Confirma INM que Victoria Salazar poseía visa humanitaria por violencia de género

De acuerdo con el registro del Instituto Nacional de Migración (INM), a la salvadoreña Victoria Esperanza Salazar Arriaza se le autorizó su estancia en territorio nacional como residente permanente por razones humanitarias desde 2018.

Salazar fue asesinada el 27 de marzo por cuatro policías de Tulum, quienes la sometieron con exceso de fuerza, lo que le provocó la fractura de la columna vertebral, un caso que ha desatado la indignación.

La autoridad migratoria explicó en un comunicado circulado anoche que Salazar contaba con el reconocimiento de la condición de refugiada, con el número de documento 11598479, expedido desde 6 de marzo de 2018 por la Subdelegación Federal de Chiapas del INM.

El organismo no especificó cuáles eran los motivos por los que se dio la visa humanitaria, pues en el expediente sólo se indica por motivos de género.


Una visa humanitaria garantiza al refugiado los mismos derechos que cualquier mexicano, excepto los derechos políticos.

El INM, que lamentó el homicidio de la mujer migrante ocurrido en Tulum, Quintana Roo, señaló que estará en contacto con las autoridades correspondientes para, en caso de ser requerido, apoyar en todos los procedimientos en su área de competencia.

Según información publicada por Reforma, Salazar huyó de El Salvador por violencia de género.

La Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), guarda en sus registros que Salazar ingresó al país a inicios de septiembre de 2017, en noviembre fue reconocida como refugiada y se le notificó en diciembre. El proceso fue llevado a cabo en Tapachula, Chiapas.

Salazar, madre de dos menores de edad, era originaria de Sonsonate, departamento cercano a Guatemala. Ingresó a México por el Suchiate, sin sus dos niñas, quienes luego entraron al país, pero sin el estatus de refugiadas.

Andrés Ramírez, funcionario de la Comar, declaró a Reforma que están tratando de localizar a las hijas de Victoria, pues al no ser reconocidas como refugiadas no tenían conocimiento de su estancia en el país.

“Estamos muy interesados en ver de qué manera les podemos ayudar, aunque no tengamos competencia”, indicó.

Ramírez lamentó el asesinato de Victoria Salazar, como una persona que llega huyendo por cuestiones de persecución, que lo que procuraba era protección internacional y la protección que no obtuvo en el suyo.

Las hijas de Salazar son menores de edad, de 15 y 16 años, por lo que Rosibel Arriaza, madre de la salvadoreña asesinada, declaró que necesita ayuda para llegar a México para consolar a sus nietas.

Mientras que el presidente salvadoreño, Nayib Bukele, señaló que las apoyará.

“Nosotros nos encargaremos de la manutención y estudios de las dos hijas de Victoria y de todo lo que necesiten. Solo pedimos justicia”, aseguró Bukele.


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