“Este enorme exceso es la encarnación del nacionalismo de las vacunas”, acusó Jenny Ottenhoff, directora principal de políticas del movimiento ONE.
Los países ricos se encaminan a tener mil millones de dosis de vacunas contra el Covid-19 más de las que necesitan, dejando a las naciones más pobres con los suministros sobrantes mientras el mundo trata de frenar la pandemia de coronavirus, según un informe elaborado por el movimiento ONE, un grupo de activistas contra la pobreza.
En un análisis de los acuerdos actuales de suministro de vacunas anti-Covid, ONE afirmó en el reporte publicado este viernes que los países ricos, como Estados Unidos y Gran Bretaña, deberían compartir las dosis sobrantes para “sobrealimentar” una respuesta mundial completa a la pandemia.
El movimiento, que hace campaña contra la pobreza y las enfermedades evitables, dijo que no hacerlo negaría a miles de millones de personas la protección esencial contra el virus causante del Covid-19 y probablemente prolongaría la pandemia.
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— ONE (@ONECampaign) February 19, 2021
El informe examinó específicamente los contratos con los cinco principales fabricantes de vacunas contra el Covid-19: Pfizer-BioNTech, Moderna, Oxford-AstraZeneca, Johnson&Johnson y Novavax.
Revela que, hasta la fecha, Estados Unidos, la Unión Europea, Reino Unido, Australia, Canadá y Japón han conseguido más de 3 mil millones de vacunas, una cifra que supera en mil millones de dosis las 2 mil 060 millones necesarias para administrar dos dosis a toda su población.
“Este enorme exceso es la encarnación del nacionalismo de las vacunas“, acusó Jenny Ottenhoff, directora principal de políticas del movimiento ONE.
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“Los países ricos apostaron por las vacunas al principio de la pandemia, pero ahora se debe corregir el rumbo si queremos proteger a miles de millones de personas en todo el mundo”.
El análisis reveló que, junto con otros suministros de vacunas adquiridos por el plan mundial COVAX y en acuerdos bilaterales, una redistribución del exceso de dosis en poder de los países ricos contribuiría en gran medida a proteger a las personas vulnerables de las naciones más pobres.
Esto reduciría significativamente el riesgo de muertes por Covid-19, señaló el escrito, además de limitar las posibilidades de que surjan nuevas variantes del virus y acelerar el fin de la pandemia.
Con información de Reuters