La economía británica se contrajo un 9,9% durante 2020, el mayor batacazo de su historia en un solo año


Apenas una anécdota más que un consuelo, por una sola décima porcentual el Reino Unido no cerró 2020 con una caída del 10% del PIB. La cifra definitiva fue del 9,9%, según los datos que ha hecho públicos la Oficina Nacional de Estadística (ONS), en sus siglas en inglés). Se trata del descenso más acelerado de la actividad económica en 300 años de historia y supone prácticamente el doble de lo que fue la debacle de la crisis financiera de 2008. La pandemia ha golpeado con especial dureza a los británicos, con más de 110.000 muertes acumuladas y una tercera ola de los contagios que mantiene cerrados comercios, oficinas y hostelería desde mediados de diciembre. “Las cifras demuestran la seria conmoción que ha sufrido nuestra economía como resultado de la pandemia, que ha afectado a países de todo el mundo”, ha dicho el ministro de Economía británico, Rishi Sunak. El golpe, sin embargo, ha sido especialmente duro en el Reino Unido. La breve ventana de esperanza que supuso la campaña adelantada de Navidad se frustró de inmediato ante los alarmantes números del virus. En noviembre ensayó el Gobierno un confinamiento temporal que apenas contuvo los contagios, y fue a mediados de diciembre cuando Boris Johnson ordenó el cierre definitivo de la actividad del país. El cuarto trimestre del año, según la ONS, fue ligeramente mejor de lo previsto. Registró una subida del 1% del PIB, pero en cifras comparadas, supuso un descenso en la actividad del 7,8% respecto al mismo trimestre de 2019. La caída comparada supone tres veces más que la de Alemania o el doble que la de EEUU. “Aunque hemos visto algunas cifras de resistencia durante el invierno, sabemos que el actual confinamiento va a tener un duro impacto sobre las empresas y los ciudadanos”, ha advertido Sunak.

La cifra de desempleo en el Reino Unido se sitúa en el 5%. A pesar de que el Gobierno de Johnson ha prolongado prácticamente durante un año el llamado Jobs Retention Scheme (Esquema de Retención de Empleo), un ERTE similar al aplicado en España, desde el pasado febrero han perdido su puesto de trabajo 828.000 ciudadanos.

El Banco de Inglaterra (BoE, en sus siglas en inglés) prevé una continuación de cifras negativas durante el primer trimestre de 2021, porque Downing Street ya ha anticipado que no será al menos hasta abril cuando se revisen las duras medidas de restricción que sufre el país. Sin embargo, la aceleración de la campaña nacional de vacunas -Trece millones de personas han recibido ya la primera dosis, y el Gobierno está convencido de que el lunes habrá alcanzado su primer objetivo de quince millones de vacunados- ha llevado a la autoridad monetaria a expresar optimismo para la segunda mitad de 2021. “Es previsible que el programa de vacunación lleve a una relajación de las restricciones y las medidas de distanciamiento social, con lo que se reducirá la incertidumbre económica y se incrementará la actividad, aunque resulta difícil predecir cuándo comenzarán estos efectos”, dijo el BoE el pasado 4 de febrero en su habitual informe de política monetaria.

“The Covid vaccination programme would be expected to lead to an easing of social distancing restrictions, reduced economic uncertainty and higher activity, although the timing of those effects is hard to predict.”


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