Iñigo Errejón (Madrid, 37 años) ha conseguido algo que no es fácil para un diputado que ocupa asiento en el gallinero del Congreso. No hay semana que el líder de Más País, con tres escaños —uno de ellos de Compromís, con el que se presentó en coalición—, no sea noticia por alguna de sus intervenciones. Es uno de los políticos favoritos de las televisiones y raro es el día que no entra en directo en alguna cadena. Por eso destacó tanto su ausencia hace diez días cuando todo el mundo lo fue a buscar. El líder de Podemos, Pablo Iglesias, acababa de anunciar entonces su candidatura para las elecciones a la Comunidad de Madrid el 4 de mayo y su intención de liderar una coalición con Más Madrid, fundado por Errejón y Manuela Carmena. Pero Errejón se resguardó en un silencio, muy poco habitual en él, para relanzar a su propia candidata, Mónica García. La estrategia funcionó: el conocimiento de García se ha disparado mientras Errejón sigue marcando agenda mediática en las Cortes, la última con su pregunta sobre la salud mental durante una reciente sesión de control al Gobierno.
El no de Más Madrid a una lista unitaria con Iglesias vuelve a resucitar la eterna batalla entre los dos fundadores de Podemos, Iglesias y Errejón, aunque este último evita entrar al trapo. Convencido de que la división de fuerzas puede atraer más votos, desoye las voces que pedían una coalición de izquierdas para vencer a Isabel Díaz Ayuso. La conversación tiene lugar en su despacho en el Congreso esta semana.
Pregunta. ¿Hasta qué punto ha cambiado la situación para Más Madrid la candidatura de Iglesias?
Respuesta. Fue una sorpresa, como para todo el mundo, y creo que ha despejado uno de los peligros que existían para la posibilidad de una alternativa de Gobierno progresista, que era que Unidas Podemos no superara el 5%. Con esta candidatura creo que está asegurado.
P. ¿Y qué opina de la decisión de Iglesias?
R. En lo que ayude a sumar, bienvenida sea.
P. ¿Temen el sorpasso de UP?
R. No hay ninguna encuesta que esté dando eso, pero estas elecciones no son una competición entre las fuerzas progresistas. Enfocarlas así sería un error. Estas elecciones son una competición entre la irresponsabilidad y el fanatismo de Ayuso y la posibilidad de que haya una alternativa para la que nos necesitamos todos.
P. ¿Ha hablado con Pablo Iglesias desde que anunció la candidatura?
R. No. Sé que ha podido generar morbo contar que esto era cuestión de que dos señores se encerraran en una habitación y se entendieran. Pero nuestra candidata es Mónica García, es quien tiene que hablar. Y hasta ahí.
P. En un principio parecía que sí iba a haber confluencia, pero al día siguiente se decidió que no. ¿Qué pasó?
R. Mónica ha mantenido lo que hemos mantenido siempre: estamos abiertos a hablar y a cooperar con todo el mundo. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, salió elegido por dos votos y nosotros les prestamos nuestros tres votos y hemos sido un socio leal. En junio de 2019 ofrecimos un acuerdo al Partido Socialista, a Ciudadanos y a Unidas Podemos en Madrid. Habría sido mejor para Madrid. Y seguramente si hubieran tomado aquel camino, Ciudadanos hoy no estaría en vías de descomposición. Pero somos un espacio político propio. Eso es lo que expresó claramente Mónica. Además, reclamó que ese trabajo de haber estado en Madrid picando piedra y representando que había una alternativa posible a Ayuso, tenía que llegar a las urnas.
P. ¿Cree qué le podría votar un exvotante de Ciudadanos?
R. Ojalá. Yo aspiro a que alguna de la gente que ha votado a Ciudadanos, que se creyó que no le iban a entregar el rumbo del Gobierno de Madrid a los ultras y que hoy busque una alternativa, nos pueda mirar. Aunque hay cosas en las que no vamos a estar de acuerdo.
P. Gabilondo ha vetado a Iglesias. ¿Ustedes también preferirían pactar antes con el PSOE que con Unidas Podemos?
R. Nosotros hemos pactado con los dos en el Gobierno de España. Y cuando ha hecho falta en Madrid hemos estado dispuestos a pactar con todo el mundo para que hubiera un Gobierno decente. Nos sentaríamos con todo el mundo.
P. ¿Qué culpa tienen los partidos de izquierdas de que en Madrid siempre gobierne la derecha?
R. Madrid es una región que está rota por la desigualdad. Eso ha hecho que se instale a menudo una cierta sensación como de cinismo. Hace falta una izquierda de la innovación que esté mirando el futuro y no atrás. Cuando somos capaces de presentar eso en términos ilusionantes, no prestándole tanta atención a las etiquetas, como se hizo con la alcaldía de Manuela Carmena, hemos ganado. Y creo que la mejor candidata para poner eso encima de la mesa es Mónica. Las elecciones en Madrid las decanta la gente que tiene la vida más difícil y que vota menos. Si esa gente acude a votar, ganamos.
P. Ha propuesto que el 4 de mayo sea festivo. ¿Ha recogido el guante el Gobierno?
R. Sería bueno por razones de salud, de conciliación y democráticas. Si es un día no lectivo en los colegios, pero a la vez es un día de trabajo, las familias van a tener que hacer malabarismos. Todavía estamos en estado de alarma y el Gobierno nacional podría garantizar que es un día festivo. Espero que no le tiemble el pulso.
P. Habla mucho de los errores de Ayuso, pero las encuestas le dan una cómoda victoria. ¿Ha tenido algún acierto?
R. La señora Ayuso se ha preocupado mucho más del Partido Popular y las encuestas que de los madrileños. No le ha importado que Madrid lidere sistemáticamente los peores datos en contagios y muertes. Ha asumido eso como parte de una estrategia: echarle la culpa a los otros e ir siempre a la contra de cualquier recomendación de los expertos. Cuando uno lleva un año de campaña, pues a lo mejor parte con ventaja. Ayuso no ha gobernado y ahora obliga a los madrileños a ir a unas elecciones que no hacían falta para aspirar a cambiar de socio, de Ciudadanos a Vox. Los madrileños no quieren eso y creo que le van a dar la espalda a ese proyecto.
P. ¿Qué opina de Yolanda Díaz?
R. Está desempeñando una buena función como ministra de Trabajo y ahora me imagino que lo trasladará como vicepresidenta tercera del Gobierno.
P. ¿La ve como líder de Unidas Podemos?
R. Es una pregunta que le tienen que hacer a los políticos de Unidas Podemos.
P. ¿Cree que Podemos sobrevivirá a Pablo Iglesias?
R. Yo creo que Unidas Podemos decidió hace tiempo un rumbo que se parece mucho a la posición tradicional que siempre ha tenido Izquierda Unida y creo que hay un hueco para eso en la política española.
P. ¿Usted se arrepiente de cómo salió de Podemos?
R. A mí me echaron. Yo propuse que hiciéramos una cosa muy parecida a lo que había en Barcelona, que era una plataforma muy amplia en la que cooperamos todos, y eso no sé por qué era posible allí y no en Madrid. Para expresar cosas como las cuestiones de reducción de jornada laboral o de cambio climático o de salud mental he tenido que moverme, como le ha pasado a casi todo el mundo de los inicios. Representamos dos espacios políticos diferentes. Eso no quita para que todas las veces que ha hecho falta ponerse de acuerdo, lo hemos hecho.
P. ¿Cree que si hubiese sido el candidato de UP en las autonómicas de 2019 habría ganado las elecciones?
R. Nadie creía en esa candidatura dentro de la que entonces era mi formación política. Nada hicimos mejor que formar tándem con Manuela Carmena.
P. ¿Tiene futuro Más País?
R. Creo que estamos llamados a ocupar un espacio político similar al espacio que ocupan el resto de fuerzas verdes en Europa. Hemos empezado desde abajo, pero creo que pocas veces una fuerza política con una presencia parlamentaria modesta sitúe tantos debates en la discusión nacional. Pretendemos representar en España una fuerza política verde, feminista, de justicia social y de radicalidad democrática. La izquierda en términos de futuro. Seguramente lo haremos con otras fuerzas con mucha preocupación por la tierra, por el territorio.
P. ¿Con Anticapitalistas en Andalucía, por ejemplo?
R. Yo he tenido algunas diferencias en el pasado con Teresa Rodríguez, pero es una persona de una pieza y noble en política, que no miente. Creo que en Andalucía se está cociendo una pequeña ola de andalucismo progresista de la que nos encantaría formar parte.
P. ¿Qué ley de vivienda apoyarían ustedes en el Congreso?
R. Una que regule los precios de los alquileres. Ya se ha puesto otras veces en marcha en España una política que estimule un poquito más a los tenedores de vivienda, y con eso no basta. Creo que el Partido Socialista se equivoca no siendo valiente en eso.
P. ¿Cree, como Podemos, que hubo delito en la moción fracasada de Murcia?
R. Colocar a alguien en una consejería a cambio de un voto sospecho que no es ilegal, pero sí es inmoral. En mi opinión eso es comprar votos y no dice nada bueno ni del que se vende ni del que los compra. Da la sensación de que el PP está comprando como trozos de saldo de una cosa en descomposición. Si eso es legalmente punible, lo tiene que decir un juez, pero tengo la absoluta certeza de que es moralmente punible.
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