Un centenar de soldados y una veintena de policías se afanan en la evacuación contra reloj de cientos de personas que huyen del régimen talibán instaurado desde hace una semana en Afganistán. Las operaciones de rescate de los afganos que han colaborado con las tropas españolas desplegadas en este país de 38 millones de habitantes y en proyectos de la Unión Europea “son cada vez más complicadas”, según fuentes próximas al operativo. Desde ayer, y según confirmaron fuentes del Ministerio de Defensa, miembros de brigadas especiales de las Fuerzas Armadas salen por las inmediaciones del aeródromo en busca de quienes identifiquen como colaboradores de España y que adquieran la condición de refugiados. Por su parte, los agentes de la Policía Nacional ―con un pequeño refuerzo de un jefe del Grupo de Operaciones Especiales (GEO)― citan en puntos de encuentro presumiblemente seguros a quienes van a ser evacuados y les trasladan después al interior del aeropuerto.
Los aviones A400M vuelan al máximo de su capacidad, con el fin de transportar a todo el que quepa cuanto antes. El plazo del 31 de agosto establecido inicialmente por el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, para la retirada definitiva de sus tropas del país parece quedarse muy corto con respecto a las oleadas de personas que huyen y se agolpan a la desesperada en el aeropuerto de Kabul dificultando, a su vez, su evacuación.
“Se trata de darles, a quienes han sido localizados para ser evacuados, una hora y un punto lo más próximo a una de las puertas hábiles del aeropuerto en función de la hora de salida del avión militar español, y asumiendo que son muchos los controles de los talibanes que tienen que superar para llegar a las proximidades del aeródromo”, explican fuentes próximas al operativo. “Deben localizar la bandera española, el símbolo que se usa para el encuentro en medio de la multitud, y posteriormente se hacen las comprobaciones de identidad, salvoconducto, etcétera, para introducirlos ya en la zona segura”, detallan las mismas fuentes, que aseguran que por el momento “no ha habido enfrentamientos entre tropas”, y que los disparos de los talibanes van dirigidos a amedrentar a la población que se concentra en torno al aeropuerto. No obstante, reconocen las mismas fuentes, “a medida que pasan las horas la tensión y el cansancio aumentan”.
El primer avión enviado salió de la capital afgana con poco más de 50 evacuados. De las últimas aeronaves que llegan a territorio español se aprovecha al máximo su capacidad, según el Ministerio de Defensa. La aeronave que llegó este martes a Torrejón transportaba a 290 evacuados; otros 145 llegaron esta madrugada. Y las fotos del vuelo militar que salió este martes rumbo a Dubái, facilitadas por el Ministerio de Defensa, muestran el aparato lleno en toda su capacidad, con numerosos ciudadanos afganos sentados en el suelo, incluso con niños en sus brazos.
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La celeridad con la que los talibanes se han apoderado del país, al tiempo que se producía una deserción masiva en el ejército y la policía afganos, “cuyas nóminas eran pagadas por Estados Unidos hasta que anunció que retiraría sus tropas”, según afirman las mismas fuentes, ha dejado poco tiempo para preparar la salida de todas aquellas personas (y de sus familias) que pueden verse ahora en peligro y temer represalias del nuevo régimen integrista islámico.
Por el momento, el operativo de evacuación español, guiado por los 17 agentes del GEO y de las Unidades de Intervención policial (UIP) de la Policía Nacional, que conformaban el servicio de seguridad de la Embajada de España en Kabul, han logrado sacar del país —en coordinación con el centenar de soldados desplegados en la zona— a más de 1.200 personas, de las que 1.040 han solicitado asilo, según datos del Ministerio del Interior. Todos ellos, al igual que los 331 refugiados que llegan este miércoles a España y los otros 292 que ya esperan para embarcar en próximos vuelos, son acogidos temporalmente en el campamento de la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid) para posteriormente ser distribuidos según los distintos recursos de las ONG.
La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha reconocido este miércoles que “se está planificando” la retirada definitiva del personal español que todavía permanece en Afganistán coordinando la evacuación, ante el inminente repliegue, aunque ha evitado dar más detalles porque la situación es de “riesgo absoluto”.
Robles ha insistido en que “Occidente ha fallado a los afganos, sin ninguna duda”, y las autoridades españolas hacen “lo sobrehumanamente posible” para sacar al mayor número de personas de Afganistán, sabiendo que “mucha gente se va a quedar atrás”.
La ministra ha detallado en una entrevista en Antena 3 cómo ha empeorado la situación en los accesos al aeropuerto de Kabul, con más violencia por parte de los talibanes, y cómo los soldados españoles hacen “un esfuerzo sobrehumano, exponiendo su vida” para salvar a todos los afganos que sea posible en “una lucha titánica”.
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