NUEVA YORK – Steve Bannon, el polémico exasesor de Donald Trump, está siendo investigado por fiscales en Nueva York por un supuesto fraude a donantes para el muro fronterizo con México, tras haber sido indultado por el expresidente horas antes de dejar la Casa Blanca, según informa The New York Times.
El indulto “preventivo” que le concedió Trump se aplica a posibles crímenes federales, pero no estatales, por lo que Bannon aún podría ser imputado por este caso.
Según el Times, que cita a tres fuentes anónimas, la decisión de los fiscales de Manhattan de comenzar la investigación se produjo después de revisar la larga lista de indultos que Trump decidió en sus últimas horas en el cargo.
El considerado como gran arquitecto de la campaña presidencial del magnate neoyorquino fue acusado el pasado verano de supuestamente defraudar a donantes que aportaban dinero para la construcción del muro fronterizo con México.
Según la acusación, Bannon -que se declaró no culpable- se embolsó cerca de un millón de dólares en la operación.
La nueva investigación se centraría en esos mismos hechos, pero en busca de posibles crímenes estatales en lugar de federales, y los fiscales ya han solicitado documentos y pedido investigar a al menos un posible testigo, según el Times.
En el caso federal anunciado el pasado agosto, además de Bannon fueron imputados otros tres individuos, que al no haber sido indultados por Trump siguen a la espera de juicio.
Según los fiscales, Bannon y otros tres individuos orquestaron una trama para desviar dinero recaudado en el marco de la campaña “We Build the Wall” (“Nosotros construimos el muro”, en inglés), que recaudó más de 25 millones de dólares, según las autoridades.
La iniciativa prometió que todos esos fondos se destinarían a financiar la gran promesa electoral de Trump, pero esas afirmaciones eran “falsas”, apunta el documento de acusación presentado ante un tribunal federal de Nueva York.
“En realidad, (…) los acusados recibieron colectivamente cientos de miles de dólares que usaron de forma inconsistente con las manifestaciones públicas de la organización”, señala el escrito.
Bannon, en concreto, llegó a obtener más de un millón de dólares y a usar parte para cubrir gastos personales, aseguran los fiscales, que también acusan a los cuatro socios de crear una trama para tapar el uso fraudulento de los fondos, con cuentas y facturas falseadas.
El polémico exasesor de Trump, que dejó la Administración en 2017 y ha colaborado con formaciones de extrema derecha en varios países, había sido acusado de un cargo de conspiración para cometer fraude electrónico y otro de conspiración para el blanqueo de dinero, dos delitos que pueden acarrear penas máximas de 20 años de cárcel cada uno.
Tras una carrera como inversor y como productor en Hollywood, Bannon ganó notoriedad en Estados Unidos como uno de los responsables del portal de noticias Breitbart, una web que se convirtió en una de las principales plataformas mediáticas de la conocida como “alt-right”, la nueva derecha radical de EE.UU.
Como estratega político, fue el gran responsable de la apuesta populista de la campaña que llevó a Trump a la Casa Blanca, donde desembarcó tras las elecciones como asesor del presidente con su enfoque provocador y en busca de dinamitar desde dentro las dinámicas del poder estadounidense.
Sin embargo, apenas duró allí unos meses, tras deteriorarse su relación con otras figuras cercanas al presidente.