El ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma), José Luis Ábalos, ha anunciado esta mañana una inversión de 143,8 millones de euros para la construcción de una calzada en cada sentido junto al actual by pass de la A-7 en Valencia, entre las poblaciones de El Puig y Paterna. Serán 11 kilómetros a través de nueve municipios que pretenden descongestionar uno de los tramos con mayor tráfico de España, tras algunas de las áreas metropolitanas de Madrid y Barcelona, y el de mayor concentración de camiones. El by-pass, que discurre de Norte a Sur por la comarca de l’Horta de Valencia, soporta un tráfico cercano a los 110.000 vehículos diarios, de los cuales, entre un 20% y un 25% son vehículos pesados. En 2019 registró 206 accidentes, 60 de ellos con víctimas y un 44% con camiones involucrados. Es una zona habitual de atascos.
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Ábalos ha subrayado que la A-7 es “la columna vertebral del Corredor Mediterráneo por carretera a su paso por Valencia”, que esta actuación está en la línea de desarrollo multimodal de la Red Transeuropea de Transporte y también forma parte de la política de transportes europea y española, en cuanto a la eliminación de los cuellos de botella a lo largo de los corredores de transporte ya existentes. La licitación del contrato de obras se aprobará este martes en el consejo de ministros. De esta forma se desbloquea la primera fase del proyecto de ampliación del by-pass, después de anunciarse hace siete años.
La construcción de dos calzadas laterales conectarán entre sí los enlaces con la CV-32, la CV-310 y la CV-35 y permitirán separar el tráfico metropolitano con el de largo y medio recorrido en el tramo de 11 kilómetros que atraviesa El Puig, Rafelbunyol, Massamagrell, Museros, Moncada, Bétera, València, Godella y Paterna. La intención es que la obra se desarrolle con el by-pass en funcionamiento e interacciones “muy puntuales” en el tráfico, como ha garantizado el jefe de carreteras del Estado en la Comunidad, José Vicente Pedrola. También ha reconocido que es “absolutamente insuficiente” que esta vía sea la única que canaliza la movilidad de L’Horta de Valencia.
Además, se prevén 18 pasos superiores, ocho inferiores, seis obras de drenaje, cuatro viaductos (dos sobre el barranco del Carraixet y dos sobre la CV-310) y cuatro muros, junto a nuevas pasarelas en la CV-315 y en la CV-310 y la adaptación de la pasarela sobre la CV-32. Tras esta actuación hay otras dos en redacción: la de los enlaces con la CV-35 (Llíria) y la CV-370 (Manises-Riba-roja), de 7,5 kilómetros y con un presupuesto de 182,8 millones, y la de los enlaces con la CV-370 y la A-3 (autovía hacia Madrid) en 4,5 kilómetros por 51,5 millones.
El proyecto se denomina Mejoras funcionales y de seguridad vial y medidas de integración ambiental de la Autovía A-7. Tramo: Enlace con la CV-32- Enlace CV-35, del punto kilométrico 313 al punto kilométrico 324. Provincia de Valencia. El acto se ha celebrado en el patio interior de la sede de la Delegación del Gobierno, con la presencia de delegada, Gloria Calero, y el consejero de Política Territorial, Arcadi España, y otras autoridades locales, además de representantes sectoriales y empresariales, como el presidente de la CEV, Salvador Navarro.
Oposición a la ampliación
Mientras se desarrollaba la presentación del proyecto, se han concentrado fente a la puerta algunos miembros de la recientemente creada Plataforma No +By pass, formada por asociaciones ecologistas y vecinales que se oponen al mismo. En su opinión, esta iniciativa “apuntala y amplifica un modelo de transporte peligroso para el medio ambiente y el clima, puesto que supondría un aumento exponencial de las emisiones contaminantes y de efecto invernadero y la destrucción de centenares de hectáreas de huerta productiva”. En 2014, Compromís, hoy socio en el Gobierno de la Generalitat, se manifestó en contra de la ampliación del by pass.
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