China pasa del orgullo al repudio a la directora de cine Chloé Zhao, la triunfadora de los Globos de Oro



La opinión pública china no sabe cómo encajar el éxito de Chloé Zhao, la cineasta nacida en Pekín pero formada en Estados Unidos que la semana pasada hizo historia en los Globos de Oro al convertirse en la primera mujer asiática en llevarse el premio a la mejor dirección. Las redes y medios oficiales han pasado del orgullo al repudio tras conocerse antiguas declaraciones interpretadas como ataques a su país de origen. Esto pone en riesgo el estreno de su última película y subraya, una vez más, la efervescencia de un nacionalismo incardinado en la sociedad del gigante asiático.

Zhao fue reconocida en esta particular edición, a medio camino entre lo físico y lo virtual, de los galardones otorgados por la Asociación de la Prensa Extranjera y ofreció unas palabras de agradecimiento desde su residencia en California. Dicho éxito no tardó en ser capitalizado por los principales medios oficiales como “un motivo de orgullo” para China. Al final de aquella jornada, la principal etiqueta que agrupaba la conversación al respecto –limitada a parabienes y alabanzas– acumulaba más de 210 millones de visualizaciones en Weibo, plataforma de microblogueo similar a Twitter.

Sin embargo, el aplauso pronto viró en pañolada cuando algunos internautas rescataron fragmentos de entrevistas concedidas por la directora a prensa internacional, en las que realizaba cándidas declaraciones que muchos interpretaron como reniego de sus orígenes y ofensa nacional. A partir de entonces, el amor se tornó en odio. Los censores chinos eliminaron de redes sociales la mayoría de menciones a Zhao y su película, Nomadland. En Weibo, la búsqueda de términos relaciones arrojaba un mensaje advirtiendo de que “el contenido ha sido eliminado de acuerdo a leyes, regulaciones y políticas relevantes”. Algunos mensajes, no obstante, continúan accesibles y la cinta todavía consta en la base de datos de Douban, la primera comunidad de evaluación cinematográfica.

Este episodio coloca entre interrogantes la llegada a la cartelera china de Nomadland. La película había recibido la aprobación de las autoridades competentes para su estreno limitado a partir del próximo 23 de abril, pero dos de las principales plataformas de ventas de entradas, Taopiaopiao y Maoyan, ya la han retirado de sus calendarios. Fuentes consultadas por la publicación especializada Variety aseguraban que la asociación de salas de cine del país “todavía espera poder seguir adelante con el estreno (…), aunque manteniendo una promoción de perfil bajo”.

La máxima alarma no ha saltado en la productora de Nomadland, título independiente que no auguraba una recaudación cuantiosa en el gigante asiático, sino en Disney. Zhao ha dirigido el último gran proyecto de la casa, Eternals, parte del universo Marvel y con un reparto de primer nivel que incluye a estrellas como Angelina Jolie o Salma Hayek. Preocupa en Disney que la polémica arruine la millonaria inversión en su futuro taquillazo, el cual verá la luz en EEUU en noviembre de este año. Su aterrizaje en China, primer mercado cinematográfico mundial en 2020, está en el aire.

Dos fueron las afirmaciones que desataron la tormenta. La primera de ellas procedía de un cuestionario realizado en 2013 por la revista neoyorkina Filmmaker. Cuestionada por el motivo que despertó su interés en la reserva india donde grabó su primera película, Zhao contestó que “me recordaba cuando era adolescente en China, estando en un lugar donde las mentiras están en todos lados”. Sus palabras fueron eliminadas al mismo tiempo que Nomadland anunciaba sus planes de estrenarse en China, y en la actualidad al artículo le acompaña una nota que advierte al lector de que su contenido ha sido “editado y condensado tras su publicación”. En la segunda, la directora manifestó ante el portal de noticias australiano News.com.au que EEUU “es ahora mi país”. Una revisión posterior aclaró que la cita había estado mal transcrita y en realidad habría dicho “no es mi país” –”is not my country” frente a “is now my country”–.

Lo cierto es que Zhao, nacida en la capital china en 1982 con Ting como nombre de pila, procede del privilegio que acompaña a la clase dirigente en el país. Su padre fue el máximo responsable de una gran empresa estatal del sector siderúrgico, quien contraería matrimonio en segundas nupcias con Song Dandan, famosa actriz que actuaría como madrastra de la joven. Esta posición le permitió cursas sus estudios en el extranjero hasta estudiar cine en la New York University. En 2015 presentaría su primer trabajo, Songs My Brothers Taught Me, que recibió el elogio unánime de la crítica en Sundance. Dos años más tarde, The Rider la lanzó al estrellato. Fue esta película la que hizo que Frances McDormand, protagonista de Nomadland, quisiera trabajar con ella. Tras el León de Oro y el Globo de Oro, Zhao ahora mira a los Oscar. La sociedad china, a su vez, la mira a ella.



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