El Gobierno de Reino Unido recomendó este viernes a sus ciudadanos en Myanmar que abandonen el país “salvo que tengan necesidad urgente” de permanecer allí, a raíz de las “tensiones” y el “aumento de los niveles de violencia” tras el golpe de Estado militar del 1 de febrero.
En su aviso de viaje, Londres resaltó que desde esa fecha “el Ejército ha declarado un estado de emergencia y se ha hecho con el control” y ha recordado que “miembros del gobierno civil, la sociedad civil y un extranjero han sido detenidos”.
“El Ejército ha ordenado un bloqueo nocturno de Internet, varias plataformas de Internet han sido bloqueadas y hay informaciones sobre alteraciones en las redes de Internet y teléfono”, ha relatado, antes de añadir que “el acceso al dinero es cada vez más difícil por el cierre de bancos y los cajeros fuera de servicio”.
“Si no puede abandonar Myanmar en estos momentos, se le recomienda que se quede en casa y en lugar seguro. Si tiene que salir de su vivienda por motivos esenciales, debería hacerlo rápido y evitando las aglomeraciones”, ha resaltado.
Por último, manifestó que “el Ejército ha extendido la suspensión de los vuelos comerciales hasta el 31 de mayo”, si bien explicó que “el aeropuerto está abierto y algunos vuelos ‘de asistencia’ están disponibles para los que buscan salir de Myanmar”. “En la mayoría se puede reservar”, ha aconsejado.
La recomendación de Reino Unido llegó horas después de que el relator especial de Naciones Unidas en Birmania, Tom Andrews, acusara ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU al Ejército de cometer crímenes contra la humanidad en la “brutal respuesta a las protestas” e incluso antes del golpe.
La asonada tuvo lugar poco antes de que tomara posesión el nuevo Parlamento, surgido de las elecciones de noviembre, en las que la Liga Nacional para la Democracia (NLD) de la entonces líder ‘de facto’, Aung San Suu Kyi, se hizo con una amplia victoria, en medio de las denuncias de fraude de un partido vinculado a las Fuerzas Armadas.
El golpe de Estado se vio seguido por una oleada de protestas que se han saldado con decenas de muertos y cientos de detenidos, en medio de los llamamientos internacionales al Ejército para que respete el derecho de manifestación y devuelva el poder a las autoridades civiles.
(Europa Press)
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