El volcán de La Palma comienza su sexta semana de erupción. Y lo hace estrenando nuevos puntos por los que brota la lava, que están formando “grandes avenidas”, según las palabras del director técnico del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca), Miguel Ángel Morcuende. El último, este mismo lunes. El anterior, el domingo. El Instituto Volcanológico de Canarias ha informado de la apertura de una boca, la sexta, de la que, aparentemente, están brotando piroclastos (materiales sólidos). Y a última hora de este lunes, de una rotura del cono que ha provocado importantes desbordamientos de lava y desprendimientos que han generado corrientes de aire.
Este renovado vigor desde la zona cero eruptiva implica, al menos por ahora, daños limitados a infraestructuras de la isla. Desde que el volcán cobrase vida hace ya 36 días, ha emitido magma por 10 puntos.
Los nuevos puntos emisores no están ocasionando grandes daños, en primer lugar, porque el aporte se está canalizando a través de tubos lávicos fundamentalmente hacia la primera colada de todas, la que terminó cayendo al mar el 28 de septiembre. En segundo lugar, porque las nuevas coladas que se crearon durante el fin de semana, que discurren también en dirección al oeste, pero algo más al sur que la primigenia, se encuentran detenidas en la actualidad. Entre ellas, la que se dirigía en la tarde del domingo hacia el barrio de El Corazoncillo, cerca de Las Manchas, al suroeste del cono principal.
El hecho de usar el terreno ya hollado por lavas ha limitado los daños. Los pocos que se han detectado se encuentran en la calle de Alcalá de la pedanía de El Paraíso, que ya había sufrido graves destrozos el 20 de septiembre, segundo día de erupción. Este frenazo en el avance se extiende, además, a otras lenguas de lava. Sobre todo, a la que ha entrado en el casco urbano de La Laguna (Los Llanos de Aridane), que fue evacuado el pasado 12 de octubre.
El volcán vive momentos de inestabilidad. La alta emisión de lava pone en peligro la solidez del cono volcánico, que puede sufrir derrumbes y provocar, con ello, vertidos hacia otras zonas. “No se descarta una nueva rotura parcial de la parte superior del cono”, había advertido la portavoz del comité científico del Pevolca, María José Blanco, horas antes de que se anunciara la nueva rotura. Algo que, por otra parte, forma parte del proceso eruptivo palmero, y así lo indican continuamente tanto Morcuende como Blanco.
La mayor salida de lava ha sido claramente apreciable por cualquier ciudadano desde los puntos habituales de observación, como la Iglesia de Tajuya o el mirador del Time. La población también ha notado el incremento de la sismicidad. “Aumentó muy notablemente en el día de ayer [por el domingo] en su frecuencia y magnitud”, ha explicado María José Blanco. Es más, todo parece indicar que los terremotos van a seguir siendo moneda común en la isla, según explica el Pevolca, con seísmos que pueden llegar a alcanzar intensidades de hasta VI (índice que mide cómo perciben los ciudadanos y las infraestructuras cada movimiento, a diferencia de la magnitud, que mide la fuerza del terremoto, independientemente de cómo se sienta en la superficie). Si se alcanza este grado, el terremoto es sentido por toda la población de la isla. Cuando esto sucede, son frecuentes los casos de pánico entre los ciudadanos y resulta difícil caminar o sostenerse. “Esto no implica que estos episodios se tengan que producir necesariamente”, matiza Blanco.
Viviendas
Después de 36 días, la lava se ha llevado por delante 1.287 edificaciones, según los datos del Catastro facilitados este lunes por el Pevolca. De ellas, 1.036 son de uso residencial. La crisis habitacional que ha provocado esta destrucción constituye uno de los aspectos más preocupantes para el Gobierno de Canarias. Este lunes, por eso, el consejero de Obras Públicas, Transportes y Viviendas, Sebastián Franquis, se ha reunido con los ayuntamientos afectados (Los Llanos de Aridane, Tazacorte y El Paso), a los que ha informado de que la consejería entregará las primeras 18 viviendas a finales de la próxima semana a los damnificados. Por ahora, el Ejecutivo regional ha detectado ya a 159 familias que han perdido “definitivamente” su única vivienda. “Lógicamente, con la labor que se está haciendo por parte de los trabajadores sociales, este número se va a incrementar en las próximas semanas”, ha afirmado. El objetivo principal, ha admitido, es “evitar el desarraigo”. “Necesitamos tiempo, pero en este tiempo no estarán solos. No nos vamos a olvidar de ellos con el paso del tiempo”.
El Ejecutivo ya tiene sobre la mesa los datos sobre las primeras partidas de casas y apartamentos para los damnificados. Además de estas primeras 18 residencias, ubicadas sobre todo en el municipio de Tazacorte, el Gobierno regional dispone de otra bolsa de casas que aún está estudiando antes de proceder a su entrega, si se dan las condiciones adecuadas: son 46 en este mismo municipio, y otras 29 en los Llanos de Aridane. A estas se les suman 23 con las que cuentan en El Paso, el municipio donde se ubica el volcán en Cumbre Vieja, y siete viviendas más propiedad del Instituto Canario de Vivienda. En conjunto, serán 125 las entregadas antes de que se acabe el año.
El consejero, además, ha anunciado que el Ejecutivo ha avanzado en la implantación de unas 200 viviendas modulares prefabricadas, de dos y tres dormitorios. Las primeras 30 se van a implantar en un terreno cedido por el Ayuntamiento de El Paso. Estas serán de madera, según explicó el consejero Franquis, dado que son las “más parecidas al entorno” y dado que ya se están usando en la isla. ”Es una vivienda que encajaría muy bien”, ha añadido.
¿Cuál es el coste de todas estas medidas? No hay una cifra clara, según ha explicado Franquis. Los 200 millones comprometidos por el presidente Sánchez a finales de septiembre “ya se han recibido y han sido transferidos” al Gobierno canario. Además, se ha previsto una partida de 100 millones en los presupuestos regionales del próximo año. Por su parte, el Consorcio de Compensación de Seguros (CCS) ha abonado hasta el 22 de octubre 13,47 millones de euros a titulares de pólizas afectados por la erupción volcánica, “una vez han sido gestionadas 114 solicitudes de indemnización, número que representa el 10% de las peticiones hasta ahora recibidas”, según una nota del organismo. Se trata de 81 viviendas, 24 automóviles, ocho comercios y una industria que estaban en los municipios de Los Llanos de Aridane, El Paso y Tazacorte.
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