La Casa Blanca ha hecho público este lunes la declaración de impuestos del año 2020 del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, cumpliendo así con una tradición no escrita que rompió Donald Trump durante su mandato. “Hoy, el presidente ha revelado lo que pagó de impuestos en 2020, continuando así una tradición casi ininterrumpida”, se leía en el comunicado de la Casa Blanca. Por supuesto, la noticia no ha sido tanto lo que pagaba el presidente como el hecho de haberlo revelado.
El exmandatario republicano se negó rotundamente a desvelar cualquier tipo de información sobre sus finanzas o cuál era el verdadero valor de su imperio que, según una investigación del diario The New York Times, estaba plagado de deudas. En esa información de septiembre de 2020, el rotativo neoyorquino aseguraba que Trump solo pago 750 dólares en impuestos en 2016 y que había llegado a declarar como deducciones 70.000 dólares en concepto de peluquería.
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Trump ha sido el único mandatario desde del escándalo del Watergate que le costó la presidencia a Richard Nixon (1969-1974) en no hacer público el dato de los impuestos que pagaba, argumentando que no podía hacerlo debido a que era objeto de una auditoría. Según establece el IRS (Internal Revenue Service, siglas en inglés, el equivalente a la Hacienda española), cada presidente y vicepresidente desde aquella época está sujeto a un examen de sus cuentas cada año.
Joe y Jill Biden ganaron algo más de 600.000 dólares el año pasado, según se desprende de su declaración de impuestos, señala la Casa Blanca. El matrimonio Biden, que presenta su declaración de forma conjunta -la primera dama es profesora- pagó algo más de 157.000 dólares en impuestos federales sobre la renta y cerca de 29.000 dólares al Estado donde residían antes de llegar a la Casa Blanca, Delaware.
De la información hecha pública por la Casa Blanca se desprende que los Biden tuvieron una caída significante en sus ingresos el año pasado como consecuencia de la campaña electoral para la presidencia, ya que dejó de ganar dinero al no poder dar conferencias ni ejercer como profesor de la Universidad de Pensilvania. En 2019, Joe y Jill Biden ganaron alrededor de 985.000 dólares.
También se han desvelado las ganancias de la vicepresidenta Kamala Harris, quien presentó una declaración conjunta con su marido, el abogado Doug Emhoff, en la que declaraba unos ingresos brutos de casi 1.700.000 dólares. Entre ambos pagaron casi 622.000 dólares en impuestos federales sobre la renta. Harris pagó poco más de 125.004 dólares en el impuesto sobre la renta de California (donde residía cuando era senadora) y Emhoff pagó casi 57.000 dólares en Washington (donde vivía y trabajaba como profesor de derecho en la universidad de Georgetown).
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