La primera jornada de huelga de maquinistas de Renfe, convocada por el Sindicato de Maquinistas Ferroviarios (Semaf) para este jueves, traerá cola. Precisamente eso es lo que hubo a primera hora de la mañana en las principales estaciones de trenes de España, muchas colas de pasajeros intentando acceder a un Cercanías o tren de media y larga distancia. Los de Barcelona, en concreto, han sido los peor parados: la acumulación de demoras y de desajustes ha desembocado en la interrupción total de la circulación de trenes en la estación de Sants. Renfe ha alegado que el parón se ha debido a la imposibilidad de atender el servicio por culpa de la falta de maquinistas. Sin el mínimo personal requerido, no se ha alcanzado a cubrir los relevos programados y los trenes han quedado varados en las vías sin nadie a los mandos, ante la desesperación de los pasajeros. La situación ha provocado el bloqueo de la red de trenes de cercanías a partir de las once de la mañana, ya que desde Sants se canaliza la mayoría del tráfico ferroviario.
“Un total de 325 trenes que tenían que cumplir los servicios mínimos no han circulado. Concretamente, se ha suspendido la circulación del 50% de los servicios en Rodalíes de Cataluña (195 trenes que tendrían que haber circulado como Servicios Mínimos), el 57% de las Cercanías de Valencia (43 trenes de los Servicios Mínimos) y el 26% de las Cercanías de Madrid (87 trenes de los Servicios Mínimos)”, ha asegurado Renfe en un comunicado. Semaf, por su parte, culpa a la empresa de lo ocurrido y lo atribuye a la mala gestión realizada por parte del grupo. “Todos los trabajadores que han recibido y firmado la carta han ido a trabajar”, aseguran portavoces del sindicato que sostienen que la notificación no ha llegado a todos los trabajadores. En el caso de Rodalíes, añade, solo se informó a un tercio de la plantilla. A pesar de ello, la empresa estatal anuncia que tomará cartas en el asunto y estudia las medidas a adoptar contra los maquinistas que han decidido no presentarse en sus puestos de trabajo a pesar de disponer de carta de servicios mínimos: “Se trata de un acto deliberado”, remarca la nota.
La huelga será de ocho días en toda España, entre paros totales y parciales, que afecta especialmente a los servicios de Cercanías y obligará a suspender 892 trenes de alta velocidad y larga y media distancia en los primeros cuatro días. El Semaf ha llamado a sus trabajadores a secundar la primera tanda de paros durante los días 30 de septiembre y 1, 4 y 5 de octubre. Además, hay convocados otros cuatro días de huelga los días 7, 8, 11 y 12 de octubre, en pleno puente de El Pilar. Los servicios mínimos han quedado fijados en el 75% para las horas punta y del 50% en las valle del servicio de Cercanías, el que más se verá afectado por la movilización (en Rodalíes el porcentaje subía al 85% en las horas punta, según dictó la Generalitat). De los trenes suprimidos, 267 son AVE y larga distancia y 625, de media distancia, a los que se suman 813 servicios de mercancías que no circularán esos días.
Así, en Cataluña la situación ha sido complicada desde primera hora de la mañana con alteraciones y retrasos generalizados de 30 minutos en Rodalíes. Decenas de pasajeros en la estación de Sants reconocían que había mucho retraso por la menor frecuencia de trenes. Esto ha provocado igualmente una mayor ocupación de los que operaban. “Atención por favor, tren con destino a Mataró de las 9 horas 25 minutos está cancelado”, se escucha por los altavoces. Estos mensajes se repiten con frecuencia. “¿Qué hago, me busco la vida?”, dice una pasajera que habla por teléfono.
La directora de Cercanías en Cataluña, Maite Castillo, ha insistido a EL PAÍS desde la estación de Sants que “muchos maquinistas no se han presentado” y esto “ha provocado una supresión de trenes no prevista”: del 85% de servicios mínimos que se había estipulado, “solo se está ofreciendo un 53%”. Además, la previsión es que esta tarde “se complique” la posibilidad de ofrecer el servicio entre las dos y las tres de la tarde, que es cuando hay un pico de viajeros en la red de transporte, al igual que a partir de las seis.
Algo similar ha ocurrido en la Comunidad Valenciana. Según Renfe, hasta las diez de la mañana solo han circulado 31 de los 60 servicios programados por la “ausencia injustificada” de algunos maquinistas. Por otro lado, en Madrid, las complicaciones se han producido también a primera hora, en la hora punta, cuando se han registrado aglomeraciones en las principales estaciones, como la de Atocha. Aunque la situación se ha reconducido a lo largo de la jornada y no ha habido mayores complicaciones.
Los problemas se han mantenido durante más tiempo en algunas líneas de Cercanías. Eso se ha podido ver en la estación de Chamartín, como contaban cuatro pasajeras que han esperado más de dos horas: “Venimos de Atocha con destino Majadahonda. El tren se paró aquí a las ocho de la mañana y tuvimos que bajar. No sabemos qué hacer. Creo que volveremos a Atocha para intentar coger otro tren”, explica una de ellas. Parece que pueden coger uno que sale en pocos minutos, pero también lleva retraso. “¿Qué pasa? ¿Es una broma o qué?”, grita otra de las viajeras de este grupo.
En los trenes de media y larga distancia, a pesar de la cancelación de algunos trayectos, se respira tranquilidad. De los servicios habituales, en la media distancia operarán un 65%, en alta velocidad y larga distancia un 72% y en mercancías un 24% del servicio habitual. “En estos trenes se ha reubicado a los pasajeros en otros horarios y no está habiendo grandes incidencias”, explicaba esta mañana en Atocha uno de los trabajadores de Adif. A pesar de ello, Renfe pidió disculpas en su comunicado a los viajeros que hayan sufrido las consecuencias del paro.
La compañía ferroviaria ha insistido asimismo a los viajeros afectados que les ofrecerá, siempre que sea posible, viajar en otro tren en el horario más aproximado al adquirido. Y si no desean realizar viaje, podrán anular o cambiar para otra fecha el billete sin ningún coste.
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