Sólo quedan unas semanas para dar la bienvenida al verano. Todas queremos lucir un bronceado dorado y espectacular, pero es importante tomar el sol con cabeza. La piel es el órgano más grande del cuerpo, y en cada época de año requiere de unos cuidados muy específicos. A continuación hemos seleccionado los mejores consejos para cuidar la piel en verano.
¿Por qué es tan importante el cuidado de la piel en verano?
El cuidado de la piel es esencial durante los 365 días del año, pero en los meses de verano hay que incidir en la hidratación y la protección. De lo contrario, el riesgo de desarrollar un melanoma y de que la piel envejezca de forma prematura es muy alto. Las quemaduras solares a largo plazo acaban provocando que la piel pierda su elasticidad y los signos de la edad, como las arrugas y las líneas de expresión, aparezcan de forma prematura.
Teniendo esto en cuenta, lo primero y más importante es desterrar falsos mitos. Se dice que tomar el sol sin crema de protección solar es lo más efectivo para ponerse morena rápido, pero es completamente falso. También que desde el primer día se pueden pasar cuatro o hasta cinco horas bajo el sol sin que pase nada. Pero no es así. La exposición al sol debe ser progresiva.
Cómo cuidar la piel durante los meses de verano
La hidratación tanto interna como externa es fundamental. Hay que beber dos litros de agua diarios y, además, utilizar una buena leche hidratante después de cada ducha. También es conveniente aplica un after-sun adaptado a cada tipo de piel después de tomar el sol. Hay que prestar atención a las zonas más secas, como los codos, las rodillas y los talones.
El protector solar debe ser nuestro mejor aliado en la época estival. Por supuesto, siempre hay que elegir una crema adaptada al tipo de piel y aplicarla a diario, no sólo cuando vayamos a tomar el sol en la playa o en la piscina. Es algo que debemos hacer todos los días 30 minutos antes de salir de casa, y luego reaplicar la crema cada dos horas.
No es conveniente tomar el sol en las horas centrales del día, entre las 12:00 y las 16:00 horas. La razón es que los rayos del sol inciden en la piel con mayor fuerza.
Y, por último, no hay que olvidar la importancia de la alimentación para tener una piel sana y cuidada. Las verduras frescas y las frutas son esenciales en la dieta.
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