EU no puede depender de México para resolver su problema de drogas, señala exembajador Landau

El exembajador de Estados Unidos en México, Christopher Landau, criticó que su país no tenga una estrategia para abordar el uso extendido de drogas en su territorio y que ésta solo se limite a pedirle a México que capture a los narcotraficantes y los extradite.

En un mensaje difundido en su cuenta de Twitter, en el que compartió un artículo publicado el pasado viernes en un diario de Arizona, señaló: “El uso de drogas y las sobredosis se están disparando en los EE.UU. Y no tenemos una estrategia nacional para abordar la crisis más que pedirle a México que persiga y extradite a los capos“.

En su artículo publicado en Arizona Republic señala que si bien la crisis migratoria a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México ha monopolizado los titulares recientes, se desarrolla otra crisis a lo largo de la frontera: el flujo de drogas ilegales y cada vez más letales hacia Estados Unidos.

Asegura que Estados Unidos registró más de 81 mil muertes por sobredosis de drogas en los 12 meses previos a mayo de 2020, lo que representó el número más alto de muertes por sobredosis jamás registrado en un periodo anual. “Los informes provisionales sugieren que el problema solo se ha intensificado durante el año siguiente de la pandemia”, menciona.

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Landau advierte que la mayoría de estas drogas ingresan por la frontera con México y que cuando fue embajador, durante el gobierno del presidente Donald Trump, instó al gobierno mexicano para que adoptara una postura más proactiva, interceptara el flujo de drogas y procesara a los responsables.

Sin embargo, enfatiza que “Estados Unidos no puede depender de México, ni de ningún otro país extranjero” para resolver su problema de drogas. Denuncia que las agencias antinarcóticos, en especial la DEA, mantienen una mentalidad de Eliot Ness cuyo objetivo principal es “atrapar a los malos y llevarlos ante la justicia”.

Menciona que si bien ese objetivo es loable, no puede ser la base de la estrategia nacional debido a que la captura de los capos depende del gobierno mexicano, ya que la mayoría de ellos vive en México.

“Para bien o para mal, el actual gobierno mexicano del presidente Andrés Manuel López Obrador está firmemente convencido de que un enfoque ‘militarizado’ para lidiar con los cárteles no solo sería ineficaz sino contraproducente”, apunta.

Landau no tiene claro que las instituciones policiales y judiciales de México estén a la altura. Pone como ejemplo el fallido intento de capturar a Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, en octubre de 2019.

“En un nivel más profundo, atrapar y probar a los capos de la droga no afectará significativamente el suministro de drogas ilegales” ya que a menudo a escuchado en México que “si le cortas la cabeza a la serpiente, cinco volverán a crecer”, lo que está ampliamente respaldado por la experiencia.

“Nada de esto sugiere que Estados Unidos y México no deban trabajar juntos para aprehender a figuras clave en el tráfico ilegal de drogas y llevarlas ante la justicia. Los cárteles representan un grave peligro para ambos países y compartimos el interés común de erradicarlos”, advierte.

“Pero Estados Unidos no puede subcontratar su estrategia antinarcóticos a México. Cualquier estrategia que defina el éxito en referencia a los esfuerzos de otro país está condenada al fracaso. Estados Unidos debe tener control sobre la implementación de su propia estrategia, lo que requiere un enfoque renovado en los esfuerzos dentro de sus propias fronteras”, dice el exemajador.

Parte de dichos esfuerzos pasan por los programas educativos en Estados Unidos, además de tener un mejor control en su territorio del flujo de drogas, dinero y armas.

“Si Estados Unidos, con su sistema de justicia penal relativamente robusto, ha demostrado ser incapaz de erradicar o incluso contener sustancialmente estas actividades de tráfico dentro de sus propias fronteras, ¿cómo puede esperar de manera realista que México lo haga dentro de las suyas?”, ironiza.

Por lo tanto, las fuerzas del orden estadounidenses deben atacar las raíces del poder de los cárteles como el dinero y las armas. Menciona que Estados Unidos podría evitar “que las ganancias de las drogas ilegales que emanan de este país lleguen a los bolsillos de los cárteles en México”. Además, debe detener el torrente de armas de fuego y municiones que fluye a través de la frontera hacia los cárteles mexicanos.

“Durante demasiado tiempo, los políticos estadounidenses han considerado a México como la fuente del problema y la cura (y viceversa). Esto solo ha llevado a un ciclo de recriminaciones mutuas. Con cientos de estadounidenses con sobredosis todos los días, Estados Unidos no puede darse el lujo de poner el destino de su estrategia antinarcóticos en manos extranjeras”, finaliza.

El pasado 20 de abril, Landau señaló que el presidente Andrés Manuel López Obrador adoptó frente a los cárteles del narcotráfico una actitud de ‘laissez faire’ (dejar hacer), en el marco de un encuentro organizado por el American Ambassadors Council.

Lo anterior, porque considera que es una problemática que lo distrae de su agenda social. Señaló que ve la guerra contra los cárteles como “su Vietnam”, como lo fue para sus predecesores en la presidencia. Sin embargo, advirtió que estas organizaciones controlan entre el 35% y el 40% del territorio nacional.

En respuesta, el mandatario dijo entender al exdiplomático, ya que tiene una concepción distinta sobre cómo enfrentar la violencia. Subrayó que su administración no quiere masacres ni que agentes extranjeros profanen cuerpos de supuestos capos.




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