La lluvia ácida es toda precipitación con un pH anormalmente bajo. Pero no es solo lluvia, ya que puede ser también nieve, niebla, etc… y ocurre cuando la precipitación que contiene partículas ácidas cae sobre la superficie de la Tierra. Veamos entonces con todo detalle, qué es la lluvia ácida, cómo se forma y cuáles son sus consecuencias.
Qué es la lluvia ácida, cómo se forma y cuáles son sus consecuencias
El agua pura se considera una sustancia neutra. Su pH es 7. Cuando está limpia, es decir no contaminada, el agua de lluvia es ligeramente ácida con un pH de 5,6. Sin embargo para hablar de lluvia ácida tenemos que decir que corresponde a cualquier forma de precipitación con un pH inferior a 5,6. En este sentido, el pH de la lluvia ácida está entre 2 y 4,5 y es debido a que tiene ese PH tan bajo que la lluvia ácida afecta e interrumpe el crecimiento de los árboles, mata peces y plantas acuáticas y daña los edificios.
¿Por qué se produce este tipo de lluvia?
¿Qué sucede para que se produzcan precipitaciones con un pH tan bajo? Como cabría esperar, parece que son las actividades humanas las que provocan la lluvia ácida ya que en gran medida, dependemos de la combustión de combustibles fósiles.
Por ejemplo, las fábricas de carbón queman combustibles fósiles, al igual que los motores de gasolina de los automóviles. ¿Por qué estos combustibles son un problema? Porque la combustión de combustibles fósiles emite muchos gases. Dos de estos gases son el dióxido de azufre (SO 2 ) y los óxidos de nitrógeno (NO x ). También existen fuentes naturales de estos gases, por ejemplo, volcanes.
Cuando estos gases se combinan con el agua y el oxígeno de la atmósfera, producen ácidos sulfúrico, nítrico y nitroso.
¿Cómo puede dañar este tipo de lluvia?
Esto puede tener dos resultados o dos tipos de deposiciones: húmeda y seca. La lluvia ácida es deposición húmeda. La deposición húmeda causa erosión que daña los ecosistemas. Los depósitos secos se forman cuando se depositan pequeñas partículas ácidas y gases en la superficie del planeta. Los gases como el dióxido de azufre y el óxido de nitrógeno se convierten en ácidos al contacto con el agua.
La deposición ácida ocurre cuando las emisiones de dióxido de azufre y óxidos de nitrógeno se convierten en contaminantes secundarios. El ácido sulfúrico, el nitrato de amonio y el ácido nítrico son ejemplos de contaminantes. Estos contaminantes luego regresan a la tierra, el agua, la vegetación o las estructuras.
Los depósitos de ácido pueden dañar:
- Lagos y ríos;
- Bosques;
- Los terrenos;
- Poblaciones de peces y vida silvestre;
- Los edificios.
Pero no solo eso. Antes de caer al suelo, las emisiones acidificantes (dióxido de azufre y óxido de nitrógeno y las partículas ácidas asociadas a ellos) contribuyen a la formación de bruma y smog y son nocivas para la salud pública. La deposición ácida es así un problema grande que además afecta a muchas partes del mundo, ya que las emisiones que causan este tipo de lluvia pueden viajar miles de kilómetros desde su fuente.
Cómo tratar el problema de la lluvia ácida
Los científicos han abordado el problema de la lluvia ácida. Pero para ponerle fin, la gente debe reducir su dependencia de los combustibles fósiles. Los científicos de la Universidad de Illinois recopilaron datos de 1984 a 2009. Descubrieron que los cambios en las políticas ambientales ayudan a reducir la lluvia ácida.
Sin embargo, no todo son malas noticias en torno a este tema, si tenemos en cuenta que existe otro estudio que sugiere que la lluvia ácida en realidad puede inhibir la producción de metano por bacterias en los humedales. El metano es otro gas de efecto invernadero nocivo. Si un gas de efecto invernadero impide la producción de otro gas del mismo tipo, se neutralizan entre sí. No es lo ideal, pero muestra como en este caso, la lluvia ácida serviría para eliminar o para neutralizarse a sí misma y al metano.
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