La curva epidémica de covid en España vuelve a tomar una tendencia ascendente y el ritmo de contagios se acelera: la incidencia acumulada a 14 días se ha situado este lunes en 82 casos por 100.000 habitantes, casi 11 puntos más que el pasado viernes —el lunes anterior había subido apenas cinco puntos durante el fin de semana—. En solo dos semanas, la incidencia ha crecido un 67%. Y, aunque España sigue muy por debajo de la tasa de contagios que registran buena parte de los países europeos, hay comunidades como País Vasco o Navarra que duplican la media estatal. Las hospitalizaciones también crecen de forma paulatina y algunos gobiernos autonómicos, como el vasco, ya estudian medidas restrictivas para controlar la transmisión del virus.
Con el 79% de la población española vacunada con la pauta completa, el ascenso de la incidencia no tiene la misma lectura que en olas anteriores: los grupos más vulnerables están protegidos contra la enfermedad grave y la muerte y la mayoría de las personas vacunadas que se infecten pasarán la enfermedad de manera leve o asintomática. Con todo, el auge de contagios no es inocuo y los expertos advierten de que a mayor número de infecciones, más repercusión en el sistema sanitario y en la presión asistencial que pesa sobre los médicos y enfermeros.
Por lo pronto, el repunte de infecciones ya empieza a trasladarse ligeramente a los hospitales: hay 2.180 personas ingresadas con covid, esto es, el 1,77% de las camas hospitalarias disponibles. Esta ocupación es perfectamente asumible por el sistema sanitario —a finales de enero, durante la tercera ola, había más de 31.000 ingresados con covid—, pero se trata de una cifra al alza: el pasado viernes, los ingresados a causa de la infección por coronavirus eran 234 menos. Y lo mismo sucede con las unidades de cuidados intensivos (UCI), donde se llegó a alcanzar este año en la tercera ola cerca de 5.000 ingresados en estado crítico: ahora hay apenas 427 enfermos graves a causa del virus, pero han aumentado durante el fin de semana (el viernes eran 394).
La situación epidémica es, además, desigual en las distintas comunidades autónomas. Así, si bien Andalucía, Galicia, Asturias o Extremadura tienen una incidencia a 14 días de entre 43 y 47 casos por 100.000 habitantes y una ocupación en las UCI por debajo del 1% —en Galicia es del 0,94%—, en Aragón la incidencia es de 134 casos por 100.000 y la ocupación de las camas de cuidados intensivos, del 10%.
La mayoría de los casos graves, eso sí, se producen en personas no vacunadas. Según la Generalitat de Cataluña, las personas no vacunadas tienen una probabilidad 4,5 veces mayor de ingresar por covid que una persona vacunada, informa Bernat Coll. Murcia también señaló hace unos días que las siete personas ingresadas entonces en cuidados intensivos en la región no se habían vacunado —ahora hay 12—. Las tasas más bajas de vacunación y con mayor margen de mejora se encuentran entre los treintañeros (77%) y el grupo de 20 a 29 años (78%).
Restricciones en el País Vasco
Algunas autonomías, de hecho, ya han lanzado la voz de alerta y apuran a plantear o anticipar medidas con la vista puesta en la llegada del invierno, las fiestas de los próximos meses y la amenaza de que la curva epidémica siga creciendo. El más contundente ha sido el País Vasco, que ha anunciado restricciones en los municipios con mayor incidencia y ha abierto el debate sobre la pertinencia de hacer la vacunación obligatoria para determinados trabajadores, informa Efe. El presidente vasco, Íñigo Urkullu, ha invitado a que esta medida, así como los usos del pasaporte covid, se decidan de manera “uniforme” en toda España y ha calificado de “difícil” que Euskadi adopte este tipo de propuestas “si no están enmarcadas en una decisión” de ámbito estatal.
El presidente valenciano, Ximo Puig, también ha puesto sobre la mesa el uso del pasaporte covid y ha señalado que su gobierno “acelera los procesos de carácter legal para que se pueda implantar el certificado en determinados centros”. En esta línea también se ha pronunciado el consejero de Salud de Cataluña, Josep Maria Argimon, que ha abierto este lunes la puerta a la posibilidad de ampliar el uso del certificado covid en la autonomía, que actualmente solo se solicita en las discotecas, aunque siempre contando con el visto bueno del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC).
Galicia, por su parte, que se planteaba flexibilizar algunas medidas en el ámbito escolar, mantiene la incógnita y reevaluará la pertinencia de esta relajación de restricciones tras el alza de contagios en España. Los expertos insisten en que las escuelas son espacios seguros, pero no están libres de covid: la semana pasada se reportaron dos brotes en escuelas de Madrid y Barcelona—uno en Getafe, con al menos 56 positivos, y otro en Sant Cugat, con más de 40—. Con todo, en la calle y en los chats de padres, permanece el debate abierto sobre la pertinencia de retirar o no la mascarilla en el patio.
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