Europa no oculta las esperanzas que tiene puestas en la nueva Administración estadounidense. Sus dirigentes aprovechan cualquier ocasión, también el Foro de Davos, para expresar su confianza en pasar página a la confrontación y en volver a la cooperación y el multilateralismo. Con especial atención a las grandes empresas tecnológicas. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, confía en pactar una nueva regulación que haga que la economía digital funcione para todos.
Sin tener presencia en el Foro Económico Mundial (WEF, en sus siglas en inglés), la nueva Administración estadounidense va emergiendo como la gran protagonista de esta edición virtual del Foro de Davos y en la destinataria de buena parte de los mensajes que los líderes políticos y empresariales trasladan cada día en sus intervenciones. Europa confía en dejar atrás la etapa de enfrentamiento con la Administración que dejó Donald Trump e intensificar la cooperación.
Ese es el mensaje de fondo que trasladaron este martes en sus intervenciones tanto la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, como la canciller alemana Angela Merkel y el presidente francés, Emmanuel Macron. Von der Leyen recordaba que hace justo un año, con Trump como estrella indiscutible del Foro Económico, Estados Unidos amenazaba con un arancel a las automovilísticas. Hoy, la UE tiende la mano al presidente Joe Biden y espera que sus buenas palabras se traslade a acuerdos, de los que por ahora no hay ninguna señal.
“Necesitamos contener el inmenso poder de las grandes empresas digitales. Quiero invitar a nuestros amigos en Estados Unidos a unirse a nuestra iniciativa. Juntos podemos crear una guía para la economía digital que sea válida en todo el mundo”, ha declarado la presidenta por videoconferencia. Von der Leyen ponía como ejemplo la decisión de las redes sociales de bloquear la cuenta de Trump después del asalto al Capitolio el pasado día 6 por parte de un grupo de seguidores trumpistas. “Tales interferencias en el derecho de expresión no pueden ser basadas solamente en reglas internas de una empresa”, ha insistido. “Es necesario un grupo de reglas y leyes para decisiones de tal efecto”, ha apuntado. “No podemos aceptar que decisiones que tienen un impacto profundo en nuestra democracia sean tomadas por programas de computadora. Queremos que sea claro que las empresas de Internet asuman responsabilidad por la forma en que diseminan, promocionan y remueven contenido”, ha señalado.
La UE lanzó en diciembre dos ambiciosos proyectos de ley sobre derechos y operación de empresas de servicios digitales “para poner orden en el caos”, iniciativas que hicieron encenderse luces de alarma en varios gigantes digitales, contrarios a cualquier regulación. El punto crítico de la propuesta es la definición de criterios para clasificar una plataforma como “sistémica”, empresas de tal tamaño que eliminan la competencia de hecho y básicamente actúan al margen de las normativas existentes. Las empresas temen que la normativa prospere dado que la regulación europea de la privacidad y el tratamiento de datos se ha convertido en el modelo a seguir en el ámbito global.
Para la canciller Angela Merkel esos acuerdos con EE UU deben incluir la fiscalidad sobre las empresas tecnológicas y medidas para evitar la creación de monopolios. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha presentado el primer borrador para fijar unas normas tributarias sobre negocios transfronterizos como los de Google, Apple y Facebook, entre otros pero el equipo de la anterior Casa Blanca lo vetó.
“Espero que con la nueva Administración estadounidense podamos continuar e intensificar los trabajos de la OCDE para establecer una fiscalidad mínima sobre las compañías digitales”, ha declarado Merkel. “Confío en que logremos establecer la importancia global de las leyes de competencia y evitar la aparición de monopolios”, ha apuntado en su intervención por videoconferencia.
En su defensa del multilateralismo, Merkel ha apostado por la reforma de la Organización Mundial del Comercio y por reforzar la Organización Mundial de la Salud. Pero quiso marcar diferencias con el presidente chino, Xi Jinping, que se presenta ante la comunidad internacional como adalid de la cooperación global y el libre comercio. La canciller ha subrayado que ambas concepciones chocan en “valores elementales”, como “la dignidad de cada persona”, lo que limita la cooperación. Dada esa diferencia de valores, la clave en la relación con China pasa por la “transparencia”, para poder valorar desde fuera si se respetan las reglas y la ley.
Macron, por su parte, celebraba la vuelta de Estados Unidos al Acuerdo de París de lucha contra el cambio climático, que Trump abandonó en 2017. El presidente francés confía en que eso permita cumplir una agenda climática que hasta ahora no se está cumpliendo. Se trataría, por tanto, de mantener los compromisos pactados en 2015 y aumentar los objetivos para 2030, como ha hecho la Unión Europea, y buscar “la neutralidad de carbono para 2050”. Eso tiene que concretarse a escala nacional y regional con la fijación de un precio “suficientemente alto” a las emisiones de carbono y con un sistema de sanciones para las empresas y particulares. Asimismo defendió la negociación de un nuevo acuerdo para garantizar la biodiversidad, al estilo de los Acuerdos de París.
Advertencia a las farmacéuticas
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha aprovechado su intervención en el Foro de Davos para exigir a las empresas farmacéuticas el cumplimiento de sus obligaciones en la entrega de vacunas contra la covid, después de los retrasos anunciados. “Europa ha invertido miles de millones para ayudar a desarrollar las primeras vacunas contra la covid, para crear un auténtico bien común global. Y ahora las empresas tienen que cumplir, tienen que honrar sus obligaciones”, ha insistido. Von der Leyen ha anunciado además que la Comisión propondrá la creación de un programa de “biodefensa” que prepare al bloque para una posible nueva pandemia.
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