Las pecas son un rasgo genético muy característico de las personas que suelen tener la piel y el cabello especialmente claro. Normalmente el rasco más característico es que estas pequeñas manchas de la piel surjan en la cara, pero también pueden aparecer por todo el cuerpo.
Se trata de pequeñas manchas en la piel que son zonas hiperpigmentadas que pueden desarrollarse por herencia genética o por una exposición inadecuada al sol.
La melanina es la sustancia que le da color a nuestra piel al cabello o al iris de nuestros ojos. Los melanocitos son los encargados de producir esta melanina. Estos alimentan a los queratinocitos que crean a su vez la queratina.
La queratina es la principal proteína que genera la epidermis y construyen una barrera que nos proteja del polvo, el agua o la luz solar.
Cuando el cuerpo libera esta melanina para protegernos de la incidencia de la luz solar, las pecas aparecen cuando se produce una acumulación de esta sustancia en puntos de nuestro cuerpo.
Las pecas son portante lesiones benignas que no componen ningún trastorno ni enfermedad en la piel, y solo en casos muy extremos y raros pueden evolucionar a una enfermedad como el cáncer de piel.
¿Cómo se producen?
Existen muchas pieles humanas que no crean la melanina suficiente para que el cuerpo se oscurezca de manera uniforme. Esto da como resultado la acumulación de pigmento en determinadas áreas donde se pueden formar finalmente las pecas.
Pero desde la niñez ya suelen estar presentes en personas más claras de piel, con los ojos claros y el cabello claro. Con los años suelen desaparecer, pero la exposición al sol puede hacer que estas se vuelvan más oscuras durante épocas como el verano.
Igualmente, las mujeres suelen tener más facilidad para la aparición de pecas debido a los cambios hormonales que puede sufrir su cuerpo. Por esto, resulta frecuente que aparezcan pecas en mujeres embarazadas que antes nunca tuvieron o en mujeres que utilizan pastillas anticonceptivas.
Los médicos suelen diferenciar entre dos tipos de pecas. Por un lado las pecas simples, que son manchas redondeadas y pequeñas. Suelen ser congénitas.
Por otro lado describen las que son creadas por quemaduras del sol. Suelen ser más oscuras y algo mayores que las pecas simples. Además, este tipo de peca suele aparecer en la espalda y los hombros, y no solamente en la cara.
Las personas pecosas deben visitar al médico periódicamente para comprobar que sus pecas no cambian de color, tamaño o de forma.
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