para que se derrita. Cuando el área se haya secado, use un cepillo de pelo para recuperar la forma de las fibras. Si no tiene un cepillo para el pelo, puede utilizar un tenedor, los dedos o un peine rígido.
Paso 2 – Plancha a chorros de vapor
La limpieza a vapor no requiere un contratista o maquinaria costosa. Es algo que puede hacer usted mismo en pequeños parches de su alfombra. Uno de los elementos cotidianos de producción de vapor más eficaces de su hogar es la plancha. Enciende la plancha y ponla en la posición de vapor. Una vez que se haya calentado, dirija el chorro de vapor unos centímetros por encima de la alfombra marcada. Asegúrese de no permitir que la plancha toque la alfombra o la chamuscará o quemará.
Dirija el chorro de vapor hacia la alfombra y permita que el vapor penetre en las fibras de la alfombra. Deje que la alfombra se enfríe unos minutos y que las fibras broten. Es posible que deba repetir esto varias veces antes de que las fibras de la alfombra hayan vuelto por completo a su forma original. Una vez que la alfombra se haya enfriado por completo, use un cepillo de pelo para cepillar el área afectada de la alfombra. También puede encontrar que un vaporizador de ropa doméstico funciona con la misma eficacia en la muesca de una alfombra.
Paso 3: aplicación de calor directo
Si descubre que la limpieza con vapor suave que se muestra en el Paso 1 no ha eliminado la muesca de la alfombra, deberá aplicar calor directo a la alfombra. Humedece una toalla limpia y colócala sobre el área afectada de la alfombra. Calentar la plancha y pasarla por la toalla. La toalla húmeda y el calor de la plancha penetrarán el vapor en la alfombra.
Una vez que haya tratado el área de la alfombra, deje la toalla sobre el área hasta que se haya secado por completo. Cuando el área se haya secado por completo, use un cepillo de peluquería para volver a dar forma a las fibras de la alfombra. Cuando esté reposicionando sus muebles, trate de no colocar las patas exactamente en el mismo lugar, ya que esto provocará más marcas en la delicada alfombra.