Centenares de incendios se extienden desde el pasado miércoles a lo largo de la costa turca. Las altas temperaturas y las fuertes ráfagas de viento no ayudan a controlarlos en las zonas turísticas del mar Egeo, al suroeste del país. Son los peores en una década. Los fuegos ya se han llevado la vida de ocho personas y, hasta el momento, un total de 95,000 hectáreas han sido calcinadas en 35 provincias del país. Esta superficie afectada por las llamas en lo que va de 2021 multiplica por siete la media de años anteriores. La ola de calor también sacude en el Mediterráneo a Grecia e Italia.
Los residentes y turistas llegados de vacaciones a Turquía han huido de los centros vacacionales afectados en pequeñas embarcaciones o convoyes de automóviles y camiones, mientras muchos aldeanos han perdido sus hogares y animales de granja. Solamente en la provincia de Mugla, unas 10.000 personas fueron evacuadas, según el ministro del Interior, Suleyman Soylu.
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Varios países han prestado su ayuda, como España, que ha enviado dos hidroaviones y un avión de transporte, así como un equipo completo de la Unidad Militar de Emergencias. El ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, mantuvo el domingo una llamada telefónica con su homólogo, Mevlüt Çavuşoğlu, para expresarle su solidaridad.
Otros países que están colaborando con medios aéreos son Croacia, Ucrania, Rusia, Azerbaiyán e Irán. En total, 16 aviones, 51 helicópteros y más de 5.000 efectivos están trabajando activamente en las zonas afectadas. De hecho, el Gobierno turco ha sido muy criticado por no disponer de hidroaviones, un factor que desde el principio ha condicionado la situación, y por rechazar la ayuda de otras naciones que han querido prestar sus aviones. En este sentido, el ministro de Agricultura, Bekir Pakdemirli, refutó que el gobierno solo había rechazado ofertas para aviones cuya capacidad de descarga de agua era inferior a 5 toneladas.
El ministro del Interior dijo que las autoridades estaban investigando la causa de los incendios, incluido el “descuido” humano y el posible sabotaje por parte de militantes kurdos. También admitió que una persona fue detenida por acusaciones de que el grupo pudo haberle pagado para iniciar un incendio. Sin embargo, los expertos señalan en su mayoría que el cambio climático está detrás de los fuegos, junto con los accidentes causados por personas.
Turquía sufre los peores incendios de la última década, según muestran los datos oficiales, con casi cien mil hectáreas quemadas en lo que va de año, en comparación con un promedio de 13.516 hectáreas entre los años 2008 y 2020.
Grecia e Italia
Mientras, Grecia se enfrenta a la peor ola de calor en más de treinta años y las autoridades han alertado a los ciudadanos a controlar el uso de la electricidad, que se ha disparado hasta colocarlo al límite especialmente por los aparatos de aire acondicionado. Mientras, los incendios forestales siguen extendiéndose en numerosas zonas del país, informa Reuters. El termómetro va a seguir disparado y se espera temperaturas de hasta 44 grados centígrados a lo largo de la semana.
“Estamos lidiando con la peor ola de calor desde 1987″, dijo el primer ministro Kyriakos Mitsotakis tras una reunión para tratar de hacer frente a la situación. “Se ha hecho todo lo humanamente posible para asegurar el suministro eléctrico, pero pedimos también a los consumidores que nos ayuden”, dijo. Los bomberos están haciendo frente a un centenar de incendios en las últimas 24 horas incluido uno en la isla de Rodas, frente a las costas de Turquía.
Mientras, los bomberos de Italia tuvieron que hacer frente solo el domingo a unos 1.500 focos en medio de la ola de calor.
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