Grabar en el espacio no resultó tan fácil. El director y la actriz principal de la primera película comercial rodada en el cosmos necesitaron la ayuda de los astronautas que trabajan en la Estación Espacial Internacional para llevar a cabo el rodaje de El desafío. “Muchas gracias a Anton Shklaperov, a Oleg Novitsky y a Piotr Dubrov porque se unieron en algunos momentos a nosotros y, a pesar de que tenían que cumplir un montón de tareas obligatoriamente, continuaron trabajando con nosotros por las noches”, ha admitido hoy la actriz Yulia Peresild, de 37 años, en un encuentro organizado por la agencia TASS en Moscú, dos días después de su aterrizaje.
La grabación fue una carrera contrarreloj. “Tuvimos muy poco tiempo, había un calendario que cumplir. El último día, vimos que a la mañana siguiente se acababa todo y nos sentimos culpables, no nos dio tiempo a hacer todo lo que queríamos. Fue a toda velocidad, despegamos y ya de vuelta otra vez”, añadió Peresild, aún levemente afectada por la estancia de 12 días en el espacio.
El cineasta ruso Klim Shipenko se encontró con muchos problemas inesperados. “Descubrí ya en la Estación Espacial Internacional las particularidades de grabar allí. Los cosmonautas nos decían cómo organizarnos. Es algo normal, en la Tierra me lo imaginaba de otra forma”, explicó Shipenko, de 38 años. El director, que había planificado en la Tierra algunas escenas, se encontró con que los actores no se desplazan fuera del planeta como lo hacen sobre una superficie plana y algunos planos tuvieron que ser improvisados. Al final, tanto el director como la actriz asumieron ellos solos todo el trabajo de un equipo de rodaje completo y adaptaron el guion “según las circunstancias”.
El desafío cuenta la epopeya de una cirujana que viaja al espacio para salvar a un cosmonauta. Las más de treinta horas de grabación recopiladas en estos 12 días se reducirán “a unos 25 o 30 minutos después de editarlas”, según Shipenko. El presupuesto del filme, impulsado por la agencia espacial rusa Roscosmos, la televisión pública Canal Uno y la productora Yellow, Black and White, es secreto, aunque el director “espera recuperar su presupuesto si se proyecta internacionalmente”. Esta no es una cuestión baladí y ha sido objeto de debate en Rusia. Según el veterano cosmonauta Mijaíl Kornienko, muy crítico con esta iniciativa, el coste de la misión podría rondar los 2.000 millones de rublos, más de dos docenas de millones de euros.
La película fue anunciada cuatro meses después de que Hollywood, la NASA y SpaceX revelasen su propio filme espacial con Tom Cruise como protagonista. Preguntado sobre esta nueva Guerra Fría, el cosmonauta Igor Novitsky quitó hierro a haberse adelantado a los estadounidenses: “No diría que esto es una carrera cinematográfico-espacial. Solo hicimos nuestro trabajo. Nuestro equipo recibió una misión interesante: participar en un rodaje y ayudarles a hacer una buena película”.
Novitsky regresó con ellos a casa tras una estancia de 191 días en el espacio, mientras que Dubrov y Shklaperov permanecerán en el centro orbital hasta la primavera de 2022. Este último cosmonauta fue el responsable de llevar al director y a la actriz a la Estación Espacial Internacional, y durante las maniobras de acople un problema que le obligó a realizarlas de forma manual. “No he pasado miedo en el espacio”, afirmó Peresild. “Hemos tenido mucha suerte con esta tripulación, todo ha sido muy tranquilo. En todo momento nos explicaban todo. También al descender a la Tierra y al abrirse el paracaídas. Va a pasar esto, esto y esto”, comentó la actriz.
Sin ser especialmente dura la adaptación tanto al espacio como al regreso a la Tierra, esta les ha resultado extraña. “No dejo de agarrar los objetos con las manos porque me da la sensación de que van a salir volando”, reconoce la actriz dos días después de volver a pisar el planeta. Y para el director, los 12 días de comer conservas se han hecho largos. “Son buenas y aromatizadas, pero tras aterrizar la cápsula pedí comida normal, no se pueden comparar con las patatas y las setas reales”, dijo Shipenko, con quien concuerda Peresild: “No me gustaba beber así, a través de un paquete… quería un té, un café”, agregó.
Todavía se desconoce la fecha de estreno de la película, aunque la productora estima que será a finales de 2022. Tras la misión espacial, el rodaje continuará en la Tierra. “Las vistas del planeta fueron filmadas por una buena cámara para el futuro. Decidí que había que grabar lo máximo posible para evitar el uso de imágenes por ordenador”, explicó Shipenko.
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