Precisamente porque es más fácil de lo que podríamos pensar caer en las trampas que nos ponen las dietas milagros y otras dudosas técnicas que prometen resultados rápidos y sin esfuerzo, es importante que sepas qué errores cometemos a la hora de adelgazar.
Si estás decidida a perder peso de forma saludable te animamos a que sigas leyendo porque te explicamos los 3 errores más comunes al intentar adelgazar.
Desintoxícate de todo lo que creías saber sobre cómo se debe perder peso
- Evita improvisar tus comidas o ser demasiado flexible según lo que te apetece cada día
No mantener unos horarios regulares para comer día tras día mediante una planificación semanal es más importante de lo que nos creemos y tiene un peso comparable al que le damos a la reducción calórica.
Pues nuestro cuerpo aprende de nuestros hábitos y responde a lo que cree saber de nosotros, así que cuando no seguimos estos hábitos, aparece el hambre entre horas y la tentación de rellenar nuestro plato con cosas de picoteo que no entran dentro de nuestra dieta ideal.
- Deja de reducir tus raciones al mínimo, de eliminar ingredientes de tu dieta sin ton ni son
Saltarte la cena, hacer que en esta solo haya fruta y omitir la merienda (o la precena) no te será de ayuda, porque solo hará que el hambre que te habrá producido la reducción calórica que si debes hacer si pretendes perder peso, aumente.
Así que necesitas ir reduciendo tus raciones de forma progresiva y racional (sin llegar a ningún extremo y solo para conseguir una ración adecuada) y quizás para ello es bueno que meriendes proteínas para llegar con sensación de saciedad a la cena y no pasarte entonces.
Si por otro lado, estás decidida a comer menos porque sabes que el problema reside efectivamente en los excesos y en el picar entre horas, también puedes pasarte al ayuno intermitente (aunque siempre es aconsejable hacerlo de la mano de un profesional que pueda pautarte este nuevo hábito). ¿Qué errores cometemos a la hora de adelgazar?
- No te fíes de los alimentos light ni de los ultraprocesados que prometen ser “más saludables”
En vez de comprar alimentos típicamente comerciales en su versión light pensando que son bajos en azúcares, grasas y con pocas calorías -fiándote solo de esa etiqueta-, fíjate en su información nutricional para comprobar si realmente son “más saludables” y siempre que puedas, sustitúyelos por alimentos naturales con menos ingredientes o componentes añadidos, de la misma manera que es totalmente desaconsejable sustituir alguna comida por una barrita energéticas.
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