La Policía Nacional lanzará una campaña internacional de búsqueda de Antonio Anglés, al que se considera autor material del triple crimen de Alcàsser (Valencia). El juzgado que dirige la investigación ha autorizado la petición de la Sección de Fugitivos de la Comisaría General de Policía Judicial, presentada el día anterior, para iniciar una campaña divulgativa internacional que solicite la colaboración ciudadana para localizar al prófugo: “Por parte de este Juzgado no hay inconveniente en la utilización del perfil de Antonio Anglés Martins de modo público”. El caso Alcàsser no prescribirá hasta el 14 de diciembre de 2029. A partir de esa fecha, Anglés resultaría inimputable. La principal hipótesis de la investigación es que subió en un barco y murió ahogado en el puerto de Dublín, aunque nunca se halló su cadáver.
En un escrito remitido al Juzgado de Instrucción número 6 de Alzira (Valencia), al que ha tenido acceso Efe, el grupo segundo de Fugitivos de la Policía Nacional pedía a la instructora que comunicase “si existe algún impedimento para el uso del perfil de Anglés de modo público, ya que se tiene previsto llevar a cabo dicha campaña en las próximas semanas” tanto por la Policía española como por Europol. En el mismo escrito, los agentes exponían que este fugitivo, del que se perdió la pista en 1993, es “una persona de gran interés policial” sobre el que, “tras diversas gestiones, no ha podido establecerse su localización”.
Una de las acusaciones personadas en la causa, la Asociación Laxshmi para la Lucha Contra el Crimen y la Prevención, ha presentado al juzgado varias alegaciones sobre la petición policial, y ha informado a la jueza de la inminente presentación de un informe criminológico sobre la fuga de Anglés. El letrado Diego Costa, en representación de Laxshmi, ha manifestado la total conformidad con “cualquier iniciativa destinada a averiguar o confirmar el paradero de Anglés”.
El informe de la asociación, que se encuentra en fase de redacción, incluye un análisis de todas las actuaciones practicadas respecto a la fuga de Anglés, desde 1993 hasta la fecha, elaborado por el criminólogo Félix Ríos y su equipo, en el que se recomienda el cotejo del ADN de Anglés con muestras no identificadas en los años noventa en la costa oriental irlandesa y la occidental de Inglaterra.
Se incide en la conveniencia, además, de contactar con las autoridades irlandesas a fin de localizar la documentación que se decomisó a un polizón del buque City of Plymouth ―en el que se sospecha que Anglés pudo huir de España― y que, según declaraciones de la tripulación, contenía una foto del prófugo. También se apunta la necesidad de establecer contacto con la prensa portuguesa, a fin de localizar a un supuesto periodista que pudo hablar por radioteléfono con el polizón del City of Plymouth el 24 de marzo de 1993.
Esta asociación, además, ha impulsado la práctica de varias pesquisas, como el análisis de medio centenar de pelos hallados en el lugar donde fueron encontrados los cadáveres de las niñas y el registro de los coches de Miguel Ricart y de Antonio Anglés con técnicas que entonces aún no se utilizaban.
Miriam, Toñi y Desirée, tres vecinas de Alcàsser de entre 14 y 15 años, fueron vistas por última vez el 13 de noviembre de 1992, cuando se dirigían desde Alcàsser, donde residían, a la discoteca Color de la vecina Picassent, adonde nunca llegaron. El caso mantuvo en vilo a España durante más de dos meses. Su desaparición dio paso a una intensa búsqueda que concluyó el 27 de enero de 1993 cuando dos apicultores hallaron los cadáveres semienterrados de las adolescentes en un paraje de difícil acceso conocido como La Romana, cerca de la presa de Tous, todo ello en medio de una cobertura mediática tan exhaustiva como polémica.
Las autopsias confirmaron que Miriam, Toñi y Desirée fueron torturadas y violadas antes de morir de un disparo. Miguel Ricart, compinche de Anglés, fue condenado por la Audiencia de Valencia a 170 años de prisión por el crimen. Se encuentra en libertad desde 2013, tras cumplir 21 años en la cárcel.
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