Todos nos quedamos pensando qué significan las líneas que tenemos en las manos, normalmente hay 3 o 4 y las leyendas populares lo atribuyen a las líneas de la vida. De hecho, hay quienes adivinan el pasado y el futuro si miran estas líneas de las manos, aunque evidentemente no hay ninguna base científica en ello.
En todo caso, hablamos de la quiromancia, la pseudociencia que nos dice cosas de nosotros a través de analizar qué quieren decir las líneas de las manos.
En medio: línea de la cabeza
Esta línea la encontramos en medio y hay personas que la tienen muy definida mientras que a otros se les junta con otras líneas, especialmente las de más abajo.
Al llamarse de la cabeza está ligada con la inteligencia de una persona y los conocimientos que uno va adquiriendo.
En algunas personas, esta línea va hacia abajo, de manera que si está curvada, entonces la persona podría ser mucho más creativa. En cambio si es corta, el intelecto no es tan importante.
Hay quienes la tiene algo ondulada, y esto pasa porque además de ser creativos pueden distraerse mucho más.
Línea del corazón
Es la que está arriba del todo. Destaca porque evoca nuestros sentimientos y el amor. De manera que si empieza debajo del dedo índice, la vida amorosa y romántica suele sonreír.
Cuando es una línea recta se imponen otras cosas más allá que el amor y el sentimiento, si está interrumpida hay cosas pendientes que es mejor resolver en el plano emocional.
Línea de la vida
Esta la que está más abajo y va también hacia debajo. Es al que, según la quiromancia, está unida a la salud física. Si es muy profunda, entonces se trata de una persona que vive mucho y que tiene buena salud. Mientras que si es curvada tiene fortaleza.
A veces en las líneas de la vida encontramos ramificaciones y salen otras líneas, no es muy común, pero puede pasar. Si es así en la llamada línea de la vida, entonces también refleja buena salud, pero si hay círculo esto quiere decir que hay problemas físicos.
Como vemos, es toda una creencia que se extiende desde hace siglos, pero que no tiene ninguna base para determinar qué le pasará a la vida de una persona a través de sus manos. Es cuestión de fe de igual forma que lo podemos ser con otras cosas.
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