Lo de que con la edad perdemos interés por el sexo, está más o menos aceptado. Se da por hecho que a cierta edad el sexo pasa a ser un elemento casi anecdótico en nuestra vida. Error. No es tanto que el sexo pase a ser secundario como que cambiamos nuestro concepto del sexo. El coito se convierte casi en una misión especial. Y nos engolosinamos con una sexualidad mucho más afectiva que puramente carnal. La edad deja un bonito reguero, en nuestra potencia. Aunque vivamos en una sociedad puramente machista que permite a los hombres disfrutar de privilegios como que su envejecimiento no sea tan criticado socialmente, hay que reconocer que los hombres son los que se llevan la peor parte del paso de los años: uno de cada dos hombres mayores de cincuenta años tiene problemas de disfunción eréctil.
A eso se añade una novedad: Dena Grayson, doctora estadounidense especializada en enfermedades infecciosas asegura que el coronavirus está dejando unas secuelas de las que no se ha hablado tanto. Las enfermedades neurológicas que provoca el coronavirus afectan a los cuerpos cavernosos y entre ellos, a los del pene. Pasar la enfermedad puede dejar como secuelas cefalea, mareo, mialgias y anosmia. A eso súmenle encefalopatía, encefalitis, ictus y hasta crisis epiléptica. A toda la ristra de afecciones pulmonares con los episodios que ya todos conocemos, añadan todas estas.
Los temas que tienen que ver con la disfunción eréctil tienen mal recorrido. Normalmente, este problema se lleva en silencio ante el pudor de reconocer que se tienen problemas de erección. Que no se te ponga dura obsesiona bastante. El fantasma masculino que más se repite en las consultas de los psicólogos y sexólogos es este: a los hombres les obsesiona. Lo cual es un problema. Si no se empieza a tratar rápido, la cosa se cronifica. Que el coronavirus pueda afecta de algún modo a este asunto, cuando menos, preocupa.
“Lo que no está tan claro son los motivos por los que sucede. Parece ser que es multicausal”, afirma Javier Romero, jefe de Andrología del Hospital Universitario 12 de Octubre. La ristra de posibilidades es amplia: “El coronavirus, cuando afecta al ser humano, lo hace sobre el endotelio, sobre los vasos sanguíneos. Hay una teoría de que podría afectar directamente sobre los cuerpos cavernosos. Luego, el pene es un órgano vascular, es donde los vasos sanguíneos están más concentrados. Esto podría traducirse en una disfunción eréctil. Sumemos a esto que muchos enfermos de covid-19 tienen enfermedades pulmonares. Esto se traduce en que la neumonía vírica altera la oxigenación de la sangre, lo cual puede ser motivo de disfunción eréctil. Por si fuera poco, los daños neurológicos, como por ejemplo el que motiva la pérdida del gusto provoca neuropatías que se dan en la disfunción. Y, para rematar, hay una teoría que dice que el coronavirus afecta a los testículos”. Glub.
El andrólogo remarca con mucho énfasis que a todo esto hay que sumarle el estrés, el proceso traumático que supone pasar una enfermedad por la que muere tanta gente. Una situación que también afecta a la erección. Muchos de los problemas de disfunción eréctil se tratan con terapia, no con fármacos. Por eso es importante acudir al médico en cuanto sucede. Los expertos en estos temas insisten en señalar que la mayoría de los problemas de disfunción eréctil se solucionan con facilidad si el afectado recurre rápido al médico.
Los hospitales se enfrentan al reto de, pese al coronavirus, seguir atendiendo a los pacientes más graves de otras enfermedades. El jefe de la unidad de Urología del Hospital Universitario 12 de Octubre reconoce que no ha habido un aumento de consultas sobre disfunción eréctil; al contrario, ha habido un retroceso, causado entre otras cosas por el miedo: “El coronavirus da miedo. Los hospitales están desbordados, las unidades dejan de atender casos menos graves, la disfunción eréctil que ya cuesta hablarla sin pandemia, ahora ni se menciona. Los casos de enfermedades más graves son los que estamos atendiendo. Cáncer de próstata o enfermedades de riñón, fundamentalmente”.
Están analizándolo. Están en ello. Todos estos estudios a cuenta del coronavirus arrojarán más ideas de las razones que llevan a que esta sea la dolencia más extendida entre los hombres entre 17 y 70 años: la disfunción eréctil. El eterno secreto del que nadie habla, pero que afecta a tantos.