Irán viola el acuerdo nuclear y comienza a enriquecer uranio al 20% de pureza


Representantes de Irán y las potencias signatarias del acuerdo nuclear (menos Estados Unidos) han reafirmado este miércoles durante una reunión telemática su compromiso con el pacto firmado en 2015 y han anunciado una cita informal de sus ministros de Exteriores para reforzarlo, el próximo lunes. Era el primer encuentro del grupo desde las elecciones estadounidenses. La voluntad del presidente electo, Joe Biden, de reintegrar a su país en el pacto despierta expectativas en Teherán. Sin embargo, el reciente asesinato de un destacado científico nuclear y el comportamiento desafiante del régimen iraní complican el camino de la diplomacia.

“Hay que decir directamente a los iraníes que dejen de infringir el acuerdo”, declaraba un diplomático a la agencia France Presse antes de la videoconferencia, que ha reunido a representantes de Irán, China, Francia, Alemania, Rusia y el Reino Unido, bajo la coordinación de la UE, en lo que se conoce como Comisión Conjunta del Plan de Acción Integral Conjunto (PIAC), el nombre oficial del pacto.

Es posible que ese haya sido el mensaje privado enviado a Irán durante la reunión. Incluso Rusia apeló a la responsabilidad de Teherán la semana pasada y le instó en no entrar en el juego de las presiones. Sin embargo, en público, la Comisión Conjunta intenta que la situación no se deteriore aún más antes de la llegada de Biden a la presidencia.

Despojado de los beneficios económicos por limitar su programa atómico a raíz de que EE UU abandonara el acuerdo en 2018, el régimen iraní también ha violado de forma continuada sus compromisos. En estos dos años ha aumentado el nivel de enriquecimiento de uranio (un paso necesario para obtener una bomba atómica) más allá de lo establecido en el pacto y ha construido un anexo subterráneo a su principal instalación nuclear en Natanz.

“En cuanto nos levanten las sanciones económicas volveremos también a respetar nuestros compromisos que tomamos”, ha reiterado por su parte el presidente de Irán, Hasan Rohaní, durante la reunión semanal del Consejo de Ministros. “La próxima Administración estadounidense puede decidir qué camino tomar”, añadía, poniendo la pelota en el tejado de EE UU.

Sin embargo, la situación se ha agravado desde el asesinato del científico iraní Mohsen Fakhrizadeh a finales de noviembre. Aunque atribuido a los servicios secretos de Israel, pocos observadores dudan de que contó con el visto bueno de Washington. De momento, Teherán ha contenido su respuesta, pero el Parlamento aprobó una ley que pide la ampliación del programa nuclear y si llega a ser promulgada (algo que Rohaní ha evitado), acabaría con el PIAC. Además, los responsables han anunciado la próxima instalación en Natanz de tres nuevas cascadas de centrifugadoras (las máquinas que enriquecen uranio).

A pesar de todo, parece existir consenso en que, como dijo recientemente el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, “este acuerdo es la única manera de evitar que Irán se convierta en una potencia nuclear”. De ahí, la postura de la Comisión Conjunta.

“Los participantes confirmaron su firme compromiso con el acuerdo nuclear, así como su disposición a emprender intensos esfuerzos diplomáticos para garantizar su completa ejecución”, ha resumido en un tuit el representante ruso, el embajador Mikhail Ulyanov, al concluir la reunión de la Comisión Conjunta. También han acordado “mantener una reunión ministerial informal de los integrantes del PIAC el 21 de diciembre en formato virtual”, según un comunicado de la coordinadora europea.




Source link