El crimen organizado ha vuelto a golpear con fuerza a México. El exgobernador de Jalisco, Aristóteles Sandoval, ha muerto la madrugada de este viernes en un atentado en un restaurante de la localidad turística de Puerto Vallarta. El político del Partido Revolucionario Institucional (PRI), de 46 años, que encabezó del Gobierno del Estado del 2012 al 2018, recibió varios disparos por la espalda en el baño de un restaurante, según ha informado la Fiscalía local. El suceso, ocurrido a la 1.40, vuelve a colocar en la mira a prominentes políticos que han lidiado con la ola de violencia, resultado de los crímenes relacionados con los carteles de la droga.
“El exgobernador se levanta de la mesa, se dirige al baño y en el baño es donde es atacado por un sujeto de manera directa con un arma de fuego por la espalda”, ha resumido a primera hora de la mañana el fiscal Gerardo Solís, en un mensaje difundido por la Fiscalía. Sandoval vivía en Guadalajara, la capital del Estado, y se había trasladado a Puerto Vallarta para pasar unos días de descanso. Según el relato de las autoridades, el exgobernador estaba en esa localidad desde el 12 de diciembre y contaba con un equipo de seguridad, asignado por el Estado, de unas 15 personas. La noche del jueves, alrededor de las 22.00, Sandoval llegó al bar Distrito 5 en la avenida Francisco Medina Ascencio, la principal del puerto. Allí se reunió con tres personas más, cuyas identidades no han sido reveladas: dos hombres y una mujer. Tres horas más tarde se separó del grupo y fue atacado.
Las escoltas del exgobernador entraron al baño para intentar rescatarlo y llevarlo a un hospital. “Cuando están intentando sacarlo, son recibidos con una serie de impactos”, ha contado el fiscal Solís. Las autoridades estiman que un grupo de entre ocho y diez sicarios atacaron con ráfagas al equipo de seguridad de Sandoval cuando estaban trasladándolo malherido al hospital privado Joya, donde certificaron su muerte. Un vídeo, difundido en redes sociales, muestra el momento en el que los atacantes disparan a los vehículos en los que el exgobernador era trasladado. El fiscal ha denunciado en los medios de comunicación que los encargados del restaurante en el que ocurrió el atentado ordenaron la limpieza de la escena del crimen y que, hasta ahora, se han negado a entregar las grabaciones de las cámaras de seguridad del establecimiento. Hasta el momento, las autoridades no cuentan con detenidos por el atentado. “Se está haciendo un barrido de toda la zona y estamos esperando el resultado de la autopsia para determinar causas de muerte, pero es evidente que fue por los disparos de arma de fuego”, ha añadido el fiscal.
Este es el segundo atentado en los últimos seis meses por parte del crimen organizado contra un personaje de alto perfil en la política mexicana. En junio, un grupo armado hizo una emboscada en un espectacular ataque al secretario de Seguridad Pública de Ciudad de México, Omar García Harfuch. El funcionario sobrevivió al atentado y lo atribuyó al CJNG, uno de los grupos más temidos en México, al que García Harfuch ha combatido desde otros cargos públicos. El presidente, Andrés Manuel López Obrador, ha lamentado el fallecimiento del político y ha explicado que la investigación estará en manos del Gobierno de Jalisco y que la Guardia Nacional servirá de apoyo en la región para los operativos de seguridad. “Es un asunto que se va a investigar para que se conozca la causa, el móvil y se castigue a los responsables”, comentó al comenzar su conferencia de prensa matutina del viernes. El actual gobernador, Enrique Alfaro, ha expresado también en su cuenta de Twitter su “solidaridad” con la familia de Sandoval “en estos momentos tan difíciles” y ha dado orden de que el gabinete de seguridad se desplace a Puerto Vallarta para encabezar las investigaciones.
Sandoval fue uno de los gobernadores aupados por el PRI durante el Gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2018), y formó parte de lo que se denominó “nuevo PRI”, en el que sus miembros más destacados eran una generación de políticos jóvenes. Durante su Gobierno, la violencia relacionada con el narcotráfico se recrudeció y el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) incrementó su poderío en la región al mismo tiempo que se enfrascó en una lucha por el territorio con el Cartel de Sinaloa. “En el caso de la seguridad no hemos logrado consolidar un modelo para tener una policía fuerte, ha habido mucha descoordinación”, reconoció en una entrevista en 2017 con este diario.
Su mandato no estuvo exento de episodios en los que el crimen organizado golpeó al Estado. En mayo de 2018, unos meses antes del fin del Gobierno de Sandoval, un grupo armado intentó asesinar al exfiscal de Jalisco Luis Carlos Nájera cuando salía de un restaurante en uno de los distritos más concurridos de la ciudad de Guadalajara. Sandoval declaró que el atentado contra Nájera había sido una respuesta del CJNG a las acciones de su Administración para combatir sus crímenes. “La postura de mi Gobierno ha sido no negociar, no dialogar con delincuentes y no doblar los brazos”, dijo entonces. Sandoval recibió desde el comienzo de su Gobierno advertencias del cartel: a ocho días de iniciada su Administración, un grupo de sicarios asesinó al secretario de Turismo, José de Jesús Gallegos.
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