El aznarismo reclama a Casado la integración con Vox para evitar la extinción del PP

Pablo Casado (en el centro) durante una reunión telemática este lunes en la sede del PP en Madrid.
Pablo Casado (en el centro) durante una reunión telemática este lunes en la sede del PP en Madrid.DAVID MUDARRA/PP / PP/EFE

El expresidente José María Aznar ha reaparecido de nuevo esta semana, en el 25.º aniversario del primer triunfo del PP en unas elecciones generales, para volver a criticar a los siguientes líderes de su partido, Mariano Rajoy y Pablo Casado, por desunir el proyecto de centroderecha que él forjó. Un destacado aznarista, Jaime Mayor Oreja, alertó este lunes del “riesgo de extinción” del PP si no se integra con Vox en una relación casi de iguales. El PP de Casado optó por ignorar esas reflexiones y el de Rajoy le reprocha sus constantes desmarques.

Las posiciones ayunas de autocrítica alguna de José María Aznar no son nuevas y provocan reacciones diferentes en el PP que dirigió durante 14 años. El actual PP de Pablo Casado, con el que se verá este martes en una cita del Instituto Atlántico que patrocina el expresidente, se toma sus recurrentes críticas a la desunión del centroderecha como algo ajeno, lejano, repetitivo. Sus alusiones a que cuando él se marchó entregó “un espacio electoral totalmente unido” o su atribución a que él logró unir a “todo lo que estaba a la derecha de la izquierda” se analizan con mucha distancia, como si no tuvieran nada que ver con el presente heredado ya hace dos años y medio por Casado. El resquemor es mucho más agudizado en el entorno de Rajoy, sobre todo por la relación que en estos años como expresidente el propio Aznar ha querido privilegiar hacia los líderes de Ciudadanos, Albert Rivera, y de Vox, Santiago Abascal, a los que ha cuidado con mimo, frente a las críticas que no se ha reservado hacia el proyecto del que nombró como su sucesor en 2003.

Aznar no solo ha hablado siempre públicamente muy bien de “las virtudes” de Abascal sino que el domingo, en una entrevista en La Sexta, se negó a calificar a Vox como un partido de extrema derecha. Su exministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, uno de los tres vicesecretarios generales del PP en su época en el partido y con buenas relaciones personales y políticas con Abascal y su familia en Euskadi, se posicionó este lunes en una entrevista en Onda Madrid de forma muy distanciada con el PP de Casado y de Rajoy. A Rajoy le achacó no haber hecho política y haberse limitado a “gestionar” en su etapa en el Gobierno. Y a Casado le cuestionó por intentar distanciarse ahora radicalmente de Vox: “El proyecto alternativo al frente popular no se puede hacer sin Vox, que ha nacido porque el PP no proporcionaba a mucha gente tranquilidad. La base social de Vox y PP son parecidas aunque los dirigentes sean distintos. Es aquí donde hay que plantear una alternativa al frente popular”.

Jaime Mayor abogó así por repetir la experiencia que él impulsó en el País Vasco en 1984 con la integración en la Coalición Popular al 50% en las listas de los candidatos de AP con UCD y que luego Aznar extendió a nivel nacional con la refundación del PP en el Congreso de 1990 de Sevilla.

Miembros de aquel equipo inicial de Aznar y de otros posteriores y que no están en las tesis próximas a Vox de Mayor precisan, sin embargo, que tanto en Euskadi como en la refundación del PP lo que ocurrió fue que ese partido asumió desde una posición de mayor fuerza los restos de la UCD ya en extinción. Esos mismos dirigentes respaldan la línea de Casado de desmarcarse de Vox definitivamente e intentar en un futuro próximo la integración, pero en el centro moderado y con Ciudadanos: “Escorarse hacia Vox sería regalar todo el centro al PSOE o a Ciudadanos, un error”.

Mayor Oreja aseguró este lunes, tras afirmar que el actual PP “está en decadencia”, que no quería señalar a nadie como culpable pero sí comparó el balance de los distintos liderazgos en el partido: “Aznar asumió que el objeto social del PP era unir, sumar y sintetizar el centroderecha. Si el PP de ahora no entiende que su función social no es esa, pierde su objeto social, llega la crisis y puede llevar a la desaparición como le pasó a UCD. Si lo que hace el PP es caracterizarse en hacer cordones sanitarios contra el centro derecha, su función desaparece”.


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