Cataluña y Madrid acumulan miles de contagios sin notificar a Sanidad


Cataluña y Madrid registran en sus estadísticas autonómicas miles de contagios —113.220 y 18.898, respectivamente, según los datos acumulados de este jueves— que no figuran en el boletín diario del Ministerio de Sanidad, un decalaje en la notificación de casos que redunda en la calidad de los datos para vigilar la evolución de la pandemia en España. El departamento de Salud catalán no explica por qué se produce esta situación y la Consejería de Sanidad madrileña asegura que no le consta tal desajuste. Sin embargo, la ministra Carolina Darias sí admitió este miércoles que se produce “un embotellamiento” a la hora de contabilizar los positivos enviados al ministerio.

No existe un único motivo para explicar esta diferencia en la contabilidad, que se produce además en un momento de crecimiento exponencial de infecciones por la variante ómicron —este jueves, España registró por primera vez más de 100.000 en un solo día—. Parte de esos miles de positivos que no figuran en la contabilidad nacional son los detectados con los test de autodiagnóstico que la población de estas dos autonomías puede hacerse en casa y notificar al sistema público desde hace varios días.

Joan Carles March, investigador del Instituto de Salud Carlos III, profesor de la Escuela Andaluza de Salud Pública y exdirector de esa institución, habla de los desajustes entre autonomías como un problema para tener una perspectiva clara de lo que sucede: “En estos momentos, la falta de certeza de los datos, que ocurre en todas las comunidades, conlleva que entre la realidad y lo que se pone en el papel haya una diferencia importante”. Cree que hay una infranotificación en todo el territorio.

Ante la avalancha de infecciones en Cataluña y Madrid, que dejó a sus sistemas sanitarios sin capacidad de maniobra para detectar, diagnosticar y hacer el seguimiento de esos nuevos enfermos, ambas autonomías decidieron asumir como positivo confirmado los contagios detectados con autotest en vez de con PCR, la herramienta de diagnóstico más fiable. Madrid lo decretó el 21 de diciembre; Cataluña, el martes. Ambas contabilizan los resultados de autotest en sus datos, pero ninguna de las dos está notificando esos números a Sanidad y tampoco dan una cifra concreta de cuántos son.

Desde el ministerio, una portavoz afirma que esto “no debería” ocurrir y que “todos los casos que el sistema sanitario tenga está obligado a notificarlos” a través del sistema de notificación epidemiológica de España (SIVIES), “sea la prueba diagnóstica que sea”. La ministra Darias, en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo Interterritorial de Salud del miércoles, aseguró que se está trabajando con las comunidades para mejorar la contabilidad y pidió de forma expresa que los positivos por test de autodiagnóstico en todo el territorio sean notificados al sistema de vigilancia nacional para tener una contabilidad certera de la evolución de la pandemia.

Discrepancia formal

En Madrid, la directora general de Salud Pública, Elena Andradas, confirmó en rueda de prensa el martes que “los positivos de autotest que son comunicados al número 900 102 112 [el teléfono para coronavirus de la Consejería de Sanidad] son contabilizados en la Comunidad, pero no se integran a nivel nacional, porque todavía no existe un acuerdo de qué criterios deben cumplir esos resultados positivos para que todas [las comunidades autónomas] lo hagamos de la misma manera”.

Este miércoles, la Comunidad se reiteró en que reportan los casos que “pide” el ministerio. “La definición de caso con un positivo de autodiagnóstico lo tendría que modificar el ministerio y para todas las comunidades. Lo que se considera caso esta definido en la Estrategia Nacional. Y hasta que esa definición no acepte el test de autodiagnóstico como prueba válida (ya que tienen un valor predictivo de un 86%), no se puede incluir en las incidencias acumuladas de ninguna comunidad”, responde por escrito un portavoz de la Consejería de Sanidad. Si se les solicita una cifra concreta, afirman que los números se están “depurando”.

En Cataluña, el departamento de Salud “todavía” no tiene una estimación de cuántos positivos a través de autotest se han podido incorporar al sistema oficial, según señaló la secretaria de Salud Pública, Carmen Cabezas, durante una rueda de prensa ofrecida este miércoles para valorar la situación epidemiológica y asistencial en esta autonomía. Cabezas aseguró a este diario que los autotest son validados por un profesional sanitario en cada caso. Los criterios para esta validación, sin embargo, no están todavía establecidos. La directora del Servicio Catalán de la Salud, Gemma Craywinckel, también presente en la sesión, admitió en este sentido que están “intentando trabajar en un cuestionario específico”.

Cabezas detalló que estos positivos siguen “la misma vía” que los otros casos en el sistema que recoge la notificación. Y Craywinckel agregó que gracias a este mecanismo, “en ningún momento” se pierde el seguimiento por parte de un profesional “de cualquier información” que dé un paciente.

El ministerio, sin embargo, insiste en que los territorios pueden enviar esos datos, que no hay ninguna razón que lo impida, que podrían hacerlo a través del sistema de notificación diario y que, mientras, se está revisando cómo se abre un nuevo apartado en la estadística para los resultados de estas pruebas. Pero esos positivos derivados de los autotest sí se van a ver reflejados en las estadísticas.

La débil estructura de Salud Pública

Desde el comienzo de la pandemia, todas las regiones han tenido problemas en la recogida de datos, retrasos en la notificación, y, por tanto, cifras que cambiaban a diario en el histórico de sus respectivas estadísticas y con posterioridad, en la del ministerio. En Madrid, el 28 de octubre de 2020, los profesionales de la Dirección General de Salud Pública enviaron una carta a su directora, Elena Andradas, en la que aludían a las múltiples dificultades que arrastraban desde el comienzo de la pandemia y que no habían sido solucionadas y hacían un desglose de problemas en la organización, la coordinación, los recursos humanos y el sistema de vigilancia epidemiológica.

Desde que comenzó la crisis, ha sido Castilla y León la comunidad con las cifras más completas, más desagregadas y más actualizadas. El investigador March cree que ha habido tiempo más que suficiente desde que comenzó la crisis para reforzar la estructura de Salud Pública, pero se ha producido una “falta de previsión” y un “error de perspectiva” generalizado: “Cuando pasó el verano, muchos pensaron que esto ya había terminado. Se despidió a profesionales, se empezó a desmantelar todo el sistema de rastreo, y en varias autonomías, en el ámbito escolar, se dejó de hacer mucho del trabajo intenso que se había hecho el curso anterior y se retiró a muchos profesionales”.

Al final, explica, aunque ese apuntalamiento de los sistemas no hubiesen parado la explosión de la ómicron, “sí se habría hecho frente de mejor manera”, y no como ha ocurrido, con la atención primaria, “de nuevo, desbordada y los sistemas de vigilancia sin capacidad para abordar la ola”. Opina igual Manuel Franco, epidemiólogo y portavoz de la Sociedad Española de Salud Pública, que afirma que aunque “no es elevada la cantidad que haría falta para hacer más fuertes esos equipos, nadie lo ha hecho como debería haberse hecho”.

Eso, en autonomías con un elevado volumen de población, “tiene más incidencia”, asegura Franco: “Madrid y Cataluña son de las comunidades que más positivos aportan, no solo porque tienen grandes poblaciones, como Andalucía, sino grandes grupos de población urbana. Si estas dos autonomías infrarreportan, es un porcentaje grande del total”.

La única cuestión positiva llegada con esta sexta ola, “que la hay”, dice el biólogo de sistemas e investigador del CSIC Saúl Ares, es que ya se conoce que el número de casos depende de muchas cuestiones. Además, sostiene, “sí está el número de ingresos en planta y en UCI, que da una medida más robusta y es al final lo que cuenta para conocer el estado del sistema”. Aunque aquí también hay una parte negativa, la que atañe a la atención primaria: “Ahí colapsaron hace tiempo y llevan saturados de forma casi permanente toda la crisis”.


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