El Ministerio de Interior peruano recordó la semana pasada que desde julio están prohibidas las reuniones que impliquen concentración de personas para evitar el incremento de los contagios de covid-19, previendo posibles fiestas por el día de la canción criolla y Halloween, que en Perú coinciden el 31 de octubre . Miles de personas infringieron este domingo la norma, pero una de ellas destacó sobre las demás. El propio ministro de Interior, Luis Barranzuela, organizó una reunión en su casa con música a todo volumen, que provocó que los vecinos llamaran a la policía municipal para quejarse. Hasta la casa no solo llegaron los agentes, las cámaras de televisión grabaron lo ocurrido.
La primera ministra, Mirtha Vásquez, le exigió explicaciones “en el más breve plazo”, pero el funcionario negó haber celebrado nada. La noche del lunes, la jefa del gabinete consideró inaceptable la respuesta. “He recibido una respuesta del ministro del Interior sobre el evento realizado ayer en su casa, que considero inaceptable. Mañana, al retorno del Presidente de la República y de manera conjunta, tomaremos las decisiones que correspondan”, tuiteó la primera ministra, deslizando la posibilidad de una renuncia obligada.
La noche del domingo, el canal de televisión Latina filmó al ministro en la puerta de la casa, mientras una persona salía y regresaba con una copa en la mano, y en los altavoces retumbaban valses de música criolla. Cuando notaron la presencia de los reporteros, algunos invitados prefirieron irse, entre ellos Guillermo Bermejo, un congresista de Perú Libre -el partido con el que el presidente Pedro Castillo llegó al poder-. Una persona ayudó a Bermejo y a otro individuo a entrar rápidamente a un auto -protegiéndoles la cabeza con la mano- y a la vez obstaculizó el registro en vídeo de los periodistas.
“De confirmarse estos hechos, implicarían que un ministro vulnera las normas emitidas por el propio Consejo de Ministros, lo cual es aún más grave considerando que el Ministerio del cual usted es titular tiene una responsabilidad clave en la tarea del Estado de garantizar el cumplimiento de las medidas contra la covid-19″, indica el oficio que dirigió la presidenta del consejo de ministros a Barranzuela a media mañana del lunes. “Desmiento tajantemente esa información, lo que hemos tenido es una reunión de trabajo”, dijo Barranzuela a la prensa que se apostó en la entrada de su casa en el distrito de Surco, en Lima. Bermejo, además, sostuvo que la música procedía de otras casas vecinas.
El ministro calificó en Twitter el asunto como una “desinformación”. “No realicé ningún evento ni promoví la concentración de personas en mi domicilio, por el contrario, soy respetuoso de las medidas vigentes. La presencia de contadas personas en mi vivienda obedeció a una reunión de coordinación frente a los conflictos al interior de nuestro Perú, y de ninguna forma de carácter social o evento masivo”, dijo. El ministro ha sido cuestionado desde que fue nombrado a inicios de octubre debido a que era el abogado del dirigente de ultraizquierda Vladimir Cerrón, el líder y fundador de Perú Libre, que no pudo ser candidato presidencial porque tiene una sentencia por corrupción por hechos cometidos cuando fue gobernador regional de Junín.
Barranzuela también era abogado del congresista de Perú Libre Guido Bellido, hombre de confianza de Cerrón que ejerció como primer ministro entre julio y octubre, cuando fue reemplazado por la abogada y expresidenta del Congreso, Vásquez. El comunicado del lunes pasado del Ministerio del Interior decía: “No están permitidas las reuniones sociales, incluyendo las que se realizan en domicilios y visitas familiares, debido a razones sanitarias y con el fin de evitar el incremento de los contagios”.
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Otro flanco de críticas
Vecinos de Barranzuela, un expolicía que tuvo más de 100 amonestaciones cuando estuvo en activo, señalan que la bulla empezó alrededor de las nueve de la noche del domingo. El ministro fue abogado de traficantes de armas que se beneficiaron de compras corruptas durante el segundo Gobierno de Alberto Fujimori en los años 90.
Barranzuela ha abierto con este caso un nuevo flanco de ataques contra el nuevo gabinete, que este jueves debe volver al Congreso para retomar el debate del voto de investidura, suspendido hace una semana por el fallecimiento de un congresista de Perú Libre. Los portavoces de la oposición han exigido a Castillo que retire al ministro de Interior y están recabando firmas para presentar una moción contra él. Además, la comisión de Defensa del Parlamento ha citado al ministro para que este miércoles responda preguntas acerca de la reunión en su domicilio.
El presidente ha pasado este domingo y el lunes -feriado en Perú- visitando a sus padres en su tierra natal, Cajamarca, en la sierra norte, y hasta la noche del lunes no se había pronunciado sobre la controversia. El exministro de Interior, José Pérez Guadalupe, comentó en la emisora Radioprogramas que el presidente debía tomar una decisión urgente porque Barranzuela estaba produciendo una “esquizofrenia policial”, debido a que los agentes no podían seguir bajo el mando de un funcionario que infringe las normas.
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