El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha recibido este martes en la Casa Blanca a la familia de George Floyd en el primer aniversario de la muerte del afroamericano a manos de un policía blanco en Minneapolis. Durante el encuentro, celebrado a puerta cerrada, los familiares de Floyd abordaron la brutalidad de la que son objeto en muchas ocasiones los afroamericanos, el racismo que azota al país y el proyecto de ley para reformar la policía que discute el Congreso, bautizado con el nombre del icono del movimiento racial. Hasta ahora, los republicanos se han negado a aprobar la normativa, principalmente por la propuesta demócrata de eliminar la llamada inmunidad cualificada, una doctrina federal que protege a los policías de algunas demandas judiciales.
Una docena de familiares, amigos y abogados de los allegados de George Floyd se reunieron con el presidente y la vicepresidenta, Kamala Harris, durante más de una hora. Tras acabar el encuentro urgieron a que se apruebe la reforma policial que discute el Congreso. “El presidente Biden nos dijo que prefiere una ley correcta a una ley rápida”, apuntó el abogado Ben Camper, quien agregó que se reunirán esta tarde con un grupo de legisladores para discutir sobre la normativa en discusión. “Si pueden hacer leyes federales para proteger a un ave nacional, que es el águila calva, pueden hacer leyes federales para proteger a los negros”, dijo Philonise Floyd, hermano del fallecido.
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“Las negociaciones sobre la Ley George Floyd de Justicia Policial en el Congreso están en curso. He apoyado firmemente la legislación aprobada en la Cámara de Representantes y aprecio los esfuerzos de buena fe de demócratas y republicanos para aprobar un proyecto de ley significativo del Senado. Espero que recibir la ley en mi escritorio rápidamente”, sostuvo Biden en un comunicado.
Biden recordó poco antes del encuentro en Twitter que la condena por asesinato al expolicía Derek Chauvin fue un paso hacia la justicia. “Pero no podemos detenernos allí. Nos enfrentamos a un punto de inflexión. Tenemos que actuar”, añadió. El mandatario demócrata no logró cumplir su deseo de conmemorar el aniversario con la reforma del sistema policial más ambiciosa de las últimas décadas ya aprobada. El texto, ahora atascado en el Senado, busca mejorar la rendición de cuentas de la policía y combatir el sesgo racial. La normativa incluye prohibir la técnica de inmovilización en el cuello —la rodilla de Chauvin apretó el de Floyd durante nueve minutos— y crear un registro de mala conducta de la policía nacional, entre otras medidas.
Antes de visitar la Casa Blanca, los familiares de Floyd acudieron al Capitolio para reunirse con la líder demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y la congresista demócrata Karen Bass, una de las líderes de las negociaciones bipartidistas y bicamerales para llegar a un acuerdo sobre la ley de reforma policial. “Se aprobará de manera bipartidista. Y ese es un compromiso que tengo personalmente con la familia”, dijo Bass.
Cambiar el mundo
Quienes acudieron este martes por la mañana al lugar de Minneapolis en el que Floyd clamó que no podía respirar hasta desvanecerse bajo la rodilla de Chauvin escucharon una treintena de disparos. Los transeúntes, cerca de una veintena, corrieron, se agacharon y se cubrieron la cabeza mientras resonaban los tiros. La policía de Minneapolis informó sobre un herido de bala producto de un tiroteo cerca de la llamada plaza de George Floyd donde, tras el incidente, continuaron las actividades en homenaje a uno de los rostros principales del fortalecido movimiento Black Lives Matter.
“Papi cambió el mundo”, fue una de las frases que marcaron el primer año de muerte de Floyd. La dijo en junio del año pasado su hija Gianna mientras observaba asombrada una manifestación en Minneapolis. Ciudades como Los Ángeles o Baltimore recortaron el presupuesto de la policía para destinar ese dinero a programas sociales para la comunidad negra. Minneapolis prohíbe el uso de técnicas de inmovilización en el cuello. “Se ha avanzado lentamente”, sostuvo este lunes en la CNN Philonise Floyd.
La muerte de George Floyd no solo sumergió de lleno al país en un debate sobre el racismo sistemático, también despertó el revisionismo de los símbolos de la guerra civil. La bandera de Misisipi ya no tiene los símbolos de la Confederación y la icónica estatua del general Robert E. Lee ha sido retirada de Richmond, Virginia, al igual que varios monumentos de líderes confederados que pelearon en la Guerra de Secesión. El equipo de fútbol americano Washington Redskins ya no se llama así y la franquicia de béisbol Cleveland Indians anunció que cambiará su nombre por ser ofensivo a los nativos americanos. “El nombre ya no es aceptable en nuestro mundo”, explicó el dueño. Un mundo sin el padre de Gianna.
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