Cuando se recibe cualquier tipo de estímulo, este debe acompañarse de algún tipo de fuerza para que nos afecte, pero existe también un efecto que consiste precisamente en lo contrario. Os hablamos ahora del umbral absoluto con ejemplos, para saber mejor a qué se corresponde y por qué define los límites de nuestra percepción.
¿Qué es el umbral absoluto y ejemplos?
En psicología, el umbral absoluto es la menor cantidad de intensidad de un estímulo que es detectado por los sentidos de una persona. Estos sentidos incluyen la vista, el oído, el gusto, el tacto y el olfato.
Un ejemplo de un umbral absoluto para la audición es el tono más bajo que es detectable por el sentido del oído humano sin otras interrupciones u otros sonidos. El umbral absoluto de visión es la menor cantidad de luz que ve el ojo humano. Un ejemplo de un umbral absoluto en el tacto es el punto en el que una persona comienza a sentir el calor del fuego. Para el olfato, es el más mínimo indicio de un olor que una persona es capaz de detectar cuando está en una habitación. En términos de sabor, el umbral absoluto es el nivel mínimo de sabor que una persona puede detectar.
Cada sentido tiene su propio nivel de umbral absoluto y para cada persona puede variar. El término umbral absoluto se utiliza a menudo en investigación experimental y neurociencia. Además del umbral absoluto, está la diferencia apenas visible o el umbral de diferencia. Este es el nivel más pequeño de estimulación requerido para que una persona determine cuándo hay una diferencia entre dos estímulos. El concepto principal de umbral absoluto es detectable al menos el 50% de las veces.
Como ejemplos más concretos podemos mencionar como nuestro oído es capaz de percibir el sonido de un reloj a seis metros de distancia en una habitación totalmente silenciosa. O también, somos capaces de oler un perfume en una casa de seis habitaciones o ver la llama de una vela a 48 kilómetros de distancia.
Sin embargo, como hemos señalado estos y otros valores siempre van a depender del entorno en el que estemos ubicados, dado que no es lo mismo ver la vela si estamos a oscuras, que si estamos de día.
El origen del umbral absoluto
El origen de este fenómeno se le atribuye al psicólogo alemán Ernst Heinrich Weber quien fue de los primeros en investigar los límites de la percepción, así como su capacidad para sentir o discriminar los distintos estímulos de nuestro entorno. Desarrolló de hecho la Ley de Weber, en la que estableció el incremento de intensidad necesario para provocar un cambio en las sensaciones, proporcional a la potencia inicial.
Según la hipótesis planteada por Weber para percibir algún tipo de modificación en el estímulo se debe tener en cuenta la sensación que el sujeto tenía antes de experimentar el cambio. De este modo por ejemplo, el caso de sujetar un objeto que pesa solo 100 gramos, si se quiere calcular la diferencia de su percepción será necesario cambiar el objeto por otro que pese más.
La ley de Weber se considera una de las más importantes dentro de la psicología fisiológica, dado que surge también a raíz del método de investigación utilizado por los científicos del siglo XIX, el famoso método experimental.
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