Los líderes demócratas del Senado de EE UU han consensuado una propuesta de inversiones y gasto por valor de 3,5 billones de dólares con medidas para impulsar la lucha contra el cambio climático y la pobreza, reforzar el programa de Sanidad pública para la tercera edad (Medicare) y otros objetivos de la Administración de Joe Biden. El programa, que se debatirá este verano dentro de un proyecto de ley, se suma al acuerdo bipartito de infraestructuras que se está ultimando y refleja los esfuerzos por avanzar todo lo posible la agenda de la nueva Casa Blanca antes de que el control del Capitolio vuelva a jugarse en las elecciones legislativas de medio mandato de noviembre de 2022.
El pacto fue alcanzado entre el líder de los demócratas en el Senado, Chuck Schumer, y los miembros del Comité de Presupuesto, que está presidido por el izquierdista Bernie Sanders. El montante queda lejos de los seis billones de dólares que llegó a reclamar el flanco progresista del partido, pero se acerca a los cuatro billones que planteó Biden a finales de abril dentro de su propuesta del plan de infraestructuras. Con el fin de lograr consenso con los republicanos sobre las infraestructuras físicas, Biden excluyó todas esas inversiones sociales del paquete. Esa parte de la agenda es la que los demócratas ahora tratan de impulsar en paralelo.
“Estamos muy orgullosos de este plan, sabemos que nos queda un largo camino, vamos a conseguir sacar esto adelante con el fin de mejorar la vida del estadounidense medio”, dijo Schumer el martes por la noche, al anunciar la propuesta. “Si añade eso [los 3,5 billones] a los 600.000 dólares [de gasto nuevo] del plan bipartito llegas a los 4,1 millones, que está muy muy cerca de lo que nos pidió el presidente Biden”, añadió.
Para cristalizar en políticas concretas -y en dólares contantes y sonantes- le queda, sin embargo, un largo trecho. El partido del presidente se plantea tramitar este plan por una fórmula legislativa conocida como reconciliación y que permite aprobar un proyecto de ley por mayoría simple, sin necesidad de acuerdo de los republicanos, en lugar de los 60 de 100 senadores que hacen falta normalmente. La Cámara alta está dividida 50-50 y, aunque los demócratas la controlan gracias al voto decisivo de la vicepresidenta del país, Kamala Harris, en caso de empate, no se pueden permitir perder uno solo de sus votos. Y esa negociación comienza ahora.
Esta noche trascendieron pocos detalles de la propuesta y de su financiación. Las chispas saltan cuando el debate alcanza las subidas de impuestos, que los republicanos rechazan. Biden ha prometido que todo aumento se centrará en los más ricos y que ni las familias trabajadoras, las clases medias o los pequeños negocios pagarán más. El presidente Biden almorzará este miércoles con los demócratas del Senado para discutir sobre el plan y comenzar a sumar apoyos. También debe pasar por la Cámara de Representantes, que el partido controla con una leve mayoría.
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