La Pascua es uno de esos momentos del calendario que todos esperamos, ya sea por la posibilidad de compartir un rato con la familia, de pasar un evento religioso junto a los seres queridos o, los menos afectos a la religión, por disfrutar de la maravillosa tradición de los Huevos de Pascua.
En cualquier caso, hoy queremos detenernos en los Huevos de Pascua, su origen e historia, que ha superado décadas y décadas y ha abrazado a culturas de todas partes del mundo, hasta llegar a tiempos como los actuales, en los que hay todo un mercado alrededor de este símbolo.
Justamente, ese mercado es el mismo que puede llevar a muchos a considerar -erróneamente- que la costumbre de los Huevos de Pascua viene de los Estados Unidos, cuando en realidad el nacimiento de este hábito es anterior, y poco tiene que ver con el continente americano como lo conocemos.
¿Por qué huevos de Pascua?
Primero debemos centrarnos en la Pascua, para recordar que la “Pascua de Resurrección”, como se la llama originalmente, comenzó a celebrarse en Roma en el siglo II, y es una de las festividades más antiguas de todos los tiempos. Claro que, poco a poco, fue diversificándose en otras.
Los expertos cuentan que los paganos de origen germánico celebraban una fiesta en honor de Eastre, la cual se movió en el calendario para coincidir con la Pascua de Resurrección, estableciéndose las fechas actuales de esta festividad, entre marzo y abril.
¿Y qué hay de los huevos? Los egipcios enterraban huevos en sus tumbas, los griegos los sumaban a sus sepulturas. Lentamente se los fue asociando en el imaginario con la esperanza de “resucitar”. Incluso, en algunas civilizaciones se los pintaba de color rojo, por la sangre de Cristo.
Con los siglos, los huevos no dejaron las ceremonias de despedida de la tierra, pero sí fueron ganando espacio como un elemento de “buena suerte”, que se le ofrecía a los seres queridos, envueltos en pan de oro, y coloreados a partir de hervirlos con hierbas y otros ingredientes.
Para la Edad Media, ya había huevos rojos, verdes y amarillos, por mencionar algunos de sus colores iniciales, y entrados en la modernidad era habitual que el festejo de la Pascua fuera acompañado de estos símbolos ovalados que hacen las delicias de los más pequeños.
¿Y los huevos de chocolate? Éstos aparecieron, según los especialistas, a comienzos del siglo XIX, en Alemania, Francia e Italia. Y se los hacía en chocolate para colocar regalos dentro, como hoy.
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