La alta competición no permite el más mínimo error. El United castigó a un Granada digno con una delicia de Rashford. Luego se vio beneficiado por una jugada absurda de Eteki en el último minuto, cuando golpeó a Bruno Fernandes dentro del área. El propio delantero portugués hizo el segundo de penalti para plasmar un 0-2 en el marcador excesivo para los méritos de un buen United. El resultado es que el Granada, que no vio con malos ojos el 0-1, se ve obligado prácticamente a una proeza para remontar la próxima semana en Old Trafford en la vuelta de los cuartos de la Liga Europa. El Granada compitió ante un gigante del fútbol europeo y, sin embargo, se marchó con un resultado muy complicado de remontar. El United dominó siempre, quizás sin muchas ocasiones, pero con una evidente sensación de superioridad.
“Los buenos tiempos volverán”. Así debieron de pensar los aficionados del Granada hace 15 años, cuando su equipo militaba en Tercera División. Ahora, el histórico Manchester United visitaba Los Cármenes en los cuartos de la Liga Europa. Tiempos de felicidad para el conjunto andaluz, capaz de colarse entre los ocho mejores de la segunda competición continental y disputar un partido histórico.
Un choque que el United, por mediación de su técnico, Solskjaer, se tomó con toda la seriedad posible. Jugó De Gea y Rashford se alineó a pesar de sus problemas físicos. La Liga Europa es el único título al que pueda aspirar el conjunto inglés, segundo clasificado de la Premier a 14 puntos del City. El Granada, un novato asombroso, recuperó a Neva, y Diego Martínez se decidió por Vallejo en el lugar de Germán Sánchez. Pronto se observó lo bien que había trabajado el choque el equipo andaluz.
Consciente de que el United es letal con espacio para correr, sobre todo con esa gacela que es Rashford, el Granada combinó una rápida presión alta en la salida del balón de los ingleses con un repliegue de lo más inteligente. Bien pertrechado por el centro con Gonalons y Herrera, los de Diego Martínez buscaban sorprender al United tras el robo de balón y el pase a Kenedy y Puertas. Pero no es fácil poner en apuros a un gran equipo como es el United. Tiene jugadores de tanta calidad, caso del escocés McTominay y de Bruno Fernandes, que mudó de piel para sentirse cómodo en un papel más dominador. Más problemas tenía Pogba, amonestado a los ocho minutos.
Al palo
El Granada se defendía bien, con Greenwood muy tapado, pero le faltaba juego para amenazar al United, demasiado cómodo. Además, es un equipo con recursos. Avisó Rashford a los 27 minutos con un buen disparo. El golpe llegó en el minuto 31 en una jugada que destrozó el sistema defensivo del Granada. Un ataque de los andaluces acabó en un saque de fondo. El balón le llegó a Lindelof, que dibujó un gran pase de unos 50 metros a la espalda de la defensa del Granada. Allí emergió Rashford para realizar un control de ensueño y batir con suavidad a Silva en su salida. El internacional hizo una oda al desmarque. Un único error atrás más el talento de Rashford condenaba al Granada. Es la ley que impera en la élite. En el tramo final del primer tiempo asomó la fe del equipo andaluz, que puso en apuros al United en acciones muy trabajadas a balón parado. En una de ellas, Herrera envió el balón al palo.
El Granada intentó atacar con cabeza en la segunda mitad. El reto era buscar el empate sin encajar un segundo gol casi definitivo. Mientras McTominay sostenía al United, el conjunto andaluz buscó el gol del empate con cierto ahínco. El United, un acorazado, respondía con la entrada en el campo de jugadores del nivel de Cavani y Matic. De Gea respondió bien a los tímidos disparos de Kenedy, sustituido en el tramo final por Machís. El United encontró demasiado premio tras una inocente acción de Eteki, que cometió penalti sobre Bruno Fernandes para que el portugués hiciera el 0-2.
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