El secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, ha acusado a la Administración de Donald Trump de desmantelar el sistema de inmigración. “Francamente, lo destriparon”, sostuvo en una comparecencia en la que insistió a los migrantes para que no viajen a la frontera, mientras centenares ya acampan a la espera de tramitar sus solicitudes de asilo y la llegada de menores se dispara. Mayorkas se ha comprometido a buscar opciones para que las familias de migrantes separadas durante la era Trump puedan reunirse en suelo estadounidense. Aseguró que el Gobierno de Joe Biden está trabajando de manera conjunta con Honduras, Guatemala y El Salvador en este tema.
“Se necesita tiempo para salir de las profundidades de la crueldad que la Administración anterior estableció”, afirmó Mayorkas. El alto funcionario dijo que trabajan contra reloj para resolver ese tema, mientras Biden recibe presiones de sus filas para que se deshaga de la ofensiva antinmigratoria instaurada por Trump. Una de las más urgentes para el mandatario demócrata es la reunificación de los padres separados de sus hijos bajo la política de “tolerancia cero”. El secretario de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) aseguró que era un “imperativo moral” reunir a las familias. En el último mes han logrado juntar a 105; casi 500 padres no han sido localizados.
El Gobierno pretende reunir a las familias en EE UU o en sus países de origen: “Esperamos estar en condiciones de darles la elección”. En el caso de que escojan hacerlo en territorio estadounidense, la Administración de Biden “explorará vías legales para que permanezcan en Estados Unidos y se aborden las necesidades familiares”.
El secretario de DHS recordó que continúa vigente el Título 42, invocado por Trump en marzo de 2020, al inicio de la pandemia, por el que se cerró la frontera sur a actividades no esenciales. Según Mayorkas, la medida, que ha provocado que los migrantes que quieren solicitar asilo sean rechazados, se ha mantenido “al servicio de la salud pública”. Bajo el mandato de Biden, EE UU comenzó a recibir a cerca de 26.000 solicitantes de asilo -la mayoría centroamericanos- que tienen casos activos en el programa Protocolos de Protección de Migrantes (MPP, por sus siglas en inglés) para que puedan esperar la decisión de los jueces en territorio estadounidense.
A pesar del llamamiento a que los migrantes no viajen a la frontera, centenares todavía duermen en campamentos y albergues. A esto hay que sumarle que el número de menores que llegan sin su padre o madre ha aumentado a más de 300 diarios en las últimas semanas, cuatro veces más que el otoño pasado, según informa de The Washington Post. Esto ha obligado al Gobierno a habilitar nuevos centros de internamiento en Texas. Sobre este complejo panorama, Mayorkas aseguró que lo que hay en la frontera no es “una crisis”, sino “un desafío”.
El secretario de Seguridad Nacional informó de que el pasado viernes hizo una ronda de llamadas con los ministros de Relaciones Exteriores de Honduras, Lisandro Rosales, de Guatemala, Pedro Brolo y de El Salvador, Alexandra Hill Tinoco, en las que abordó el “enfoque global” del Gobierno de Biden para la “migración irregular, incluyendo una estrategia regional para afrontar las raíces y mejorar su manejo”. La Administración de Joe Biden trabaja en un plan para que “no tengan que emprender el peligroso viaje” y puedan acceder a la ayuda humanitaria desde sus países de origen.
La comparecencia de Mayorkas es la antesala de la reunión virtual prevista para este lunes entre Biden y el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, donde la migración será uno de los temas principales. Está contemplado que el secretario de DHS también participe del encuentro.
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