El enunciado de la reunión hacía presagiar una negociación de trámite sobre la gestión de las misiones pacificadoras de la ONU. Pero la falta de acuerdo, este lunes, entre los 193 países miembros de la ONU acerca del presupuesto para financiar durante el próximo año la veintena de operaciones de interposición y mantenimiento de la paz en distintas partes del mundo -buena parte en África y Oriente Próximo- ha puesto a los operativos al borde del cierre.
Más información
El presupuesto vigente expira a medianoche de este miércoles, y lo que se debatía en la sesión celebrada este lunes era la financiación de los 6.500 millones de dólares (5.400 millones de euros) que costaría mantener activas las misiones hasta el 30 de junio de 2022. La suspensión de los despliegues tendría carácter inmediato tan pronto como expire el plazo, este jueves. Fuentes diplomáticas conocedoras de la negociación atribuyen la falta de acuerdo a cambios en el procedimiento, además de cuestiones logísticas y las marcadas diferencias que enfrentan a China y los países occidentales. Según otras fuentes, la responsabilidad recae en la multiplicación de demandas de última hora por parte de China y algunos países africanos.
De la Minurso del Sáhara Occidental a la Finul del sur del Líbano, pasando por el retén de cascos azules eternizados en la línea verde de Chipre -una misión establecida en 1964 y reforzada diez años más tarde-, el contingente de 70.000 militares aportados por los países miembros que están desplegados actualmente bajo pabellón de Naciones Unidas podría tener las horas contadas si no se llega a un acuerdo urgentemente; con los civiles enrolados en las misiones suman un total de 97.000 personas bajo la bandera azul, procedentes de 120 países. “Pero a la vez seguimos manteniendo la esperanza y la confianza de que los Estados miembros concluyan esta negociación”, ha dicho Catherine Pollard, jefa de estrategia de gestión de Naciones Unidas, si bien admitió la puesta en marcha de planes de contingencia por si las negociaciones fracasan. Los ejercicios se renuevan anualmente, en periodos que comienzan en julio. Stephane Dujarric, portavoz de la secretaría general del organismo, confirmó que las diferentes misiones ya han sido avisadas de la posibilidad del cierre inmediato. Pollard aseguró que si se supera el plazo, el secretario general de la ONU, el portugués António Guterres, sólo podrá destinar fondos para salvaguardar los activos de las misiones y garantizar la protección y seguridad del personal que participa en ellas.
Jean-Pierre Lacroix, secretario general adjunto de la ONU para las operaciones de paz, señaló el lunes que la actividad de las misiones se vería extraordinariamente limitada, e incapaz de desempeñar sus funciones habituales, como la protección de población civil en zonas de posconflicto, apoyar la respuesta de los países donde están presentes en la lucha contra el coronavirus o la mediación y el acompañamiento en procesos de paz. Como Pollard, confiando también en un pacto de ultimísima hora, Lacroix recordó que las negociaciones del año pasado fueron igualmente complicadas, y que se resolvieron una semana antes de que expirara el plazo, el 23 de junio de 2020.
Estados Unidos, que con el presidente Joe Biden ha vuelto plenamente al redil de la ONU tras los cuatro años de unilateralismo de Trump, es el principal contribuyente de las misiones de paz, con el 28% del presupuesto. Le siguen las aportaciones de China (15,2%) y Japón (8,5%).
Algunas misiones, como la de la Minurso -teóricamente, Misión de Naciones Unidas para el Referéndum en el Sáhara Occidental-, estaban a su vez pendientes de una renovación que ahora queda en el aire. La del Sáhara caduca el próximo 30 de octubre, pero su suerte, y la del resto de operativos, dependerá de las próximas 48 horas.
Suscríbase aquí a la newsletter de EL PAÍS América y reciba todas las claves informativas de la actualidad de la región.
Source link