La luz retoma su escalada y marcará este martes el segundo precio más alto de la historia

Una torre de transporte de energía perteneciente a red eléctrica, con la ciudad de Bilbao al fondo.
Una torre de transporte de energía perteneciente a red eléctrica, con la ciudad de Bilbao al fondo.Luis Tejido / EL PAÍS

El precio medio de la electricidad en el mercado mayorista vuelve a dispararse. Mañana martes alcanzará los 182,71 euros el megavatio hora, el segundo precio más caro de la historia. El más alto se registró el pasado 15 de septiembre cuando escaló hasta los 188,18 MWh, tras aumentar un 4,6% respecto al lunes, cuando se sitúa en los 174,68, el tercer valor más alto desde que hay registros. Según los datos del Operador del Mercado Ibérico de la Electricidad (OMIE), el coste de la electricidad prolongará su ascenso una jornada más tras la subida de casi el 9% registrada la víspera. El precio oscilará entre los 195,33 euros de las nueve de la noche, uno de los momentos del día de mayor consumo, y los 154,58 euros que costará a las cuatro de la tarde.

Más información

El megavatio hora subirá en más de ocho euros respecto al precio de la jornada precedente, y se mantendrá cinco euros y medio por debajo del máximo histórico de 188,18 euros que se alcanzó el pasado jueves. Los 182,71 euros suponen un alza de más del 340% respecto a los valores que arrojaba el mercado un año atrás (41,40 euros), cuando la pandemia aún mantenía la demanda bajo mínimos, y el precio del gas (la materia prima que utilizan las centrales de ciclo combinado para generar energía eléctrica) y del CO₂ aún no habían iniciado su escalada. También es, sin embargo, un 300% superior al del mismo día de 2019, cuando ni la economía ni el mercado eléctrico estaban sujetos a tensiones extraordinarias.

Impacto sobre las tarifas reguladas

El repunte afecta al precio mayorista, que es el que acuerdan pagar las comercializadoras a los productores de electricidad. Pero ese indicador también tiene un impacto sobre los hogares, especialmente en aquellos cuyas facturas (las reguladas, también conocidas como PVPC) están indexadas a ese mercado. Ese es el caso de 10,5 millones de abonados para los que los incrementos en el precio mayorista tienen traslación directa sobre la factura que afrontan a final de mes. El resto de familias y empresas, aquellas cuyos contratos son de mercado libre, no enfrentarán un alza inmediato, pero sí estarán sujetos a posibles subidas futuras a medida que las eléctricas renegocian sus tarifas una a una para adaptarse a su nueva estructura de costes.

La subida gradual del precio de la luz en el mercado mayorista ha llevado al Gobierno a adoptar una batería de medidas para contener la presión sobre los consumidores en plena escalada generalizada de precios. En junio el Ejecutivo optó por aliviar algunos impuestos que incidían sobre la factura de los hogares, pero ante la nula repercusión sobre el mercado mayorista en septiembre acordó un plan de choque con el que espera reducir en un 22% la factura y recuperar 2.600 millones de euros que las eléctricas habrán cobrado por “exceso” por el impacto del gas y destinarlos a reducir las cargas sobre los hogares.

El citado plan de choque contempla, además, una minoración de los ingresos de las compañías eléctricas, con un cambio regulatorio que obligaría a devolver de los denominados beneficios caídos del cielo. Estos se producen porque el precio final que marca la subasta eléctrica es el que se paga a toda la luz producida en una determinada hora, aunque esta provenga de fuentes más baratas por no usar gas o emitir gases contaminantes. Normalmente sucede con las centrales hidroeléctricas y nucleares. La medida ha sido recibida con protestas por parte del sector, que se ha mostrado dispuesto a llevar el asunto a los tribunales.


Source link