Nuevo elemento de presión al Ayuntamiento de Ada Colau sobre el Hermitage después de que se diera a conocer que los impulsores del proyecto habían sumado al Liceo para que use parte de sus instalaciones cuando el museo esté abierto en la Nueva Bocana Norte del puerto. Este lunes, más de 80 entidades locales y asociaciones de vecinos de Barcelona han presentado el manifiesto ¿Y si estamos ante la última oportunidad?, en el que piden al Ayuntamiento y al Puerto de Barcelona que faciliten la instalación del nuevo museo “por los beneficios culturales, sociales, económicos que revertirá el Hermitage en este espacio urbano”.
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El manifiesto, impulsado por la plataforma Més Cultura per a Barcelona, que aglutina a entidades como la Cámara de Barcelona, Foment del Treball, la Asociación de Vecinos de la Barceloneta y el Gremio de Hoteleros, entre otras del tejido asociativo, lo han firmado, hasta ahora, 85 entidades; entre ellas 16 asociaciones de vecinos: Barceloneta, Villa Olímpica, Gòtic, Besòs, Front Marítim, Raval, Comerciantes y Vecinos de Via Laietana, Poble Sec, Turó Parc-Galvany, La Rambla y Plaça de Catalunya, entre otras; además de escuelas e institutos de Barcelona y asociaciones de fiestas de la ciudad, como las de gigantes, pesebristas, trabucaires, sardanistas, etcétera. Los promotores aseguran que siguen abiertos a nuevas adhesiones. Més Cultura per Barcelona, creada para dar apoyo al Hermitage, ha dado a conocer varios vídeos y comunicados en los últimos años claramente a favor del proyecto de nuevo centro. De hecho, el pasado 24 de enero de 2020, días antes de saber si el Ayuntamiento aprobaría o no su construcción, lanzó otro comunicado, con el mismo título y párrafos íntegramente iguales a los de este lunes y que entonces firmaban 45 entidades.
Los firmantes del documento preguntan ahora directamente, “después de tantos años de impedimentos”: “¿De qué se tiene miedo?”, y alegan de que el Hermitage “trata de acoger un polo cultural acompañado de un proyecto artístico para convertir la Barceloneta en un centro de pensamiento, reflexión y arte emergente, con el propósito de establecer vínculos con universidades, centros de arte y otros equipamientos culturales de la ciudad”.
Conscientes de que se entra en un proceso crucial, después de que la alcaldesa Ada Colau pidiera el 28 de abril unas semanas más de tiempo para poder acercar posturas y que la presidenta de la Autoridad Porturia pidiera cerrar el tema, “otorgarlo o desestimarlo”, las entidades firmantes aseguran que “nunca otro proyecto había estado tan atento a nuestros intereses, a nuestras preocupaciones, a los deseos de la sociedad civil para pensar y dibujar una nueva zona de Barcelona”. Y recuerdan que todo se ha hecho dentro del Plan de Espacios de la Nueva Bocana del puerto que aprobó el Ayuntamiento y que el “proyecto en todo momento ha pensado en el barrio y la ciudad como forma para mejorar la vida cultural y social de los vecinos”. El manifiesto llega a dos días de que el consejo de administración del puerto apruebe previsiblemente la concesión al Hermitage, aunque quedará condicionada a la concreción del convenio entre Puerto y Ayuntamiento y al acuerdo del patronato del Liceo sobre esa posible alianza.
Desde Més Cultura per Barcelona defienden que los promotores del Hermitage “han sabido escuchar, recoger, proponer y adaptarse a las peticiones de las entidades vecinales, del sector empresarial y del ámbito educativo”, algo que no comparte el Ayuntamiento, sobre todo tras conocer el resultado de los cuatro informes que encargó sobre viabilidad cultural, económica, movilidad y urbanística del proyecto en los que siempre se ha apoyado para mostrar su negativa a que en este espacio de la ciudad se construya el museo. Desde el Ayuntamiento tampoco se han planteado opciones de forma clara para instalar el museo en otro lugar o se ha ofrecido un edificio barcelonés para reconvertirlo en museo. En las últimas semanas ha trascendido que desde el gobierno municipal se ha planteado la posibilidad de implantar en la zona una incubadora de empresas emergentes tecnológicas. El desacuerdo por el nuevo museo viene de lejos. En 2018, la alcaldesa Ada Colau puso en duda la viabilidad financiera de un proyecto en el que se prevé invertir unos 50 millones de euros, dar trabajo a más de 300 personas y que aportaría la firma de un reputado arquitecto, Toyo Ito, a Barcelona.
La entidad y los firmantes añaden que la posible alianza con el Liceo hace más atractiva la propuesta de instalación en la Nueva Bocana Norte porque consolidaría un eje artístico en el frente litoral y supondrá “una iniciativa con un verdadero poder transformador y enriquecedor, no solo para el barrio de la Barceloneta, sino para la ciudad y el país”.
Més Cultura aplaude el anuncio de que el Puerto de Barcelona promueve la alianza entre el Liceo y el Hermitage para hacer “un gran hub [centro de operaciones] cultural del mar”, con el fin de que el teatro se integre en el proyecto. Según la plataforma, esa integración pone de manifiesto “el carácter cultural y de calidad de Hermitage y su voluntad real de arraigarse” en la ciudad.
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