Una de las batallas más desesperadas en la lucha contra el nuevo coronavirus es encontrar tratamientos efectivos contra la infección para ayudar a esas personas ya contagiadas que tienen riesgo alto de sufrir una enfermedad grave o de morir por covid. Por ahora la búsqueda de tratamientos ha sido decepcionante. Solo la dexametasona ha demostrado reducir la mortalidad por covid y esta en realidad no combate al virus, sino la reacción inflamatoria desaforada que sufren los infectados de peor pronóstico.
Este lunes un equipo internacional de investigadores ha publicado los primeros datos científicos contrastados sobre la efectividad de un nuevo tratamiento que podría convertirse en el antiviral más potente contra el nuevo coronavirus: la plitidepsina. Los científicos, liderados por el virólogo español Adolfo García-Sastre, del Hospital Monte Sinaí de Nueva York, explican que este fármaco es unas 100 veces más potente que el remdesivir, el primer antiviral aprobado para tratar la covid que hasta ahora no ha demostrado una eficacia contundente, según recuerdan ellos mismos en el estudio.
La plitidepsina es un fármaco sintético basado en una sustancia producida por un invertebrado del mar Mediterráneo
La plitidepsina es un fármaco sintético basado en una sustancia producida por una especie de ascidias del mar Mediterráneo: animales invertebrados y hermafroditas que viven anclados a piedras o muelles. La empresa Pharmamar ha desarrollado el fármaco con el nombre comercial de Aplidina para tratar el mieloma múltiple —un cáncer sanguíneo— aunque por ahora solo ha sido aprobado en Australia.
Tras el inicio de la pandemia la empresa inició ensayos clínicos usando este fármaco contra la covid. El compuesto reduce la carga viral en pacientes hospitalizados, según la compañía, aunque aún no se han publicado datos científicos debidamente revisados que lo confirmen.
El equipo de García-Sastre, junto a expertos de la Universidad de California en San Francisco, el Instituto Pasteur en París y la empresa Pharmamar, han hecho un rastreo de todas las proteínas del nuevo coronavirus que interactúan con proteínas humanas. Después han analizado fármacos ya conocidos que puedan interferir en esas interacciones y han identificado 47 drogas prometedoras. Entre todas ellas, la plitidepsina parece una de las más prometedoras. Es entre nueve y 85 veces más efectiva impidiendo la multiplicación del virus que otros dos fármacos prometedores del mismo grupo, según explica su estudio, publicado hoy en Science.
Los investigadores han comparado los efectos de este fármaco con los del remdesivir en dos modelos de ratones infectados con el SARS-CoV-2. Los resultados muestran que la plitidepsina reduce la replicación del virus unas 100 veces más y que además combate la inflamación en las vías respiratorias.
Las terapias dirigidas no contra el virus, sino contra una proteína específica del paciente son más resistentes ante la aparición de nuevas variantes del virus
El trabajo detalla cómo hace su efecto el fármaco. La molécula no ataca directamente al virus, sino a una proteína humana que este necesita para secuestrar la maquinaria biológica de las células y usarla para hacer cientos de miles de copias de sí mismo. La plitidepsina bloquea una proteína humana conocida como eEF1A sin la que la maquinaria de replicación del virus es incapaz de funcionar. “Nuestros resultados y los datos positivos de los ensayos clínicos de Pharmamar sugieren que hay que priorizar nuevos ensayos clínicos con plitidepsina para el tratamiento de la covid”, concluyen los autores del trabajo.
Las terapias dirigidas no contra el virus, sino contra una proteína específica del paciente son más resistentes ante la aparición de nuevas variantes del virus. La genética del paciente cambia mucho menos deprisa que la del virus, con lo que este tipo de tratamientos no se verían tan afectados por la llegada de nuevas variantes mutadas del coronavirus. El equipo de García-Sastre acaba de publicar otro estudio, en este caso aún preliminar, en el que muestra que dos de estos tratamientos —plitidepsina y ralimetinib, otra molécula usada contra el cáncer— tienen una efectividad similar ante la variante británica del coronavirus. También la tiene el remdesivir, que sí va dirigido directamente contra el virus, pero la plitidepsina resulta 10 veces más potente contra el SARS-CoV-2 que el remdesivir.
El mecanismo molecular al que va dirigido este fármaco también es importante para la replicación de muchos otros virus, incluida la gripe y el virus respiratorio sincitial”, ha explicado García-Sastre en un comunicado. Esto sugiere que tiene potencial para crear antivirales genéricos contra muchos otros patógenos, añade.
Expertos independientes advierten de que aún queda mucho camino por recorrer. “Estamos ante un muy buen estudio preclínico realizado por un grupo de investigadores muy fiable”, opina Marcos López, presidente de la Sociedad Española de Inmunología. “Queda por delante la parte de ensayos clínicos en pacientes y aclarar en qué momento de la infección podría ser más efectivo este fármaco”, resalta.
Elena Muñez, investigadora principal del ensayo Solidarity en el hospital Puerta de Hierro de Madrid, advierte de que estos resultados “son muy preliminares”. “Este tipo de datos preclínicos se basan en experimentos con ratones totalmente controlados, una situación muy diferente a la realidad que vemos con los pacientes en un hospital”, destaca.
“Es un estudio muy prometedor porque nos aporta un nuevo posible tratamiento contra la infección, algo que lamentablemente aún pasa a mucha gente”, destaca la viróloga del CSIC Isabel Sola. Su equipo hizo un estudio anterior con este fármaco y comprobó que era efectivo para impedir la replicación de un coronavirus que produce resfriado y también de otro que puede causar una enfermedad letal, el SARS de 2002. “Vimos que tenía mucha más potencia que el remdesivir”, explica Sola. La plitidepsina actúa contra la proteína N del coronavirus, que es esencial para proteger su secuencia genética y es esencial para ensamblar nuevas copias del mismo en las primeras fases de la infección. Este fármaco bloquea temporalmente una proteína humana clave para que el virus pueda lleva a cabo estas funciones. “Tanto la plitidepsina como el remdesivir tendrían un efecto solo en las fases iniciales de la infección durante las que aún hay replicación viral, pero no en las fases posteriores y más graves cuando ya hay una inflamación generalizada”, añade.
Una de las bazas a favor de este nuevo fármaco es que hay abundantes pruebas de que no es tóxico a dosis moderadas. En parte la información viene de los estudios que se realizaron para medir su efecto contra el mieloma, pero también de otros ensayos en los que se estaba probando una dosis de este fármaco muy similar a la que se usa contra la covid en combinación con la dexametasona, el corticoide que hoy por hoy es el único tratamiento contra la covid que ha demostrado salvar vidas. En esos estudios, la plitidepsina no tuvo efectos secundarios graves. “El mecanismo de acción de este fármaco es novedoso”, opina Ana Fernández Cruz, adjunta de enfermedades infecciosas del Hospital Puerta de Hierro en Madrid. “Al ir dirigido a las células del infectado y no al virus podría usarse en combinación con remdesivir, lo que es positivo”, resalta.
Pharmamar está ultimando el documento oficial para solicitar el inicio de un ensayo de fase III en el que se estudiará la efectividad de este fármaco en pacientes hospitalizados por covid. “Este trabajo confirma tanto la potente actividad como el alto índice terapéutico de la plitidepsina y que, por su especial mecanismo de acción, inhibe el SARS-CoV-2 independientemente de cual sea su mutación en su proteína S, como las de las cepas británica, sudafricana, brasileña o las nuevas variantes que han salido recientemente en Dinamarca”, explica José María Fernández, presidente de Pharmamar. “Estamos trabajando con agencias del medicamento para empezar el ensayo de fase III que se va a hacer en varios países”, añade.
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