Venezuela recibió el fin de semana el primer lote de 100.000 vacunas rusas Sputnik V para enfrentar la pandemia de coronavirus y el presidente, Nicolás Maduro, anunció la puesta en marcha de un proceso de vacunación a partir de este jueves con el personal médico y los militantes chavistas que, afirmó, estarán “protegiendo a la gente en las calles”. Las prioridades en la vacunación incluirán también a los miembros del aparato bolivariano: personal militar y políticos del alto Gobierno, miembros del partido oficial, gobernadores, alcaldes y policías. Este anuncio ha generado irritación en muchos actores civiles y políticos opositores.
Maduro aseguró en una conferencia de prensa que no descarta la idea de acordar compras privadas para distribuir la vacuna por canales alternativos al oficial y agregó que espera que en abril comience un proceso de vacunación masivo en Venezuela. “Nosotros hemos aprobado la vacuna Sputnik V porque los estudios científicos nuestros han comprobado su seguridad total”. Añadió que tanto él como su esposa, Cilia Flores, se vacunarán “cuando sea posible”.
Julio Castro, médico epidemiólogo e internista, conocido en el país por ser uno de los portavoces más autorizados en el análisis de la evolución de la pandemia, informó que los recursos para pagar la primera parte de las vacunas, bajo el mecanismo Covax de la Organización Panamericana de la Salud, deben estar disponibles “de cuatro a seis semanas”. Existe un preacuerdo que ha sido llevado con mucha discreción por dirigentes opositores cercanos a Juan Guaidó y miembros del Gobierno chavista para facilitar la llegada de los fármacos, independientemente de las graves diferencias que enfrentan a las dos corrientes. Maduro comentó al respecto: “Nosotros dimos todo lo que tenemos que dar y solo estamos a la espera de que liberen los 300 millones de dólares del Banco de Inglaterra para comprar las vacunas”.
El mandatario venezolano ofreció estas declaraciones en una rueda de prensa desde el Palacio de Miraflores, en la cual se refirió a otros temas vinculados a la crisis política, económica y migratoria venezolana, y a algunas situaciones polémicas vinculadas con su presencia en el poder. Entre otras cosas, Maduro afirmó que no le importa que la Unión Europea no reconozca a su Gobierno y privilegie su contacto con Juan Guaidó pese a haber dejado de reconocerlo como mandatario. “Desde el fondo de mi corazón: no nos importa lo que digan desde la Unión Europea. Las instituciones venezolanas son estas, estamos por encima de falsos reconocimientos (…) Tenemos en Europa embajadas y consulados que son un punto de partida para el diálogo”.
Dijo, además, que sigue esperando señales de la nueva Administración estadounidense de Joe Biden para iniciar un diálogo político basado en “el respeto mutuo”. Consultado sobre el reciente anuncio hecho por el presidente de Colombia, Iván Duque, a propósito de la concesión del estatus de protección temporal a 1,7 millones de venezolanos que han ingresado a esa nación en los últimos cuatro años, Maduro calificó la medida como “una estafa”. “En Venezuela viven seis millones de colombianos que gozan de plenos derechos. Han sido recibidos, tienen trabajo, acceso a la salud y nunca han necesitado esa payasería. Duque hace esos anuncios para lavarse la cara porque es el principal agresor de Venezuela.”
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