En la actualidad, en España viven más de 19 millones de personas con enfermedades crónicas, según datos del informe Cronos, una cifra que se prevé que no haga sino aumentar debido al envejecimiento de la población. En algunos casos, en especial en el sector demográfico que supera los 65 años, una misma persona puede convivir con dos o más de estas patologías. Hablamos de problemas que van desde la diabetes, enfermedades respiratorias como la EPOC, la hipertensión o incluso otros como el Alzheimer o el cáncer. Como explica Santiago Alfonso, vicepresidente del Foro Español de Pacientes, se trata de patologías “que no se curan y se van acumulando en el paciente. Algunas de ellas ya no son mortales, pero han llegado a cronificar”. Por tanto, requieren de un seguimiento médico constante.
La plataforma Cronicidad: Horizonte 2025, formada por distintas entidades de diversa índole como asociaciones de pacientes, sociedades científicas, organizaciones colegiales y compañías involucradas en la atención al paciente crónico que abordan este tipo de enfermedades, ha puesto en marcha la iniciativa social #NingúnPacienteEnPausa. Su objetivo es concienciar a las personas con enfermedades crónicas a retomar el contacto con sus profesionales sanitarios de referencia, así como empoderar al paciente y poner en valor la importancia de recuperar el control de su salud y que para ello es necesario tener un papel activo en el manejo de su enfermedad. “La mayoría de estas enfermedades requieren un control y que el paciente cumpla las pautas del médico, que el paciente vuelva a tomar las riendas de su enfermedad”, prosigue Alfonso.
Este seguimiento de las enfermedades crónicas también se vio afectado por la crisis sanitaria provocada por la covid-19. “Hay un déficit de fondo, una atención primaria que puede resolver mucho más de lo que hace, pero le hace falta inversión”, explica el doctor Rafael Micó, vicepresidente de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN). “Si ocupas el tiempo atendiendo a positivos de covid-19 y vacunando, es obvio que a otras cosas no vas a llegar. Esta es una situación extraordinaria y requiere medidas extraordinarias. Ahora se ha dejado de contratar a personal de apoyo y estamos de nuevo con casos positivos, con lo que no hay manera de ponerse al día con nuestros pacientes, algo que no deberíamos consentir”.
La importancia de la Atención Primaria, resalta el dr. Micó, es fundamental para este tipo de patologías. “Somos los que mejor conocemos a estos pacientes y también es muy importante la captación activa, ir por delante de la enfermedad”. Por ello aboga por reforzar el sistema sanitario y también buscar otras vías de control para el manejo de las enfermedades crónicas. “Si el centro de salud está lleno por la vacunación, habrá que buscar otras fórmulas para que los pacientes se pongan en contacto nosotros. Hay que mejorar la accesibilidad, no hace falta que la visita sea al médico, ya que en el centro de salud hay otros profesionales que pueden realizar ese seguimiento”.
Otro de los pilares de la campaña #NingúnPacienteEnPausa pasa por el autocuidado y la concienciación del paciente para que no deje de lado las pautas que le prescribe su médico. “La parte educativa es básica”, asegura el Dr. Micó. “Es muy importante que los pacientes respeten la adherencia y no dejar de lado la actividad física”. Recuerda, además, que sigue siendo vital acudir a los centros de salud y retomar el contacto con los profesionales sanitarios. “En nuestras consultas descubrimos diagnósticos tarde porque los pacientes, por miedo, no han ido antes”, señala.
Esta iniciativa también busca aunar a todos los actores sanitarios que tienen un papel dentro del abordaje de las enfermedades crónicas, como pueden ser farmacéuticos, enfermeras, trabajadores sociales o asociaciones de pacientes, entre otros. Así, Juan Pedro Rísquez, vicepresidente del Consejo General de Colegios Oficiales Farmacéuticos, destaca el papel de los farmacéuticos comunitarios, desde la red de farmacias, siempre y especialmente durante la pandemia. “Hemos estado permanentemente en primera línea, cerca de los pacientes, con una labor incansable apoyando al conjunto de la población ante las dudas e incertidumbres, asegurando su medicación en todo momento, y aumentando la capacidad asistencial del sistema sanitario con su labor asistencial”.
Rísquez resalta también la necesidad de volver a poner en el foco en estas enfermedades, que han quedado apartadas de la atención sanitaria debido a la situación de emergencia. “Nos preocupa que se haya dejado de asistir a los centros de atención primaria, que las intervenciones se hayan ido aplazando y que haya enfermedades que han quedado en segundo plano. Con esta iniciativa queremos poner sobre la mesa la problemática que viven los pacientes crónicos. Tenemos un sistema sanitario fuerte pero que ha mostrado ciertas debilidades. Ahora tenemos que revisar aquellas situaciones que hemos visto para poder fortalecerlo y, una de ellas, la mejora de la comunicación entre los profesionales sanitarios, médicos, farmacéuticos y enfermeras, lo que redundará en beneficio de los pacientes”.
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