Por una vez, el PSOE de Madrid no ha deparado sorpresas ni decisiones improvisadas y Hana Jalloul, exsecretaria de Estado de Migraciones y número dos de la candidatura de Ángel Gabilondo en las elecciones del 4 de mayo, será la nueva portavoz en la Asamblea de Madrid, adelantan fuentes socialistas a EL PAÍS. Juan Lobato, número cuatro de la lista y exalcalde de Soto del Real, será portavoz adjunto, al igual que la número cinco, Irene Lozano, ex secretaria de Estado para el Deporte y ex presidenta del Consejo Superior de Deportes (CSD). Carmen Mena será la secretaria general del grupo parlamentario.
El reto que Jalloul afrontará los próximos meses, pese a contar con el aval de Pedro Sánchez, es hercúleo. La prioridad es recuperar la condición de alternativa de gobierno que Más Madrid arrebató al PSOE, aunque fuera por 4.500 votos, y reconstruir el proyecto socialista con vistas a las elecciones autonómicas de 2023. Ferraz no decidirá hasta unos meses antes a su cabeza de cartel frente a una figura de la proyección política de Isabel Díaz Ayuso como quedó patente en los comicios del 4-M, en los que llevó al PP a unos registros que no lograba desde los tiempos de Esperanza Aguirre.
La dirección federal del PSOE, la gestora y la antigua ejecutiva de la federación madrileña coincidían desde hace semanas en que la opción más lógica era mantenerse fieles al orden de la lista presentada el 4-M. Y más después del fiasco electoral, en el que el PSOE firmó su peor resultado en la Comunidad de Madrid con 24 escaños, 13 menos que en su victoria de 2019 y primera desde 1987. Mientras el PSOE quedaba reducido a 610.000 votos, 275.000 por debajo de los conseguidos dos años antes, el PP se disparaba con 1,6 millones de votantes, 900.000 más que en las elecciones anteriores. En este contexto, con una crisis que se ha cobrado la dimisión de José Manuel Franco como secretario general del PSOE de Madrid y la renuncia de Gabilondo al acta de diputado, el PSOE tenía claro que no podía permitirse un paso en falso y enturbiar aún más el ambiente en una federación con fama de ser de las más indómitas del socialismo. La situación es tan grave que los diputados deberán tener exclusividad y no podrán alternar el control al Gobierno con otros cargos públicos. Jalloul ha recibido su nueva responsabilidad “con responsabilidad, compromiso, mucha energía e ilusión”.
Aunque la sorpresa hubiera sido que Jalloul no fuera la portavoz, la gestora no ha querido adelantar cuál sería su decisión sin reunirse previamente con los 24 diputados que integran la bancada socialista. Tras un “periodo de escucha”, este miércoles se han concluido los últimos encuentros que quedaban pendientes. Antes, la gestora ya convocó al grupo parlamentario en la Cámara regional y en la agrupación de Puente de Vallecas.
La gestora también ha prestado atención a la opinión de los secretarios generales de las agrupaciones y a los alcaldes. La gran fortaleza de los socialistas es su poder municipal: salvo la capital y Torrejón de Ardoz, gobiernan en el resto de ciudades de más de 100.000 habitantes de la región. Gabilondo concentró sin éxito todos sus esfuerzos en movilizar al electorado de las grandes urbes del cinturón industrial del sur de Madrid y del corredor del Henares. Ferraz, a través de Adriana Lastra, vicesecretaria general y portavoz en el Congreso, también instó a los regidores y los secretarios generales de los distritos obreros de la capital a implicarse en los comicios casi como si se tratara de unas elecciones municipales. Al final, la estrategia seguida durante la campaña, con varios bandazos en los que el PSOE pasó de centrarse en el electorado de Ciudadanos a decidirse por un pacto con Pablo Iglesias —pese al rechazo de Gabilondo a esa posibilidad durante toda la precampaña y parte de la campaña—, abocó a los socialistas a su peor resultado.
Jalloul tiene muy presente el error que más se le achaca a Gabilondo: la inacción y falta de contundencia ante las políticas de Ayuso en lo más crudo de la pandemia. Un vacío que la candidata de Más Madrid, Mónica García, ocupó y le terminó favoreciendo el 4-M. “Seremos una oposición que estará al 250%, tenaz, firme, potente, constante, eficaz, apasionada y pegada a la calle”, ha aseverado. La portavoz tendrá un papel más activo en la denuncia de la gestión de la presidenta de Madrid, como que los presupuestos de la Comunidad vigentes se diseñaran en 2018 y estén prorrogados desde 2019. Ayuso no ha presentado siquiera un proyecto de cuentas públicas en sus dos años de mandato.
Además parte con una gran baza a su favor: cuenta con el beneplácito de Sánchez, que de hecho se implicó personalmente en la renovación de la candidatura para el 4-M. El presidente del Gobierno y secretario general de los socialistas apostó por una profunda remodelación en los 10 primeros puestos de la candidatura, con perfiles jóvenes y con experiencia de gestión. Nadie en La Moncloa ni en Ferraz contemplaban el desplome del 4-M, pero sí reconocían la dificultad para destronar a Ayuso. De ahí que la lista estuviera también pensada para poner los cimientos del proyecto para la cita electoral de 2023, según argumentaban en la sala de máquinas de la candidatura y en Ferraz.
La elección de Jalloul, aun siendo una apuesta fuerte del partido, no implica que vaya a ser la futura responsable del PSOE de Madrid. La decena de fuentes consultadas comparten que Lobato ―renunció antes del inicio de la campaña para volcarse en la candidatura―, y Javier Ayala, regidor de Fuenlabrada ―logró el 55,5% de votos en las elecciones locales de 2019― son los dirigentes que suenan con más fuerza para dirigir la federación madrileña en el congreso de otoño. Lobato ya se presentó a las primarias de 2017, en que Franco fue elegido. Hasta entonces la gestora que preside Isaura Leal dirigirá al partido interinamente. Con Jalloul como la nueva referente de los socialistas frente a la dirigente del PP, que se ha convertido en un referente nacional de la derecha por su confrontación constante con el Gobierno.
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