El jefe del Estado Mayor de los Ejércitos de Francia, el general François Lecointre, ha instado este martes a colgar el uniforme a todos los militares en activo que firmaron de forma anónima una tribuna en una revista ultraconservadora advirtiendo del “derrumbe” del país y del peligro de una “guerra civil latente”.
“Lo más razonable es abandonar la institución para poder hacer públicas, con toda libertad, sus ideas y sus convicciones”, escribe Lecointre en una carta interna a los militares a la que la Agencia France Presse dice haber tenido acceso. El Estado Mayor francés ha confirmado a este diario la existencia de la misiva, “un mensaje destinado a los militares”, enviada por Lecointre, aunque no ha revelado su contenido.
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Esta es segunda tribuna suscrita por militares —la primera en su mayoría retirados y esta de uniformados en activo, aunque debido al anonimato es difícil verificar su identidad y número— en menos de un mes. La acción de los firmantes, que rompe la neutralidad tradicional de las Fuerzas Armadas para asumir un discurso muy próximo a la extrema derecha, ha provocado un fuerte revulsivo tanto en el Gobierno como en buena parte de la oposición, sobre todo de izquierda. El lunes, la ministra de Defensa, Florence Parly, calificó la columna publicada en la revista de extrema derecha Valeurs Actuelles como una “burda maquinación política” que “utiliza toda la retórica, vocabulario, tono, referencias de la extrema derecha” y que solo “busca dividir, fracturar, la nación en un momento en que, más que nunca, necesita unirse reencontrarse”. Según Valeurs Actuelles, la nueva tribuna ha sido firmada ya por más de 240.000 personas, aunque la publicación había “invitado” también a civiles a apoyarla y sigue sin revelar la identidad de los signatarios.
La primera tribuna, firmada inicialmente por un millar de militares, aunque solo 18 en activo y otros 20 generales en la reserva, provocó el anuncio por parte de las autoridades militares de sanciones “ejemplares” contra los signatarios, que llegaban a advertir de la posibilidad de una “intervención” militar si el Gobierno de Emmanuel Macron no hace nada para evitar el “desmoronamiento” de Francia. En este nuevo caso, sin embargo, es más difícil tomar medidas, dado que no se conoce la identidad de los firmantes, que solo aseguran haber entrado “recientemente” en las Fuerzas Armadas y que se definen como “hombres y mujeres, militares en activo, de todos los ejércitos y de todas las gradaciones, de todas las sensibilidades”, que han combatido en algunos casos en “Afganistán, Malí, África Central” y otras misiones contra el extremismo islamista.
“Desde hace varias semanas (…) la obligación de reserva que se impone a todo militar ha sido ampliamente transgredida”, lamenta Lecointre en la carta, siempre según AFP. Los firmantes de las dos tribunas, “en nombre de la defensa de convicciones personales (…) han contribuido a arrastrar al Ejército en debates políticos en los que no tiene ni legitimidad ni vocación de intervenir”, advierte, haciendo a la par un llamamiento a “demostrar sentido común y, sobre todo, lucidez”.
“Cada militar es libre de pensar lo que quiera, pero tiene que distinguir, sin ambigüedad alguna, lo que viene de su responsabilidad como ciudadano y lo que proviene de su responsabilidad como militar”, subraya el máximo jefe militar francés. La víspera, el Gobierno había insistido también en que es la neutralidad la que precisamente da legitimidad y confianza de los ciudadanos en sus Fuerzas Armadas.
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