BBVA saca brillo al rally del bitcóin. El fondo de venture capital del banco tiene una participación en la plataforma de transacción de bitcóin Coinbase que prevé salir al Nasdaq este año. Una operación que valorará la startup en más de 8.000 millones –esta fue la tasación en la última ronda de financiación a finales de 2018– y permitirá al banco español multiplicar por más de 10 su inversión. Aunque no venda, serán enormes plusvalías latentes.
BBVA –a través de su negocio de venture capital, conocido como Propel– trató de posicionarse en el pujante negocio de los criptoactivos. En 2015 se sumó como accionista de esta plataforma creada en 2012. Participó en una ronda de financiación serie C en la que Coinbase captó 75 millones de dólares.
Solo el año pasado y los días que van de 2020, la criptomoneda se dispara más de un 420% y ronda sus máximos históricos por encima de 40.000 dólares que marcó el 8 de enero. En su última ronda de financiación, en la que captó 300 millones de dólares en octubre de 2018, Coinbase alcanzó una valoración superior a los 8.000 millones de dólares. Y se prevé que en la salida a Bolsa se dispare este precio, incluso por encima de los 10.000 millones de dólares. Si lo logra, la plataforma estadounidense se convertirá a en lo que se conoce en el sector como un decacornio.
En virtud de estas valoraciones, las fuentes consultadas señalan que BBVA aspira a multiplicar por más de 10 la inversión que realizó hace más de cinco años, cuando varios socios invirtieron un total de 75 millones de dólares en aquella ronda de financiación. El dinero levantado por Coibase desde su creación suma 547 millones de dólares (unos 450 millones de euros).
Cierto es que BBVA no es precisamente uno de los principales accionistas de Coinbase. Su participación es inferior al 5%, según fuentes financieras. Entre los principales fondos que han financiado el crecimiento de la compañía destacan gigantes del venture capital como Wellington Management, Tiger Global Management, True Capital, IVP, Fundamental Labs y el vehículo del banco japonés Mitsubishi UFJ. También sus fundadores Brian Armstrong, consejero delegado de Coinbase, y Fred Ehrsam, con asiento en el consejo de administración de la firma.
Coinbase comunicó al regulador estadounidense de los mercados, la SEC, su intención de empezar a cotizar el pasado 17 de diciembre. Se ha acogido a la cláusula de confidencialidad que prevé la normativa estadounidense, por lo que aún no ha desvelado la información más sensible de la compañía. De momento, ha presentado un borrador de registro ante el supervisor.
Elemento diferencial
Uno de los elementos que diferencia Coinbase de otras plataformas es que “introdujo herramientas de cumplimiento, seguridad y formación necesarias para adecuadamente estos nuevos activos”, según Jay Reinemann, socio en Propel.
Es la segunda gran desinversión de Propel, un fondo propiedad de BBVA y dotado en septiembre de 2018 con 250 millones de dólares. Cuenta con una oficina en Londres y otra en San Francisco. Invierte en fintechs tanto en Estados Unidos como en Europa. Y lo ha hecho con éxito.
Ya en 2018 el fondo de BBVA participó en la salida a Bolsa de un decacornio, DocuSign, el líder mundial en firma electrónica. También cuenta en su cartera con el gestor pagos electrónico Sum Up, el marketplace de préstamos Prosper, el asesor financiero Personal Capital, el proveedor de servicios financieros Kasisto y la compañía de inteligencia artificial Taulia, entre muchas otras fintechs.
Los datos clave de la compañía
Facturación. Coinbase cuenta con una plantilla de más de 1.500 personas y 59 inversores, entre los que hay varias gestoras de venture capital, entre ellas la de BBVA, a través de su brazo en esta área especializado en tecnología, Propel, según las páginas Pitchbook y Crunchbase. La facturación de Coinbase se situó en 2018 en 520 millones de dólares, pero ha efectuado más de 14 adquisiciones desde entonces. La última fue la de la firma de trading de criptomonedas Tagomi el pasado mayo. El mercado estima que la firma será, una vez que debute en Bolsa, uno de los denominados decacornios. Es decir, una startup con una tasación de más de 10.000 millones de dólares, equivalentes a 10 de los llamados unicornios (firmas con una valoración de al menos 1.000 millones de dólares). El equipo directivo está formado por 50 personas, entre las que destaca el confundador y actual consejero delegado, Brian Armstrong. Está por ver si, tras solicitar la luz verde al supervisor delos mercados de Estados Unidos, la SEC, Coinbase recibe el plácet para debutar.
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