LIMA – A 16 se ha elevado el número de víctimas de la masacre ocurrida el lunes en Perú en plena campaña electoral que las Fuerzas Armadas atribuyen a los remanentes narcoterroristas de Sendero Luminoso, una versión que algunos sobrevivientes de la matanza no se atreven a refrendar.
Las dos nuevas víctimas fueron halladas en el lugar de los hechos después de que un fiscal antiterrorista revisara la zona y ordenara el levantamiento de los restos mortales, según detalló este martes en un comunicado el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas.
La masacre ocurrió el lunes en la madrugada en un bar de una aldea del municipio de Vizcatán del Ene, ubicado en el corazón del Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM), la principal zona de producción cocaína de Perú y el reducto de los remanentes de Sendero Luminoso, que operan como socios y guardaespaldas del narcotráfico.
Entre las víctimas se encuentra la dueña del bar y dos hermanas con sus respectivas hijas, mientras que el resto eran presuntamente clientes del local que vivían en la zona.
Las Fuerzas Armadas dan por seguro que la matanza es una “limpieza social” a cargo del Militarizado Partido Comunista del Perú (MPCP), nombre con el que se autodenominan los herederos de Sendero Luminoso, ya que en el lugar de los hechos reportan haber hallado una nota de este grupo.
En la octavilla esta organización reivindica la necesidad de limpiar a Perú de “prostíbulos, homosexuales, lesbianas, drogadictos e individuos indisciplinados”.
En ese mismo papel llamaban también a no votar en las elecciones peruanas del próximo 6 de junio, cuando se celebra la segunda vuelta presidencial entre los candidatos Pedro Castillo (izquierda) y Keiko Fujimori (derecha), y tildaban especialmente de “traidores” a los votantes de la candidata fujimorista.
AL MENOS FUERON TRES HOMBRES ARMADOS
Sin embargo, testigos y sobrevivientes a la masacre entrevistados por el portal Ojo Público no se atreven a refrendar que los autores fueran los narcoterroristas.
Según los testimonios, en el lugar irrumpieron al menos tres hombres armados con fusiles en el pecho que comenzaron a acribillar sin mediar palabra, vestidos de civil, sin ropa militar o prendas negras como las que suelen llevar los miembros del autodenominado MPCP.
El atentado ha sacudido la polarizada campaña electoral de Perú entre Castillo y Fujimori, quienes han condenado la masacre y han prometido tomar acciones para acabar con el terrorismo, la violencia y el narcotráfico en el VRAEM.
Hasta 2016, la mayoría de quienes pasaban de Colombia a Panamá eran de Asia o África, pero entre ese año y 2020 aumentó el número de cubanos y disminuyó el de asiáticos. Desde 2018 predominan los haitianos, que viajan en familias completas.
Aunque es habitual que los remanentes de Sendero Luminoso cometan atentados poco antes de cada elección presidencial, sus objetivos habían sido siempre en los últimas ocasiones militares y policías, mas no población civil como en esta ocasión.
El único precedente similar ocurrió en marzo, cuando los narcoterroristas masacraron a cuatro miembros de una familia en un poblado de la sureña región de Ayacucho, presuntamente en venganza por la muerte tras un enfrentamiento con militares del número dos de la organización, Jorge Quispe Palomino (“camarada Raúl”).
“CAMARADA JOSÉ”, EL MÁS BUSCADO
El autodenominado Militarizado Partido Comunista está liderado por Víctor Quispe Palomino (“camarada José”), el último sobreviviente de los tres hermanos a cargo de esta facción de Sendero Luminoso financiada por el narcotráfico.
Se desconoce con exactitud cuántos hombres están bajo su mando, aunque los militares estiman que son entre 100 y 200, con su centro de operaciones en el Vizcatán, un núcleo de selva montañosa de muy difícil acceso ubicado en el centro del VRAEM.
Del VRAEM, cuyo territorio abarca parcialmente cuatro regiones del sur de Perú, salen aproximadamente el 70% de las 411 toneladas de cocaína que son exportadas desde el país principalmente a Estados Unidos, Europa y Brasil.
El VRAEM es el último escenario activo del sanguinario conflicto armado interno (1980-2000) desatado en Perú por el grupo maoísta Sendero Luminoso y el marxista Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), que causó unos 69,000 muertos, según el informe final de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación (CVR).
Las muertes se debieron a la repentina baja de la temperatura.
Desde fines de la década de 1990, cuando toda la cúpula de Sendero Luminoso fue capturada, los hermanos Quispe Palomino se hicieron con la organización en esa zona.
Sin embargo, el fundador de Sendero, Abimael Guzmán, que cumple cadena perpetua en una base naval, no los reconoce como tales y ellos no siguen órdenes del apodado “presidente Gonzalo”.
No obstante, antes de la captura de Guzmán en 1992, los dos hermanos participaron en varios actos criminales de Sendero en su sanguinaria cruzada por imitar la guerra popular de China e instalar en Perú un régimen maoísta.
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