Seguro que en más de una ocasión has oído hablar del Tiranosaurio rex porque es el dinosaurio más conocido de todos. Protagonista de numerosas películas y libros, se extinguió hace 65 millones de años, y diferentes investigaciones científicas han permitido averiguar que fue el mayor depredador terrestre que ha existido nunca. Medía unos 12 metros de largo y cuatro metros de altura, según los resultados de los estudios realizados a partir de sus huesos.
Dientes y alimentación
Si hay algo que realmente llama la atención del Tiranosaurio rex es su boca: medía un metro de largo y cada diente tenía una longitud de 30 centímetros, nada más y nada menos. Contaba con 60 piezas dentales: algunas eran afiladas y lisas, mientras que otras tenían bordes aserrados para machacar los huesos de sus presas.
Visión
La vista era su sentido más y mejor desarrollado. Gracias a la forma de su cráneo los investigadores han podido descubrir cómo veía este dinosaurio, y los resultados son asombrosos. Del mismo modo que los humanos, podía ver tanto lo que había delante de él como a ambos lados, algo que no es nada común entre los animales terrestres.
Canibalismo
Este dinosaurio necesitaba una gran cantidad de carne para poder sobrevivir. Restos de excrementos fosilizados contenían carne y huesos medio digeridos, lo que indica que tenía un metabolismo muy rápido. Además, algunos huesos descubiertos tenían marcas de una dentadura como la suya, lo que demuestra que el Tiranosaurio rex se alimentaba de miembros de su propia especie.
Velocidad
Teniendo en cuenta su gran tamaño, parece lógico que el Tiranosaurio rex no fuera demasiado veloz. Se calcula que podría correr a una velocidad de hasta 40 kilómetros. Este dato ha permitido a los científicos deducir que era lo que se conoce como cazador oportunista. Es decir, acechaba a las presas y esperaba a que estuvieran cerca para saltar sobre ellas.
Brazos cortos
Una de las características más llamativas de su anatomía es que tenía unos brazos muy cortos. Investigaciones recientes indican que el dinosaurio ni siquiera los necesitaba ya que su cuello y su cabeza tenían la suficiente fuerza para acabar con la vida de sus presas.
Esperanza de vida
Y, por último, la esperanza de vida del Tiranosaurio rex era de 30 años. Alcanzaba la vida adulta a los 16 años de edad y vivía en solitario. Durante sus últimos años de vida perdía los dientes, deforma que no podía alimentarse, y terminaba muriendo de hambre.
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